Soberbia tecnología

En la soledad de la noche, el Capitán salió a cubierta y retó al mar, orgulloso de su poder. La máquina más perfecta y veloz dependía de sus órdenes, una obra maestra de la ingeniería… Muchos hubieran matado por conseguir su puesto de mando. Hasta el nombre era perfecto: Titanic.
Escrito por Patricia Richmond - Web

6 comentarios :

  1. Lindo relato Patricia. Sin dudas cualquiera fanático del mar hubiera fantaseado con controlar, para su momento, la más monumental y titánica nave jamás concebida.

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  2. Lástima que como máquina, aunque casi perfecta, no supo desobedecer las órdenes del
    soberbio Capitán. En ese caso, sí que hubiese sido perfecta. Me ha gustado. Saludos

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  3. Si hay un ejemplo de la vanidad humana, de creer que el hombre lo puede todo y carece de límites, es el Titanic. Al final siempre hay un iceberg para recordar lo contrario. Muy bueno.

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  4. Un relato muy bien escrito. Te envío mi "me gusta" a través del cierzo. Besicos.

    Beatriz Carilla Egido ( @VevaRojo)

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  5. Gracias, chicos.
    Y a Veva, un coscorrón, que no me había dado cuenta de que eras tú.

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    Respuestas
    1. Sólo llevo unos días con mi nuevo nombre. No me reconozco ni yo. :P

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