Las penas con pan...

Desde la cocina veía el camino serpenteante, solitario, callado. Seguía removiendo el sofrito. El bacalao aguardaba en un plato aparte. Miraba el reloj y la ventana. Puso un trozo de pescado en la sartén y el otro lo guardó en la nevera. Sus lágrimas ya no eran por la cebolla.
Escrito por Santiago

2 comentarios :

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!