El pulso continuo

La cirujana se esfuerza en revivirlo, pero es inútil; el electrocardiograma no miente. Ahora debe comunicarlo a la familia, que espera fuera.

Los familiares desconsolados comienzan a llorar la pérdida del ser querido, y la doctora comprueba de nuevo que aquel corazón, en el corazón de otras personas, continua latiendo.
Escrito por La Marca Amarilla

5 comentarios :

  1. Muy bueno Marca Amarilla. Ya sabía yo que tu relato no era una marca blanca cualquiera. Ahí va mi like it.
    Saludos (He borrado el anterior por errores de mecanografía)

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    1. No te preocupes, Isidro, siemre estoy al quite para borrar del todo los comentarios que elimináis.

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    2. Muchas gracias!!! Uno intenta remover corazones!!! ;)

      Un saludo!

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  2. Una persona que consigue mantener el pulso de su corazón en el de otras personas puede dar por amortizada su vida.
    Hace tiempo que tengo claro que cuando leo "La Marca Amarilla" de inmediato va a ir asociado a una genialidad, pero no deja de sorprenderme siempre muy gratamente ese lado sensible tuyo.
    Un abrazo ¡campeón!

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    1. Sentido y sensibilidad, Ángel!! ;)
      Gracias por tu comentario, siempre se agradece!!

      Un saludo!

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