Big data

Al llegar al hotel cena rápida en la habitación y a dormir. Se estiró en la cama con el portátil conectado a un disco duro externo para repasar unos datos. Se durmió, se acurrucó y el disco se desconectó.

A la mañana siguiente le encontraron sepultado entre sus propios datos.
Escrito por Dídac Marín Hernández - Web

10 comentarios :

  1. Resulta materialmente inabarcable la información con la que tratamos a diario, pero también imprevisible el efecto que sobre nosotros pueda tener a la larga. Tu surrealista (sin prefijo también podría valer) historia da mucho qué pensar. Me gusta, Didac.
    Un abrazo.

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  2. Para abrirle la puerta a la Era del Ordenador, todo debe reducirse a números, estadísticas, datos fríos. La deshumanización del hombre, unida a esta constante sobredosis de información, antepone lo «óptimo» a lo justo, lo viable a lo moral, lo pragmático a lo artístico.
    Una buena metáfora la que nos presentas en tu historia, Dídac. Felicidades.
    Un cordial saludo.
    Vicente

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  3. Gran imaginación la tuya, Didac. metáfora que es muy actual. Dependemos tanto de esos datos, que se pueden volver contra nosotros si no los dejamos bien guardados. Se nos pueden convertir en Gremlins y acabar con nosotros.
    Me gustó.
    Un saludo.
    Pablo

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  4. Pues sí, demasiados datos, tantos que lo ponen todo perdido. Particularmente, prefiero tener discos externos para guardar toda la información que absorbo, eso sí, ahora andaré con cuidado no se derramen. :) Un micro muy visual, Dídac. Un saludo.

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  5. Me gusta esa imagen de tu personaje, sepultado entre los datos de su disco duro. Creo que muchos nos hemos sentido alguna vez así, nuestra mente limitada no está preparada para asimilar tanta información.
    Un saludo, Dídac.

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