Un día de caza

Amanecía cuando se adentró en el bosque y vio lo que jamás en su larga vida de cazador había visto. Una liebre dormitaba apoyada en un árbol. De manera silenciosa cargó el arma.

Cuando dio un paso para tenerla a tiro, tropezó con la tortuga y se desnucó allí mismo.
Escrito por Josep Sebastián - Web

10 comentarios :

  1. Mal hizo el cazador en meterse en medio de la fabula de la liebre y la tortuga, y ya puede dar gracias la tortuga a la liebre.
    Buen relato Josep.
    Un abrazo.

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  2. Original adaptación de la fábula, Josep. La tortuga juega limpio con la liebre, la alcanza y le salva la vida. Quien estaba errado era el cazador, dispuesto a empuñar el arma. Y, como en toda fábula, tiene su merecido final.
    Un abrazo.

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  3. Josep, le has dado la vuelta a la fábula, resultando el cazador cazado. Los tiempos cambian y la liebre y la tortuga han aprendido que trabajando en equipo se llega más lejos.
    Buen relato con moraleja final.
    Besos

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  4. Moraleja: No te fíes de lo que es demasiado fácil. No minusvalores tampoco a las tortugas, aunque sean pequeñas y lentas. Hay actividades mejores para divertirse que eliminar seres indefensos. Aunque este cazador poco puede aprender ya.
    Un saludo

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  5. El cazador cazado... me ha gustado tu micro, Josep. Un saludo.

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  6. Muy bueno, me ha gustado mucho el cierre que le has dado. La vida es cíclica y los papeles se intercambian cuando menos lo esperas. Saludos.

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  7. Buena versión de una historia que conocemos todos. Supongo que la tortuga iba con prisas y no pudo poner el intermitente, claro

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  8. Nunca le he encontrado la gracia a eso de madrugar para ir de caza, la verdad.
    Una vuelta de tuerca a la fábula de la liebre y la tortuga en la que también hay moraleja como bien dice Ángel.
    Un beso.
    Malu.

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  9. El cazador se las prometía muy felices pensando que iba a llenar la olla con el mínimo esfuerzo. Pero por ir de listillo como la liebre, le ha salido el tiro por la culata. Ahora con tu aportación sí que está completa la fábula, Josep. Un saludo.

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  10. Ah, bravo, Josep. Eso de atacar a traición, por más liebre perezosa que sea la víctima, está pero que muy feo.
    Saludos cordiales.

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