Perdidos en el laberinto

Encontré a alguien que también se había perdido en el laberinto. Trabamos conversación. Era ateniense. Por alguna razón, no le dije que era de Creta. Durante días, recorrimos los pasillos, buscando una salida. Fue un buen compañero. Animoso. Lástima que el hambre me obligara a devorarlo. Como a los otros.
Escrito por Plácido Romero - Twitter

16 comentarios :

  1. Supongo que es difícil de superar un sentimiento de amistad cuando hay hambre.
    Buen relato. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. El instinto de supervivencia puede más que la amistad. Es el reflejo animal que tenemos todos los seres vivos en proteger nuestro ser...
    La reacción natural ante el peligro, la escasez, como en este caso, o la amenaza para mantenernos con vida...
    Muy buen relato. Un beso

    ResponderEliminar
  3. Muy buen relato y muy explícito.
    Me gusta.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. No es necesario que el Minotauro aparezca. Al parecer, lo llevamos dentro.
    Me ha gustado la vuelta que le has dado al mito. Excelente relato. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Las historias mitológicas contienen todas las sensaciones y experiencias humanas, aunque quienes aparezcan en ellas sean dioses o semidioses. En este caso, has jugado con el argumento de origen para extraer una enseñanza diferente. El héroe Teseo no derrota aquí al minotauro, sino que es devorado por éste. El hambre resulta implacable y exige su servidumbre, será por eso que le llaman primera necesidad, una circunstancia que se superpone a cualquier otro planteamiento. Si la trama inicial es interesante, ésta no lo es menos.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. ¡Qué bueno, Plácido! Tu laberinto me recuerda a mi trabajo, pero eso es, seguramente, otra historia.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Geyna López25/5/16, 17:40

    Tu micro está para chuparse los dedos. Yo esperaba cualquier final, pero me faltó imaginación. Me ha encantado Plácido. Un saludo.

    ResponderEliminar
  8. Has, si se me permite la expresión, «humanizado al Minotauro». Quién sabe si la aparente maldad de algunos no es más que incomprensión por nuestra parte.
    Estupendo, Plácido.

    ResponderEliminar
  9. Plácido original tu nueva versión de la historia del minotauro.
    Me ha gustado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Plácido, original como siempre, nos traes al Minotauro personificado, pero al final, la cabra tira al monte y puede más el hambre que la amistad y saca lo peor de nosotros...
    Buen micro.
    Besos

    ResponderEliminar
  11. Pues yo le veo un punto cínico a este cretense. Si fuera un cocodrilo, seguro que lloraría.
    Dicho esto, fenomenal revisión del mito del Minotauro, Plácido.
    Saludos cordiales.

    ResponderEliminar
  12. Aunque seas cretense, si me pierdo procuraré no encontrarte, salvo para psar las horas leyendo tus relatos que son geniales.

    Au abrazo de los dos.

    ResponderEliminar
  13. Muy buen micro, Plácido, ahí nos dejas con el mito vuelto del revés y con el Minotauro vagando nuevamente a sus anchas por el laberinto. Felicidades. Un saludo.

    ResponderEliminar
  14. Cuantas mas veces leo tu relato mas me gusta.
    Buenisimo.

    ResponderEliminar
  15. !Qué bien, buena manera de darle un giro! Me ha gustado mucho. Un beso.

    ResponderEliminar
  16. Hola Palcido, muy buena reversión del laberinto del Minotauro, mis felicitaciones.
    Saludos.

    ResponderEliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!