Bailando bajo la lluvia
El agua espantaba las avispas, faltaba poco, la gente se agolpaba, yo solo pensaba en llegar, pero ese zumbido me ponía nervioso.
De repente uno de esos bichos se metió en mi ojo, solté las manos del ataúd, y todos gritaron al ver al muerto, trajeado, deslizándose bajo la lluvia.
De repente uno de esos bichos se metió en mi ojo, solté las manos del ataúd, y todos gritaron al ver al muerto, trajeado, deslizándose bajo la lluvia.
¡Oh, qué final tan inesperado!
ResponderEliminarMucho ritmo, suerte Javier
Besicos
Muchas gracias por tu comentario Carmen.
EliminarBesos.
Veo bastante humorcillo negro en este relato con sorpresa final.
ResponderEliminarMucha suerte y mucho ánimo, Javier
Muchas gracias por tu comentario MªJesús.
EliminarSi he intentado jugar con el humor negro ante una situación tan seria.
Besos.
Excelente humor negro Javier, mis felicitaciones...
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Jean por tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Ja, ja, si es que ya no quedan profesionales... Ni porteadores de ataúdes serios.
ResponderEliminarUn beso, Javier.
Gracias por tu comentario Patricia.
EliminarEs que se asustan por nada.
Besos muchos.
Un relato de una mordacidad fina y salvaje, que atrapa desde su magnífico título .
ResponderEliminarEnhorabuena, Javier. Mucho talento.
Un saludo afectuoso.
Vicente
Muchas gracias por tu comentario Vicente.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
Javier, una vez más nos sorprendes con un relato lleno de humor y con un final inesperado.
ResponderEliminarMe imagino las caras de los asistentes al funeral al ver al muerto bailando bajo la lluvia... jajaja. Buen humor negro!
Enhorabuena y mucha suerte!
Besos.
Gracias Pilar por tu comentario.
EliminarImagino que las caras serían de susto, aunque más de uno no podría evitar la carcajada.
Había que darle un poco de humor a una situación tan seria.
Muchos besos.
Todo es posible en los días de lluvia, y más si tú eres el guionista, Javier. Triste situación en la que no queda otra que reír.
ResponderEliminarBesos
Gracias por tu comentario Margarita.
EliminarPues entre una cosa y otra el día andaba ya demasiado gris y había que colorearlo con una sonrisa.
Besos.
Madreeeeeeee miaaaaaa Javier jajaja menuda las gastas. Estupendo micro de humor negro a juego con el traje de ese muerto.
ResponderEliminarGracias Leire por tu comentario.
EliminarY menos mal que no le pusieron un tutu, habría sido el no va más.
Besos.
Una reacción lógica, muy humana, casi instintiva, que lleva a un final inesperado y lleno de jocosidad. Un entierro es algo demasiado solemne, cuando debería ser algo natural, como la vida, de ahí que se agradezca el toque humorístico.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier
Gracias por tu comentario Angel.
EliminarEn un entierro ya son las cosas muy serias, por ello le añadí ese toque de humor.
Un abrazo.
Los insectos juegan malas pasadas cuando revolotean a nuestro alrededor. El momento que relatas, de lo más inoportuno... Estupendo micro, con toque de humor en una situación nada alegre. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tu comentario María.
EliminarEn ocasiones una sonrisa no viene nada mal.
Besos.
Magnífico humor negro Javier, inesperada la tragicomedia final. Enhorabuena. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Aurora por tu comentario.
EliminarMe alegro que te haya sacado una sonrisa.
Besos.
Me contaron una historia parecida que sucedió no hace mucho, desagradable si lo presencias, pero divertida si lo lees.
ResponderEliminarOriginal e impactante final.
Un beso Javier.
Malu.
Hola Malu, muchas gracias por tu comentario.
EliminarSí, yo también he oído alguna historia, y no debe ser muy agradable.
Si te ha gustado me alegro.
Besos.
Un micro muy original, Javier. Juegas con la solemnidad del entierro para introducir el humor negro e imaginar al difunto deslizándose bajo la lluvia. ¡Dichosos insectos!
ResponderEliminarEnhorabuena por el sorprendente final. Un gran abrazo.
Carmen gracias por tu comentario.
EliminarEl humor negro me gusta y mejor lugar que un entierro imposible encontrarlo.
Besos.
Divertido final... Ese zumbido le puso ritmo al funeral.
ResponderEliminarGran relato.
Muchas gracias Christopher por tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Es una resurreccion inesperada, bajo la lluvia y gracias a un animal. Si lo saco de contexto me excomulgan.
ResponderEliminarDa sensacion de intranquilidd, prisa, apuro.... rara, como si algo fuese a ocurrir inesperadamente.
Inesperadamente leo y me encuentro con un relato genial.
Un abrazo de los dos.
Gracias por vuestro comentario, me alegro que os haya gustado.
EliminarUn abrazo para los dos.
Que habilidad la tuya para crear y recrear escenas costumbristas, Vicente. Ésta llega llena de respetuosa transgresión que nos deja una estampa final delirante después de una excelente puesta en escena.
ResponderEliminarMuy Buen relato.
Un abrazo.
Antonio muchas gracias por tu comentario, y por tus palabras. Me alegro que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Nos mantienes expectantes y en tensión en el primer párrafo sin saber bien qué es lo que ocurre hasta que nos relajas con un toque de humor al aclarar toda la tragicómica escena. Muy bien narrada, Javier, felicidades. Un beso.
ResponderEliminarMatrioska gracias por tu comentario, me alegro que te haya gustado.
EliminarBesos.
Con ese título, lo que menos me esperaba es el final que nos regalas.
ResponderEliminarMuy bueno y muy divertido, Javier.
Abrazos
Georges gracias por tu comentario. Si he logrado sacarte una sonrisa ya me doy por satisdecho.
EliminarUn abrazo
El insecto se ha aliado con el infortunio para dejarnos una escena satírica de humor negro. Muy bueno, Javier. Un abrazo.
ResponderEliminarSalvador gracias por ru comentario, me gusta el humor negro y un entierro era el lugar indicado.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Vaya sorpresa final! ... La que han liado las avispas! Y es que hay gente que no puede con ellas.
ResponderEliminarSería peor aún si el muerto también se espantara las avispas!!
Un beso.
Gracias por tu comentario M.Carme, si además de bailar bajo la lluvia el muerto también se llega a espantar no te quiero ni contar.
EliminarBesos.
Me da la impresión de que esa avispa quería ver por última vez al muerto y tuvo esa "avispada" idea para lograrlo. Una divertida escena de humor negro bien contada, Javier. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Juana por tu comentario.
EliminarPues sí, tal vez esa sea la idea que llevaba la avispa.
Besos.
Las avispas quisieron participar en el reciclaje. Todos los despojos son aprovechables. Incluso los de los muertos. Buen relato, Javier.
ResponderEliminarGracias Luis por tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Un 50 con un humor negro que sorprende en su final. Y es que cuando a las avispas les da por molestar consiguen una historia tan buena como la tuya.
ResponderEliminarUn abrazo Javier.
Gracias por tu comentario Belen, me gusta el humor negro y el lugar mas apropiado era un entierro.
EliminarBesos.
Me ha parecido un graciosa escena cinematográfica propia del realismo italiano en blanco y negro y en el que la risa y el llanto están a flor de piel y a escasos milímetros de distancia.
ResponderEliminarMuy buen relato, Javier, si Fellini levantara la cabeza, te pediría prestada la escena.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu comentario Isidro, ojalá tuviera tanto talento como para ser guionista de Fellini, pero aún me queda mucho que aprender.
EliminarMe alegro qye te haya gustado.
Un abrazo.
Tu relato me ha parecido algo muy cotidiano, aunque de ésto no tenga nada. Porque mi pareja tiene fobia a las abejas, y es capaz de frenar la moto y saltar de ella, y quitarse el casco y hacer el baile de san vito, hasta cerciorarse de que la abeja no la tiene cerca pululando. Así que yo ya estaba viendo ese final, como te comento, para mi bastante familiar.
ResponderEliminarPuede que tu bichejo estuviera manejado por el difunto, que en el fondo no quería ser enterrado, y que huye veloz calle abajo... Jejeje
Me ha gustado tu relato Javier, un abrazo.
Gracias Raquel por tu comentario, comprendo a tu pareja.
EliminarPuede que tengas razón y que el difunto quisiera pasearse calle abajo.
Me alegro que te haya gustado.
Besos.
Conozco gente a la que le ponen histérica las avispas y abejas. En general, los insectos suelen incordiar mucho, y algunos, representan un gran peligro para la salud, aquí vale eso de que no hay enemigo pequeño.
ResponderEliminarDicho esto, añadir que comprendo al Gene Kelly de tu microcuento, que se te meta una avispa en un ojo es un asunto serio, tanto como para soltar un ataúd o lo que quiera que se lleve en las manos.
Lo que ocurre a continuación de ese suceso tiene el sabor acre del humor negro: ese muerto trajeado que se desliza desde el ataúd y que, se supone, cae al suelo mojado, da bastante repelús, uno recuerda a alguno de los cadáveres que ha visto dentro de un féretro, con ese aspecto como de figura de cera y siente que un escalofrío le recorre el espinazo.
Me imagino a los asistentes al entierro dando algún grito por el susto, mirando para otro lado, otros acudiendo a ayudar a quienes transportaban el ataúd para hacer que todo vuelva cuanto antes a la normalidad, y no faltarían, incluso, quienes sintiesen cierto regocijo por lo chusco del suceso y empezaran a pensar cómo se lo iban a contar a sus conocidos y amigos.
En fin, que le has sacado mucho jugo a esa situación tan peliaguda, Javier. Enhorabuena y saludos afectuosos.
Gracias Enrique por tu comentario.
EliminarSí en esta situación que narro habrá "sonrisas y lagrimas" al ver al difunto haciendo surf a la puerta de la iglesia.
El humor negro me gusta y nada mejor que un entierro para utilizarlo.
Un abrazo.
Lo que me he reído imaginando la situación del baile Jajajajajaja. Enhorabuena amigo. Te superas!!!
ResponderEliminarGracias Carmen por tu comentario, me alegra que este relato te haya hecho sonreir.
EliminarBesos.
Funciona a la perfección esta tragicómica historia que pone una sonrisa en lo labios, a la vez que cierto repelús ante un cadáver con tantas ganas de bailar. Muy logrado, Javier. Saludos.
ResponderEliminarGracias Manuel por tu comentario, me alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Pues me he reido, te ha quedado muy de humor negro. Un beso.
ResponderEliminarGracias Maite por tu comentario, si te he hecho reir me alegro.
ResponderEliminarBesos.
Estupendo final, Javier. Se nos han puesto a todos los pelos de punta con el muerto. Aunque a mi personalmente me da mucho más miedo la avispa, y más en un ojo...¡que repelús! Muy bueno. Un beso.
ResponderEliminarGracias Olga por tu comentario, me alegra que te haya gustado.
EliminarBesos.
Enhorabuena, Javier. Creo que has creado una escena esperpéntica y llena de humor que a buen seguro vamos a recordar mucho tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias por tu comentario Enrique, me alegra que te haya gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.