Limitaciones
Nos conocimos en una reunión de trabajo.
Mientras hablábamos de diseño de interiores, nuestros ojos entablaron su propio diálogo. Se dijeron que se gustaban, celebraron el haberse encontrado y terminaron jurándose amor eterno.
Pero el lenguaje de los ojos tiene sus limitaciones. Fueron incapaces de hablar de nuestros respectivos cónyuges.
Mientras hablábamos de diseño de interiores, nuestros ojos entablaron su propio diálogo. Se dijeron que se gustaban, celebraron el haberse encontrado y terminaron jurándose amor eterno.
Pero el lenguaje de los ojos tiene sus limitaciones. Fueron incapaces de hablar de nuestros respectivos cónyuges.
Tienes toda la razón con tu título, hay limitaciones que una mirada no puede descubrir, y eso que con las miradas se dice tanto.
ResponderEliminarBuen relato Georges, me ha gustado.
Un abrazo
Gracias, Javier. Yo creo que esas limitaciones de los ojos son más difíciles de superar porque, a veces, van acompañadas por otras partes del cuerpo que también se deciden a actuar por su propia cuenta; como la mano izquierda, que una veces se oculta toda ella y otras sólo esconde su dedo anular.
EliminarUn abrazo
Muy buen comienzo y mejor desarrollo y final Georges. Una historia completa en todos los sentidos, a pesar de contener 50 y bien llevadas palabras. Tiene mucho mérito y me parece un micro excelente. Abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Carmen. Eres muy generosa con tu comentario. Lo que tiene de bueno que sólo sean 50 palabras es que tengo menos ocasiones de meter la pata. Jaja
EliminarAbrazo para ti.
Magnífico micro, Georges. Desde una escena de segundos, construyes una gran historia de amor que se topa con serios obstáculos y a la que los protagonistas, seguramente, acaben por renunciar. Me ha gustado mucho la estructura del micro. Felicidades y un beso.
ResponderEliminarMe alegra que te gustara, Matrioska. He tratado de condensar en 50 palabras un relato de 300, lo que no es fácil de logar. En realidad he debido reescribirlo con una estructura completamente diferente.
EliminarMuchas gracias por tu generoso comentario.
Besos
Georges, en un diálogo de unas miradas enamoradas es imposible hablar de nada más. Tal vez, sus miradas les traicionen cuando sus cónyuges les miren a los ojos.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Enhorabuena!
Besos
Gracias, Pilar.
EliminarNo creo que sus miradas los traicionasen con sus cónyuges, Al fin y al cabo el hecho no pasó a mayores y quedó sólo en eso: miradas.
Besos
La magia entre dos personas se produce, algo nada fácil, pero también encuentra sendos impedimentos paralelos, que los dos coinciden en mantener en secreto. Hasta esas "limitaciones" dadas por las circunstancias comparten, intentos de ser feliz con anterioridad que les atan a otras personas. Obstáculos aparte o precisamente por ellos, pueden ser almas gemelas.
ResponderEliminarPosible y bien contado.
Un saludo
Si, Ángel, esa magia, como bien dices, no es nada fácil. Pero a veces se da. Sorpresas que te da la vida, lamentablemente fuera del tiempo oportuno.
EliminarGracias por lo de “bien contado”. En cuanto a “Posible”, te diré que este micro es un resumen muy simplificado de un relato de 300 palabras y entre ellas no había una sola de ficción.
Un cordial saludo.
La eterna dicotomía entre el amor establecido y la atracción incontrolable. Me ha encantado tu relato, Georges. Las miradas se escapan de cualquier atadura.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Como bien dices, María José. Las miradas se escapan de cualquier atadura. En algunas circunstancias, ya quisieran las personas ser igual de libres.
EliminarMe encanta que te encantara.
Un fuerte abrazo para ti.
Sensacional relato, George, de los que demuestran que el tamaño no es lo importante. Dos personajes, un amor imposible y un conflicto irresoluble.
ResponderEliminar¡Bravo!
Muchas gracias, Carles eres muy generoso en tu comentario. Con los adjetivos que me dedicas ¿Qué guardas para Haruki? Jaja
EliminarUn abrazo
Dicen que los ojos hablan por sí solos, pero la verdad es que nunca lo dicen todo.
ResponderEliminarPienso que tus protagonistas ocultaron lo de sus parejas intencionadamente, pero que pronto saldrá a la luz.
Un beso Georges, enhorabuena por el micro.
Malu.
En esos momentos no hay intencionalidad, simplemente sucede, como un fenómeno meteorológico al que no puedes controlar.
EliminarY en cuanto a salir a la luz, creo que lo hizo muy pronto, pero nadie se dio por enterado. Jaja
Gracias, Malu. Un beso.
Para que luego digan que no somos capaces de pensar en dos cosas al mismo tiempo (hombres o mujeres, que eso depende de quién cuente el chiste); si hasta logramos mentir al mismo tiempo, en ambas "líneas" tal vez, o decir solo lo que queremos.
ResponderEliminarEstupendo relato, Georges. Una gran idea contada con belleza y oficio.
Enhorabuena.
Un abrazo.
No sé si somos capaces de pensar lógicamente en dos cosas al mismo tiempo. Yo creo que nuestra razón sigue su camino habitual, lo otro es un torrente que va por otro cauce y que no tiene necesidad de palabras. Claro que puedes mentir si tienes oficio. Pero no era el caso en esta historia.
EliminarMe alegro que te haya gustado, pero creo que tú también te has pasado varios pueblos con los adjetivos.
Gracias, Enrique. Un abrazo.
Algunos abogados defensores arguyen la demencia temporal de su cliente para reducir/suprimir su condena. En este caso, los protagonistas deberán justificar su amnesia temporal. Dicen que el amor es ciego y, por lo que veo, también bastante olvidadizo. Intencional o no, creo que esta desmemoria les traerá muchos problemas.
ResponderEliminar¡Enhorabuena, Georges! Me ha gustado.
Pues, sin ninguna duda podemos asimilar este sentimiento a ese tipo de demencia, ya que pierdes noción de la realidad y, mientras dura, te dejas ir y tocas por un momento el cielo. Lamentablemente el aterrizaje subsiguiente es todo un revolcón.
EliminarGracias, Vicente, Me alegra que te gustara.
Un abrazo.
Excelente diálogo de miradas, limitaciones ocultas con o sin intención. Un buen planteamiento para este conflicto.
ResponderEliminarMuy buen micro, Georges. Me ha gustado mucho. Un abrazo.
A veces, las miradas pueden expresar mucho más que las palabras y esa expresión toma mucha más fuerza cuando las palabras no pueden ser dichas.
EliminarMe complace que te gustara, Carmen.
Un abrazo
Me gusta cómo se desdobla el protagonista en dos personas: la primera y la tercera para contar en unos segundos una larga historia que no ha hecho nada más que empezar.
ResponderEliminarSaludos, Georges.
Me gusta mucho tu interpretación en la que la historia no ha hecho nada más que empezar. La prefiero a la realidad, en la que la historia comenzó y terminó el mismo día.
EliminarUn cordial saludo, Margarita.
Me gusta como fluye en el relato el código secreto de las miradas cómplices que crean el cauce ideal para el amor. Después, el párrafo de contención. El dique, insalvable o no, de la realidad. Un relato muy bien construido. Felicidades, Georges.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Manuel. Es muy buena tu comparación con una corriente y un dique que la contiene. El tema es si la corriente será lo suficientemente potente como para hacer saltar el dique, o no.
EliminarCordiales Saludos
Extraordinario, Georges. Me ha gustado mucho la escena que nos pintas y que en la vida real ocurre más una vez. La timidez nos corta las alas.
ResponderEliminarUn abrazo, Georges. Muy bien contado.
Me complace que te gustara, Pablo. Es bueno que cada uno vea algo distinto en el micro. Tú ves un problema de timidez, lo que veo yo es un problema conyugal, donde lo que corre riesgo de ser cortado no son precisamente las alas. Jaja
EliminarGracias por tu muy generoso comentario.
Un abrazo.
Ay, esas miraditas, cuánto tienen que decirse...
ResponderEliminarEs una lástima que no vayan más allá, al menos por el momento.
Me ha gustado, Georges.
Las miradas prácticamente lo dijeron todo, pero pasado el momento mágico volvieron a lo cotidiano para darse de bruces con la realidad. ¡C´est la vie! , Asun.
EliminarMe alegra que te gustara.
Un cordial saludo.
Los ojos reflejan lo que sentimos. Has acertado con el relato y nos llevas a una historia de amor que será de las románticas, románticas. Muy bueno, Georges. Un bico.
ResponderEliminarGracias, Maite, me alegro que te gustara. Dices bien, es una historia de amor de las románticas, románticas. Esas que generalmente nunca terminan bien.
EliminarBicos para ti.
Todos tenemos alguna vez un amor que nos complica la vida. Unas veces por que se convierte en una relación que hace daño a uno o a ambos, y otras veces porque ya habías elegido una pareja anteriormente. Un amigo dice que eso es el matrimonio, entrar en un restaurante y comprobar que te gusta más el menú que han pedido en la mesa de al lado, jajaja.
ResponderEliminarQuizás encontrar un amor que te mueve el piso, como suelen decir debe ser porque con las respectivas parejas no están todo lo bien que debieran. Es cierto que uno no elige de quien se enamora, pero si creo que se pueda estar más predispuesto a enamorarse, en determinadas circunstancias.
Muy buen relato.
Besos
No anda muy errado tu amigo. A cuántos nos ha pasado de quedar embobados con el postre despampanante del vecino, en el restaurante, digo. Y por otra parte, cuántas parejas conocemos que se han casado, por distintos motivos, sin estar enamorados.
EliminarYo, que he tenido la suerte de experimentarlo, me pregunto si esas gentes vivirán toda su vida sin conocer lo que es un amor arrolador.
Me alegro que te haya gustado el micro.
Besos, Olga.
Ese amor a primera vista, sin mediar palabra, nos transmite la fuerza y expresividad de unas miradas, ese deseo hacia el otro, ... Hasta que la racionalidad de cada uno lo devolverá de nuevo en la reunión de trabajo y mentalmente junto a su cónyuge.
ResponderEliminarBien transmitido.
Saludos!
Carme.
Si, Carme. Es algo muy fuerte y que escapa a nuestro control. Y en cuanto a la vuelta a la realidad, no siempre es un aterrizaje suave y sin lesionados.
EliminarGracias por tu comentario.
Cordiales saludos