Noches ciegas de champán

Cada noche se bañan en champán. La oscuridad del local ampara sus cuerpos: rotan se agitan, enardecen, guardan sus secretos.

Mario estudia en una universidad privada. Él preside un banco, se debe al matrimonio. Acaban de robarle el reloj.

Más tarde, el joven reconocerá la inscripción:

Al mejor padre. 
Mario
Escrito por María Jesús Briones Arreba

16 comentarios :

  1. Tan ciego iba en sus "noches ciegas de champán" que no se dió cuenta que robaba a su padre.
    Aunque yo le daría otra lectura, y es que algunos hijos no agradecen lo mucho que sus padres hacen por ellos y piensan que están ahí para pagarles todo, y en cierta manera esa es otra forma de robar.
    Buen relato María Jesús, muy reflexivo y bien contado.
    Besos.

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  2. M. Jesús, ambos llevan una doble vida, guardando las apariencias sin salir del armario, padre e hijo. No siempre es lo que parece...
    Buen micro!
    Besos

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  3. Si hacemos caso de la mala fama que últimamente tienen algunos banqueros, el hijo ha heredado del padre la afición de robar; también alguna más, que ambos mantienen en secreto, aunque al final todo se termina sabiendo y la vida le coloca a cada cual en su sitio, o eso dicen.
    Un abrazo, María Jesús

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  4. Hay algunos microrrelatos que darían materia para una supernovela. Este es uno de ellos. Qué imaginación. ¡Muchas gracias!

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  5. ¡Madre mía! No quiero ni imaginarme la cara que se le habrá quedado. Muy buen relato. Mejor el final. Besos.

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  6. Secretos del padre, secretos del hijo... cuando salgan a la luz esto va a ser un culebrón. Y luego le echarán la culpa al champán...
    Muy bueno Mª Jesús.
    Un beso.
    Malu.

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  7. Padre e hijo llevan doble vida. Vaya sorpresa la de Mario.
    Muy buen relato, María Jesús. Un beso.

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  8. Lo has dejado en "la burbuja" más interesante, María Jesús. ¿Y ahora qué hace el hijo con el reloj? Casi puedo verle la cara.
    Ya nos contarás.
    Un abrazo.

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  9. La vida entre máscaras guarda muchas sorpresas, como esta que nos has contado con maestría, María Jesús.
    Un abrazo.

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  10. Menudo papelón ahora el de Mario, porque el dueño del reloj lo único que encontrará extraño es no volver a encontrarse con su joven amante. ¡Vaya historia nos traes, María Jesús! Muy bueno. Un beso.

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  11. Tengo que irme al refranero para solventar el entuerto sosteniendo que de tal padre tal astilla.No obstante, tal vez les quede una solución para no romper la armonía familiar: salir juntos del armario y asistir al próximo día del orgullo. Buena la has liado, Mª Jesús. Estupendo relato que pone la cosa que arde. Saludos.

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  12. Tu micro, Mª Jesús, refleja el arte de la ocultación, en el seno de la propia familia. Parece increíble, a veces, descubrir grandes secretos en cualquier familia, tras pasar años y años sin ni siquiera ser imaginados...
    Un fuerte abrazo.
    María José

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  13. ¡Vaya novelón! ¡Lo que hace la oscuridad!
    Buen relato.
    Un abrazo, María Jesús.

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  14. ¡Menudo sorpresón! Creo que ha llegado la hora de que estallen las burbujas dando por finalizado este oscuro romance. Muuuuy imaginativo y bien contado, Mª Jesús. Un abrazo.

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  15. Moviéndose ambos en las altas esferas del ocio tarde o temprano estaban condenados a encontrarse, aunque el modo en que finalmente ocurre parece que va a dejar marcado para siempre al hijo.
    Muy bueno, Maria Jesús.
    Un abrazo.

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  16. Dicen que de noche todos los gatos son pardos. Más o menos el mismo color que tendría el arcoiris dentro del armario de la hipocresía.
    Buena historia, Mª Jesús.
    Abrazos.

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