Indigestión

Me siento fatal. Tengo náuseas, mi estómago protesta violentamente. Lo admito, comí demasiado. Pero las proteínas, aun en demasía, nunca me han caído mal. La culpa debe ser de la torta que traía la niña, o de algún trozo de esa maldita tela, basta, indigesta y roja de la caperuza.
Escrito por Georges
Anónimo hasta septiembre

17 comentarios :

  1. Al pobre lobo parece que le salió el tiro por la culata. ¿Por qué
    será que no me da pena alguna? Hasta puede que haya por ahí alguien que le ayude a librarse de eso tan indigesto, cortando por lo sano. Me ha gustado mucho. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Este lobo no sabe que las cosas antes se comérselas hay que pelarlas, por eso le pasa lo que le pasa, así a la próxima aprenderá.
    Buen relato, muy original, me ha gustado.
    Un abrazo amig@.

    ResponderEliminar
  3. Mejor hubiera sido que este lobo comiera perdices y no a una pobre niña que debe estar carcajeándose en el más allá.
    Ja, ja, ja.
    Muy bueno, anónim@.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. A este lobo se le ha indigestado la niña por ansioso y por feroz.
    A veces una indigestión mata...
    Nos has mantenido engañados hasta el final. Me ha gustado.
    Enhorabuena!
    Besos

    ResponderEliminar
  5. Jajajaja... ¡Almax a manta!

    ResponderEliminar
  6. Me da que el lobo no se ha enterado todavía de que, mientras dormía, un leñador ha rescatado a Caperucita de su tripa y ahora la tiene llena de piedras, así que la indigestión le va a durar un rato largo. Muy divertido, anónimo. Saludos.

    ResponderEliminar
  7. Ingeniosa vuelta de tuerca al cuento más famoso del mundo, o de los más. Esa niña tan repipi, no podía sentar bien, tan almibarada y azucarada.
    Un saludo.
    Pablo.

    ResponderEliminar
  8. Debe de ser un virus, y contagioso, porque es la tercera vez que intento enviar un comentario y no hay manera.
    Y yo que pensaba que era la ropa de mala calidad...
    Ingenioso y divertido-
    Saludos estivales

    ResponderEliminar
  9. Me ha gustado mucho, Anónimo. Era tal la prisa por devorar a Caperucita que el lobo ni siquiera le quitó el envoltorio...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Buenísimo!!! Me ha encantado. Besitos.

    ResponderEliminar
  11. Estupenda versión del cuento. Muy divertido.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. ¡Qué bueno! Me encantan las versiones o derivadas de los cuentos o historias conocidas, dan mucho juego...
    En una siguiente versión le pedirá a Caperucita que se quite la caperuza, luego igual se la prueba, le gusta como le queda, y se va de compras con ella a buscar una igual, quien sabe ;-)
    Un beso anónimo.
    Carme.

    ResponderEliminar
  13. Estoy con M. Carme. Me pirran las versiones de los cuentos infantiles. Pero mucho mucho.
    No sabemos si no le quitó la capa por prisa, por ansia, por ignorancia; de modo que... caben muchos lobos en tu cuento.

    ResponderEliminar
  14. y.. caperucita y el lobo se fundieron...
    Ingenioso punto de vista.
    Saludos desde el otro lado del Atlántico.

    ResponderEliminar
  15. !Muy bueno!, le has dado otro punto al cuento.

    ResponderEliminar
  16. ¡Vaya lobo hipocondríaco! Buena versión.
    Suerte.

    ResponderEliminar
  17. Original, simpática y muy bien contada esta nueva visita al clásico, qué digo, a nuestra infancia.
    Saludos.

    ResponderEliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!