Solo un instante

Solo un instante. Suficiente para sentir su mirada. Era huraña, dura y despreciable. No tenía ojos, no tenía nombre. No existía.

Su sombra se me antojaba gemela de mi sombra. Nunca llegué a conocerle. Me dijo: "Ven".

El espejo quedó hecho añicos. Es lo último que recuerdo antes del disparo.
Escrito por Gil Hernando de Santiago
Anónimo hasta septiembre

5 comentarios :

  1. Un relato que encierra a la víctima y el victimario en un juego de espejos, hasta fundirse el uno con el otro.
    Buen micro, anónim@.
    Saludos.

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  2. Tal vez tan poco se conocia a si mismo que fue incapaz de reconoceese ante un espejo, o tal vez se odiaba tanto que quiso acabar consigo mismo.
    Buen relato amig@.
    Abrazos

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  3. Encierra mucho este relato. Me ha gustado mucho cómo has contado la situación de verse a sí mismo como un desconocido y acabar con ese desconocido del que es imposible separarse.
    Enhorabuena. Gran micro.
    Un saludo.
    Pablo.

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  4. Cinematográfica situación la que nos muestras con efectividad. Ese momento en el alguien se da cuenta de como es, no le gusta y quiere solucionarlo, aunque en este caso, de una forma que no tiene vuelta atrás.

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  5. Uno mismo, su sombra, su imagen reflejada, ...
    Tengo la duda de si el espejo quedó hecho añicos antes del disparo... igual intentó atravesarlo para ir más allá?
    Saludos!
    Carme.

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