Ella y yo

Noté que por las mañanas soleadas me seguía y decidí hacer lo mismo con ella por las tardes. No entendía cuáles eran sus motivos ni supongo que tampoco ella los míos.

A pesar de todo yo estaba tranquilo, pero por las noches, en mi duermevela, pensaba: ¿dónde dormirá mi sombra?
Escrito por Josep Sebastián - Web

13 comentarios :

  1. No me extraña que no pueda dormir con tranquilidad al notar la falta a su lado de algo tan íntimo y personal. Suerte y saludos.

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  2. Muy original :)

    Un saludo

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  3. Pues yo miraría debajo de la cama, puede que esté allí.
    Original relato Josep.
    Un abrazo.

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  4. Adorable relato, Josep.
    Te diré un secreto: las sombras no duermen. Sólo se agazapan.
    Saludos

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  5. Esas noche que todo lo vuelve misterioso, pero también nos da la medida de nosotros mismos, que permite que esas dos mitades en las que la luz nos desdobla a lo largo del día converjan en su verdadera naturaleza unitaria. Apropiado y ocurrente, como el acertado título.
    Un saludo

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  6. Pobrecilla de la sombra, sospecho que a mediodía se siente tan cohibida que casi desaparece. ;)
    Me ha recordado a «El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas» de Haruki Murakami, una gran libro.
    Muy bueno.
    Saludos cordiales.

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  7. Josep, nos has mantenido intrigados hasta el final, cuando nos has descubierto que hablabas de su sombra.
    Me parece que las sombras por las noches se convierten en monstruos y nos asustan...
    Bien contado.
    Besos

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  8. Qué mundo el de las sombras. Delante o detrás o desaparecidas, presentes o ausentes, nos inquietan, nos requieren. Buena mano has puesto sobre el tapete. Felicidades.

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  9. Inquietante la naturaleza de las sombras. Muy bien contado. Me ha gustado mucho.
    Un abrazo, Josep.

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  10. El protagonista se preocupa por dónde está su sombra porque se preocupa por ella. Es su otra mitad... ¡como para no echarla de menos!
    Suerte y saludos.
    María José

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  11. Una compañera que, como el sol, noche tras noche muere para aparecer nuevamente por la mañana junto a nosotros resucitada. Buen micro, Josep. Saludos.

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  12. Las sombras tienen mala fama, pero cuando no guían nuestros pasos, nos cubren las espaldas, así que lo mejor es que, por las noches, las dejemos descansar.
    Buen relato, Josep

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  13. Por la noche, las sombras están pegaditas a nosotros, para que no tengamos miedo... Ssssssss, habla bajito, no sea que la despiertes.
    Besos, Josep.
    Malu.

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