El día de la Bestia
Toda nuestra raza conocía la profecía desde tiempo inmemorial, pero nunca creímos que nos fuera a tocar precisamente a nosotros. Cuando, de recién nacido, vimos que nuestro hijo carecía de cuernos y cola, pensamos en una terrible enfermedad, pero hoy se cumplieron los peores presagios: le han salido alas blancas.
Ya dice el refrán que "donde fueres haz lo que vieres". En un mundo diablesco, el infiltrado de tu relato es una rareza que no puede ser bienvenido. Le veo en el exilio, para cuyo camino no va a necesitar mapas ni GPS, bastará con que utilice lo que le ha brotado en la espalda y tome una dirección elevada, siempre hacia arriba.
ResponderEliminarUn relato divertido y lleno de imaginación, en coincidencia con la imaginación de su autor.
Un abrazo grande, Manuel
Gracias Angel, nunca se sabe, quizás se exilie, quizás acaben todos con alas blancas tocando el arpa...¡Un fuerte abrazo, amigo!
EliminarManuel, muy bueno, este "día de la bestia" a la inversa, aunque se entiende que siendo una familia de diablos la bestia sea una ángel. Solo nos falta saber que número llevará tatuado, el 999.
ResponderEliminarOriginal relato, Manuel, que al acabar de leerlo te hace sonreír. Me ha encantado el titulo, ya que creía que iba a leer una historia de terror, pero me he llevado una grata sorpresa.
Muy bueno, Manuel.
Un abrazo enorme.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ¡ay Dios!, jajaja. Muchas gracias por esa sonrisa, ese era el objetivo. Fuerte abrazo y gracias!
Eliminar¡Oh, Manuel! ¡Qué belleza de relato! Un título perfecto, de los que no adquieren todo su significado hasta el final, el tono confesional que acentúa el dolor de la aceptación de la fatalidad, esa burla del destino sin remedio final...
ResponderEliminarMagnífico, señor mío.
Ante un comentario tan amable solo puedo decir: ¡GRACIAS!. ¡Fuerte abrazo!
EliminarEn mi pueblo había una bandada de grajas negras hace años, cuando los pájaros aún poblaban los cielos, pues bien, nació una blanca. Podías verla delante de la bandada acuciada por los demás que pretendían echarla o detrás, a remolque de la bandada que se marchaba siempre sin contar con ella. A ver cómo le va a este pequeño ángel entre demonios.
ResponderEliminarEl relato, una gozada, Manuel. Saludos.
Siempre es complicado ser distinto, hasta que asumes que los que son distintos son los demás y empiezas a ser feliz contigo mismo. Espero que la graja blanca haya tenido un final feliz. Un saludo y gracias!
EliminarManuel, original relato. Con ese titulo tan terrorífico ha sido toda una sorpresa ese bebé angelical.
ResponderEliminarMuy buen micro, escrito en un tono amable.
Besos.
Muchísimas gracias Pilar, ya sabes que nunca se puede juzgar algo por el envoltorio. Un besote!
EliminarPrecioso micro, querido compañero de microtuneado. Cuando he terminado de leerlo me ha salido en alto ¡Oh, qué bonito! Aunque me temo que va a tener una existencia un tanto difícil entre tanta bestia. Un fuerte abrazo. Gloria
ResponderEliminarGracias Gloria, yo en cambio preveo que se va a hacer el líder de la manada, ¿quien sabe?. Fuerte abrazo!
EliminarFantástico, Manuel. Este será el Antidemonio, podría ser protagonista de una réplica a la película de Alex de la Iglesia (por cierto, con ese apellido hay que tener valor para hacer esa peli).
ResponderEliminarUn beso.
Como decía mi padre, la cosa es dar la nota, jajaja!. ¡Gracias y un besote, Asun!
EliminarPrecioso relato, Manuel. Pobres diablos, tener que soportar la existencia de esta extraña bestia que pondrá su existencia patas arriba mientras lo contemplan revolotear sobre sus bellos cuernos.
ResponderEliminarUn relato divertido y original. Besos.
Ni siendo un demonios se puede vivir tranquilo, está claro. ¡Un beso, Carmen!
EliminarSe dice de los demonios que son ángeles caídos. A estos padres que relatas, Manuel, les ha caído un ángel sin sospecharlo. Esa familia tiene un pequeño diablo recién caído hacia arriba. Un lío de padre (y sobre todo de madre) muy señor mío. Qué diablos, ¡felicidades a los padres!
ResponderEliminarComo aquella serie que se llamaba Enredo...todo se aclarará en e siguiente episodio, jajaja. Un saludo
EliminarEs que los angelitos, surgen hasta en el infierno.
ResponderEliminarMuy buena idea, Manuel.
Un saludo
Si es que de todo tiene que haber, está claro. Un saludo y gracias.
EliminarHabría que investigar lo que hizo la diablesa de tu mujer.
ResponderEliminarUna buena sorpresa final. Saludos, Manuel
Pues ella dice que es culpa del padre, que en su familia nunca ha pasado nada parecido y que además no soporta a su cuñada siempre criticando como maleduca a sus diablillos, un caos vamos! ¡Saludos1
Eliminar¡Ay, pobre! Será el señalado por siempre...
ResponderEliminarMe gusta mucho lo que apunta Plácido... ¿qué hizo la mamá o quién es en realidad el papá de este angelito? Habría que investigar esos genes. Pero bueno, si dicen que es una profecía...
Una historia muy original y muy bien traída.
Enhorabuena, Manuel, tus historias nunca defraudan, son bestiales.
Un beso grande.
Malu.
¿Como podéis dudar de la madre si es una sant...digo una diablesa!. ¿O insinuas que el arcangel Gabriel le cogió gusto al encargo y sigue por ahí dejando seres angelicales a su paso?. Mmmm, esto da para muchos relatos, jajaja. Un millón de gracias Malú. ¡¡Besotes!!
EliminarSeñalado para siempre, pobrecito. Y pobres padres, dicho sea de paso.
ResponderEliminarLas diferencias nunca parecen ser buenas y, sin embargo, son una de las cosas que más nos enriquecen, ¿no crees?
Efectivamente, como ya dije le veo de líder de la manada, ser diferente, si lo asumes, puede ser una gran bendición (nunca mejor dicho). Saludos
Eliminar¡Ha habido un cambio de bebes en la maternidad?
ResponderEliminarParece que ser diferente va a causarles problemas, aunque sea la bien.
Muy original. Besos.
Gracias Olga, ya sabes : los caminos del Señor son inecrutables, jeje. Besos
EliminarFantástico, Manuel. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchísimas gracias. Un abrazo.
EliminarSea usted malo para esto. Tiene que venir un ángel a fastidiarlo. Esperemos que le permitan vivir con su diferencia. Suerte, Manuel. Un saludo.
ResponderEliminar¿verdad que si? En vez de AC-DC música de Celine Dion, ya ni en el infierno se puede tomar una copa tranquilo. Fuerte abrazo!
EliminarLo peor de lo peor: ¡Que te salga un hijo ángel (y no precisamente Saiz -pido disculpas por el chiste malo-)! ¿Será un castigo divino o fruto del pecado (tal cual)?
ResponderEliminarGenial tu cincuenta, Manuel, desde el título, tan bien elegido, al cómo nos narras la situación que se vive en esa comunidad, y más en concreto en esa familia, de quienes no nos desvelas en ningún momento su naturaleza. Y llega el final y ¡todo se aclara! Y es imposible no sonreír. O mejor, reírte a mandíbula batiente...
Enhorabuena y nos seguimos leyendo, yo con la admiración que te tengo por tus fantásticas historias de las que nos vas dejando por aquí y por otros espacios literarios.
Un abrazo y mucha suerte (mucha más que la de esa familia diablesca).
Jajajaja lo que pasa es que si es fruto del pecado tampoco se le podrá reprochar, ¿no?. En fin, muchas gracias por tu muy generoso comentario. La admiración es mutua, Supremo Hacedor de todas las cosas (y de todas las comas). ¡Fortísimo abrazo!
EliminarEs qué siempre esperamos lo que deseamos y es lo que salga.
ResponderEliminarPues sí y al final hay que quererlos como son, no como habáimos soñado. Un saludo.
EliminarBueno dicen que "Diablo es Dios a la inversa", muy buen relato, llevado al otro extremo de forma magistral.
ResponderEliminarFelicitaciones Manuel.
Muchísimas gracias Jean, un saludo.
EliminarEs curioso, pero siempre queremos que los hijos se nos parezcan, por muy feos que seamos los padres. Espero que al final acaben queriéndolo; angelito.
ResponderEliminarMuy bueno, Manuel.
Un abrazo.