Power
Me acerco al aparato, es sobrio, mudo, y el polvo untado en forma de manto de algodón descubre su intimidad cuando pulso el botón de arranque. Nada, ni un atisbo de vida. Cojo un paño, empiezo a limpiarlo, cuando poco a poco reacciona encendiéndose el on y yo me apago.
El relato me sugiere el poder latente de la tecnología. Mientras está fuera de servicio, bien, el reino es nuestro. Una vez entra en acción su power, desaparecemos y todo el campo es dominado por la virtualidad tecnológica.
ResponderEliminarEncuentro de hombre y máquina en un sugerente relato. Saludos, Antonio.
Saludos Manuel. Despedecemos esos aparatos que no necesitamos, o en todo caso hagamos el estricto y necesario uso de ellos. Encontrémonos mejor los humanos. Un abrazo, Antonio
EliminarAntonio, tal vez dependemos de las maquinas y la tecnología más de lo que pensamos, o incluso las maquinas se apoderan de nosotros, como le ocurre a tu protagonista.
ResponderEliminarBuen relato, Antonio.
Un abrazo.
Gracias Javier por tu comentario, que me hace recordar alguna que otra película de ciencia ficción, y que espero que no suceda como en ellas. Saludos, Antonio
EliminarPor algo la llaman la caja tonta.
ResponderEliminarUn saludo.
La caja tonta, y si solo fuera eso!!, el móvil, la tableta,.... Gracias por tu comentario Raquel. Antonio
Eliminar¡Corre, Antonio, tira del cable, que ese aparato te quiere dominar! ¡No te dejes vencer, que tú eres más fuerte, 'more powerful'!
ResponderEliminarCincuenta sobre el encuentro, no siempre bien avenido, entre una persona y una máquina (o uno de sus aparatos electrónicos o eléctricos, que intuyo que puede ser una televisión).
Enhorabuena.
Saludos cordiales.
La tele, el móvil, el ordenador,.... y si nos ponemos pues el coche, el sillón,.. Gracias José Antonio por tu comentario. Antonio
Eliminar¡Qué bueno, Antonio! El hombre frente a la máquina...
ResponderEliminarDe lo más original, simpático, con un humor exquisito y muy cierto, además.
Enhorabuena, un beso.
Malu.
Me alegra que te haya gustado mi micro. Seguimos retando a la máquina. Besos, Antonio
EliminarLa tecnología nos ha retado a duelo y parece que, si no reaccionamos a tiempo, tiene todas las de ganar. Hay un fondo de verdad en el micro, pero también humor.
ResponderEliminarUn abrazo, Antonio.
Gracias Carmen por tu comentario. Reaccionemos, estamos todavía a tiempo. Saludos y un gran abrazo. Antonio
EliminarLa que se va a apagar soy yo como seas el Antonio Ortuño que ha ganado el premio de relatos Ribera del Duero.
ResponderEliminarY, si no lo eres, te estrecho la mano igualmente, por tu pedazo de micro.
No, no lo soy Patricia. Eso tienen algunas veces los nombres, como las cosas. Pues ahí va la mía para estrecharla. Muchas gracias por tu comentario y me alegra que te haya gustado mi micro, como al resto de compañeros y compañeras que han hecho lo propio. Saludos y recibe también un gran abrazo desde la distancia (Uganda). Antonio Ortuño Casas
EliminarEn muchas ocasiones, cuando un televisor se enciende, la persona se apaga. Algo que no ocurre con un libro, capaz de enriquecer sin menoscabo y sin necesidad de interruptores que lo activen, a no ser que sea electrónico.
ResponderEliminarUn relato sobre la excesiva dependencia de las máquinas, que parecen anular la capacidad de pensar y la iniciativa propia.
Un saludo, Antonio
Nos apagan Ángel. Gracias por tu comentario, Antonio
EliminarQué bien lo has descrito. Estupendo.
ResponderEliminarGracias Maite, que bien que te gusta. Saludos de mi parte, Antonio
EliminarCurioso micro. ¿Una máquina encendiendo a un hombre o un hombre encendiendo una máquina?
ResponderEliminarSaludos, Antonio
Tanto monta monta tanto. Ahí está la cuestión, que es de gustos y entendimientos. Saludos, Antonio
EliminarUn relato muy futurista. Al final nos apagarán a nosotros.
ResponderEliminarSalu2
Gracias Maribel por tu comentario, pero parece que ya estamos en ese futuro. Antonio Ortuño
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