Sueños

—Estás como ausente. Llevas un rato en silencio, ¿ocurre algo?

—Nada, sólo observaba cómo se desvanecían.

—¿Desvanecían? Estamos sentados en mitad de la nada, ¿qué se ha desvanecido? Cada día estás más raro. Supongo que será este clima.

—Mis sueños... Da igual, es una tontería. Sólo eran mis mejores sueños.
Escrito por Diego Díaz

10 comentarios :

  1. Diego, lo primero sino me equivoco es darte la bienvenida a 50palabras.
    Presentas un relato como si fuese un sueño o una pesadilla, enigmático. Tal vez lo último que uno puede mantener son los sueños, sean buenos o malos, pero está visto que en la "nada" no se pueden mantener ni los sueños.
    Un saludo, Diego.

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  2. Diego, bienvenido a Cincuenta Palabras.
    Felicidades por tu estreno y que nunca se desvanezcan los sueños.
    Malu.

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  3. Caer en la nada debe ser como caer en un estado de vacío permanente. En La historia interminable, cuando un ser era atrapado por La Nada, desaparecía en ella, porque desaparecían sus sueños y, también, sus fantasías. Y eso somos en buena medida. Lo que nuestra imaginación da de sí.
    Has planteado una cuestión con mucho desarrollo para tu estreno en cincuenta. Bienvenido, Diego, a la página de los sueños en cincuenta palabras.

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  4. La nada lo disuelve todo, incluso los sueños. Sin ellos, los personajes pierden su condición de humanos.
    Bienvenido a 50 Palabras, Diego. Esta es una familia de soñadores. Un abrazo.

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  5. Mientras el organismo en el que habitamos se mantiene en funcionamiento estamos vivos. Pero para vivir también hacen falta motivos. Las ilusiones y los sueños, que son casi lo mismo, los alimentan. Fuera de ellos, sólo está la nada.
    Un saludo y bienvenido

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  6. Carmelo Carrascal25/4/17, 18:03

    Diego, enhorabuena. Te has internado en uno de esos temas graves si los hay: la nada. Ya es gigantesca aunque no se la ponga con mayúscula. Por lo demás, poco que decir cada uno de ese espacio anterior a su existencia y que recobra con la muerte. El reino del silencio...

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  7. Bienvenido Diego, espero que tys sueños siempre estén tan vivos como las ganas fe emprenderlos...me ha gustado mucho tu relato. Un saludo y besos

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  8. En primer lugar, Diego, bienvenido a este rincón literario que, desde hoy, ya es también tuyo. Y entras con un cincuenta en el que planteas un tema muy profundo: la eterna pregunta de qué es lo que hay después de que no tengamos sueños, después de que se nos hayan ido esas ilusiones que vienen a ser el motor de nuestras vidas. Comparto al cien por cien el planteamiento que deja en su comentario Ángel Saiz: sin sueños, sin ilusiones, sin proyectos... ¿qué nos queda? Pues eso, la nada (o la Nada). Ya lo dejó escrito don Pedro Calderón de la Barca en su 'La vida es sueño': «¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción. Y el mayor bien es pequeño, que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son».
    Enhorabuena por tu estreno y esperemos que sigas apareciendo por aquí, que este espacio literario sea parte de tus sueños.
    Saludos.

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  9. Triste microrrelato. Normalmente, no nos atrevemos a confesarle a la persona con la que vivimos que nosotros también teníamos sueños, que tuvimos que dejar atrás. Saludos, Diego

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  10. Así ocurre con los sueños que se desvanecen, te dejan tan aturdido.

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