Exaltación

Hacía mucho tiempo no escuchaba tantos elogios ajenos: un buen hombre, esposo ejemplar, empleado eficiente, excelente ser humano. Jamás se sintió tan querido.

Intentó levantarse para agradecer los cumplidos y saludar a todos los presentes, pero fue inútil: pese a todos sus intentos, la tapa del ataúd permaneció firmemente cerrada.
Escrito por Daniel Castillo

13 comentarios :

  1. No me digas por qué... adiviné el final, no cual no implica (en absoluto) que el micro sea menos bueno. No para mí.
    Suerte y felicidades!

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  2. Hay que morirse para que se reconozcan los méritos de alguien. Y yo me pregunto. ¿Realmente son reales todas las bonanzas que se vierten sobre una persona en un velatorio?.
    Una buena apuesta sobre un tema recurrente.
    Saludos y suerte, Daniel

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  3. Esta dosis de humor negro que nos regalas surte su efecto de inmediato: por una parte, la risa; por otra, me pongo a temblar. Brillante, Daniel. Saludos.

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  4. Cincuenta palabras de un gran micro, donde en siete palabras dan un giro inesperado. Excelente.

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  5. Vaya. el primer párrafo va en crescendo, te llena de cierta alegría saber que alguien es así y sus seres queridos y conocidos se lo reconocen.

    El segundo párrafo va en decrescendo, se te cae el telón del teatro encima. La cruda y fría realidad de la muerte.

    ¡Bravo! Relato bien logrado.

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  6. Ahí está el dicho popular... "Dios nos libre de la hora de las alabanzas"

    Qué lástima que si son merecidas, tengan que llegar tarde...

    Genial tu micro!

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  7. Lo mejor es que no salga del ataúd: todos los elogios se convertirían en críticas.
    Un buen micro. Saludos, Daniel

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  8. No sería el primer caso, ni el primer susto que se podría dar a los congregados para despedir a alguien, si ese alguien consigue abrir la tapa, je, je... Para este ya demasiado tarde. Humor negro muy conseguido. Estupendo micro. Un abrazo.

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  9. Perdona, Daniel. Se me pasó referirte.

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  10. Excelente, Daniel. No digo más porque es un microrrelato y con solamente este adjetivo te digo lo que me pareció tu obra.

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  11. Muy bueno Daniel. A veces parece que hubiera un menú de frases hechas para los velatorios.
    Un abrazo.

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  12. Daniel, como en todo, el protagonista es el último que se entera de cual es su estado y actúa demasiado tarde.
    Buen relato con final sorprendente.
    Besos.

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  13. Que haya que esperar a haber desaparecido para que hablen bien de uno es de lo más triste, pero se trata de una realidad que camina pareja al comportamiento humano. Quizá, en el fondo, no sea más que una consecuencia del propio miedo a la muerte, que se disfraza de respeto reverencial.
    Un abrazo, Daniel

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