Sucedió en mi cuarto de estudio

Tenía tres huchas en mi estantería: un soldado de roja casaca, un boy scout y una campesina. Cada uno guardaba cien euros en su interior. Un día el soldado se cayó, el explorador huyó entre los libros, la mujer sumó trescientos euros y yo, vengativo, la rompí y me emborraché.
Escrito por Crispín - Web

15 comentarios :

  1. Mucho cuidado hay que tener con lo que gusrda cada cual en su interior. Con sus ahorros, el ahorrador; con su despilfarro, el despilfarrador. Para aprender de uno mismo. Saludos, Crispín.

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  2. Creí que el soldado iba a robar al niño y que la mujer seduciría al soldado. Tu final ha resultado sorprendente y acrobático.
    Saludos, Crispín

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    1. Las huchas hicieron su historia, el vengativo protagonista, cogió un camino poco edificante ante la adversidad.

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  3. Ains... En vez de emborracharse, tenía que haber empleado el dinero en libros para una buena temporada, o haber seguido ahorrando. Todo antes de aficionarse al alcohol. Díselo de mi parte, ja, ja... Muy bueno. Un abrazo.

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    1. Gracias por tu consejo. Se no diré caundp lo vea, pero antes tengo que encontrar al explorador.

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  5. En un cuarto pueden suceder muchas cosas, algunas personas, debido a una enfermedad que los inmovilizó en una cama encontraron su vocación en tal tesitura. Xavier de Maistre, por ejemplo, sufrió un arresto domiciliario, el cual, le sirvió para escribir el libro titulado Viaje alrededor de mi cuarto.
    En esa estantería del cuarto de tu microcuento suceden muchas más cosas de las que nos cuentas, así que queda bastante espacio para la imaginación, primero cabe preguntarse por qué esas tres huchas, y por qué cada una con cien euros. Eso ya da pie para muchas especulaciones.
    Luego cabe preguntarse si la caída del soldado ha sido accidental, o si había una especie de triángulo entre él, el explorador y la campesina. Pues la huida del explorador levanta sospechas.
    Y la campesina, ¿cómo ha conseguido hacerse con los trescientos euros. Vamos, que hay mucho tomate, y el narrador, no sé si omnisciente o no, en tan pocas palabras no hay forma de adivinarlo, no sé si estará en condiciones de hacerlo tras decidir romper la hucha de la campesina y emborracharse.
    En fin, que habrá que llamar a Sherlock Holmes, o a Hércules Poirot, para ver si nos aclaran algo más este turbio asunto, tan bien urdido por tu parte, Ezequiel, enhorabuena y un abrazo.

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    1. Gracias, Enrique, por tu interpretación.
      El narrador, omnisciente, solo relata los hechos. Será el investigador, el lector, la justicia, que cada uno llevamos dentro, o el maremágnum de las redes sociales, los que juzguen.

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  6. Yo lo interpreto como una historia de una campesina que de forma sucesiva se queda con el dinero del soldado y del boy scout, que fueron sus parejas en el pasado. Ahora, el narrador, en un arranque de avaricia la mata para quedarse el dinero.
    Dan mucho juego a la imaginación estas tres huchas.
    Un beso, Ezequiel.

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    1. Yo estoy empezando a mirar a mis huchas con cierto recelo y procuro no quedarme solo en el estudio.
      Gracias por tu comentario, Asun.

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  7. Ezequiel, interpreto que nos relatas un triángulo amoroso entre las tres huchas, donde ellos se enfrentan por la mujer. Ella sale ganando y atesora el dinero de ellos.
    Me parece que el narrador ha resultado herido por amor y de ahí ek triste final.
    Un relato con muchas interpretaciones.
    Besos.

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    1. Es factible tu acertada versión.
      Estoy pensando comprar cinco o seis huchas más y meterlas en el cuarto a ver que pasa. Quizá dé para un libro.
      Un abrazo, Pilar.

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  8. Las huchas están hechas para romperse y el dinero para gastarlo, antes o después. No sé si es muy edificante que el narrador se lo gaste todo en alcohol, pero a la vista de lo que ha sucedido con los personajes en los que había depositado sus ahorros, es mejor que los consuma en su propio provecho, pues no parecen de fiar. El soldado, en lugar de recio, ha resultado frágil; el explorador, huidizo; la campesina, quizá, aprovechada.
    Una curiosidad: desde que asocio "Crispín" a tu nombre verdadero siempre he querido saber el porqué de esa denominación.
    Un abrazo de verano, Crispin-Ezequiel

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    1. Hola, Ángel.
      Mi héroe de pequeño era el Capitán Trueno, pero me parecía demasiado prepotente. Opté por El Jabato, pero finamente me decidí por el fiel Crispín.

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