Cada vez que sales

La una de la madrugada; te levantas, vas a su habitación, regresas al lecho.
Las dos, vuelves a levantarte.
Las tres... esta vez respiras aliviada, ¡duerme en su cama!

Te acuestas y sonríes, añorando las banales preocupaciones de entonces: "Ponte la sudadera. Cómete la merienda. No te tragues el chicle".
Escrito por Rosy Val - Web

28 comentarios :

  1. Querida Rosy: no podías haber expresado mejor, en cincuenta palabras, las sensaciones de una madre (o un padre pero veo más a una madre en este caso) con las ausencias nocturnas de las hijas e hijos y la tranquilidad que transmite tu personaje cuando todo está, de nuevo, bajo su control.
    También me ha gustado esa segunda parte en la que recuerda las diferentes preocupaciones dependiendo de las edades de esos hijos.
    Incluso veo, creo que como todos, una cierta nostalgia cuando mira al pasado porque: nos gusta verlos crecer pero también nos gustaría que no crecieran nunca.
    Muy bueno, Rosy. Creo que muchos nos veremos reflejados en tu relato.
    Un besote.
    Pablo.

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    1. Gracias Pablo, siempre tan atento a mis humildes trabajos...
      Un besote

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  2. El tiempo pasa y las preocupaciones no terminan, sino que cambian, cuando se tienen hijos se firma un contrato de por vida y así hay que asumirlo. Sé que es ley de vida, pero a mí me gusta más la primera etapa, más juguetona, además, también era más joven.
    Un abrazo, Rosy

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    1. Yo también la añoro, aquella época parecía que no terminaba nunca y mira ahora, los fines de semana las salidas y entradas a la cama son contantes...
      Gracias Ángel

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  3. Antonio B.9/7/15, 17:32

    El ciclo de la preocupación; padecer por lo mismo que nosotros hicimos padecer.

    Bien empleada esa secuencia de 3 números que en esta ocasión llevan al final deseado. Y sobre todo, esa profunda reflexión sobre lo necesario de poner tiempo de por medio para dar el valor justo a lo que nos ocurre.

    Me ha gustado, Rosy.

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    1. Me encanta el análisis que haces de este micro.
      Gracias Antonio.

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  4. Como muy bien dejas dicho en el título, Rosy, esta preocupación se repite o sucede "cada vez que sales". Muy bien contada esa inquietud paternal o maternal expresada en tres horas puntuales. Enhorabuena.
    Va, por tanto, "Mi me gusta" y con él un saludo.

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    1. Mira que me cuesta, pero el título esta vez a mí me parece el idóneo pues es el meollo de la cuestión.
      Un abrazo.

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  5. Me encanta ese "te acuestas y sonríes", Rosy. Y eso voy a hacer yo ahora después de leerte: acostarme y sonreír recordando las buenas historias que se leen aquí.
    Un abrazo.

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    1. Margarita, me gusta haberte propiciado ese descanso, ¿ves? para algo ha servido escribirlo...
      Gracias preciosa.

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  6. Asun Paredes10/7/15, 2:28

    Genial, Rosy. Esos despertares para encontrar camas vacías son la pesadilla de muchas madres. Lo sé de buena tinta: tengo tres adolescentes en mi casa. Son las 2.20 y acaba de llegar la última, así que ya me puedo ir tranquila a la cama, que mañana hay que madrugar para trabajar.
    Un abrazo.

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    1. Veo que estamos en la misma onda... yo tengo dos... pero una abulta como cuatro... jajajajaj
      Un abrazo...

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  7. M Belén Mateos Galán.10/7/15, 15:59

    Has sabido concentrar de manera fantástica la preocupación , la inquietud de no saber si habrá llegado, le habrá pasado algo... Y ese suspiro de paz cuando ya está todo en orden.
    Cuando crecen, crecen con ellos las preocupaciones.
    Un 50 genial
    Un abrazo Rosy.

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    1. Si, lo malo es que las preocupaciones son de por vida... pero ¡¡¡qué haríamos sin ellos!!!
      Gracias, un abrazo

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  8. Muy bien expresada esta preocupación cintinua de los padres, si bien es verdad que es más acentuada en las madres. Hay además mucha ternura implícita en tu historia.
    Enhorabuena y un abrazo.
    Enrique.

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    1. Sí, creo que tienes razón, las madres estamos más encima de esas cuestiones...
      Un abrazo Enrique, gracias por tus hermosas palabras.

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  9. Xtina Camacho10/7/15, 17:42

    Hola, Rosy.
    Desde este lado del Mississippi la verdad es que cuando van pasando las horas de la noche también nosotros nos preocupamos por los papás intranquilos, pero el tiempo no espera a nadie y más tarde que temprano nos toca a los peques vivir.
    Un saludo cariñoso.

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    1. Hombre, me gusta saber que también nos tenéis en cuenta.... al fin y al cabo nos llega a todos.
      Muy agradecida por tu interesante comentario.
      Un abrazo

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  10. Una angustia y una desazón por la que está visto que nos toca o ha tocado pasar a todos los padres. Pero sobre todo a las madres, que somos las que estamos permanentemente con un ojo abierto, cuando no en un continuo ir y venir a su habitación. Y ellos tan felices, ajenos a nuestra intranquilidad. ¡Pero qué demonio, si nosotros también lo hemos hecho de jóvenes! ¡Qué pronto lo hemos olvidado!
    Un saludo, Rosy.

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    1. Uy Mª Jesus aparte de otras muchas cosas.... y los fines de semana por no esperar al buho... ir a buscarles... si me hubiera dedicado a taxista me habría hecho de oro, ¡si yo te contara!
      Un besote y muchas gracias.

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  11. Poco a poco los hijos pasan a ser actores de su propia vida, y las preocupaciones se van interiorizando, escapando a nuestro control. Muy bueno, Rosy. Un abrazo.

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    1. Gracias Salvador, siempre es un placer leer tus comentarios.
      Un abrazo

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  12. Por lo general, las horas de levantarse a mirar, primero la cama y si está vacía, asomarse a la ventana, van aumentado con la edad de los polluelos. Dentro de unos años tu protagonista hará su primera ronda a las tres. ;-) Me ha gustado mucho cómo nos lo cuentas, Rosy. Un saludo.

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    1. Gracias Matrioska, espero que ellos también las hagan y en venganza, yo me dedicaré a malcriarlos.... jajajaja
      Un abrazo

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  13. Rosy, ¡qué bien cuenta y transmite ese miedo, eterno, de las madres por la seguridad y bienestar de los hijos! Siempre son un motivo de preocupación. ¡Excelente!
    Saludos.

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    1. Hola amigo, gracias por tus palabras.
      Un besote

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  14. Querida Rosy, una de mis frases estrella es: "Con los hijos, sempre hay algo". Siempre se tiene el corazón en un puño, desde que son concebidos hasta el final de nuestras vidas. Supongo que es el sino de todo progenitor.
    Perfectamente expresado y aunque mis hijas todavía no tienen edad para trasnochar, me he visto totalmente reflejada.
    Un beso fuerte.
    Malu.

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    1. Siempre, y si no hay motivo, lo buscan...
      Ya verás ya.... pero disfruta de este momento se pasa tan rápido....
      Un besote enorme, guapa

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