El heterodoxo del año

Como todos los años, se ha celebrado el Certamen Internacional de Teología. Filósofos de todo el mundo presentaron sus propuestas de divinidad. El ganador recibió el Premio a la Ortodoxia. Al perdedor, declarado Heterodoxo del Año, le quedó el consuelo de protagonizar la clausura. Fue quemado lentamente en la hoguera.
Escrito por Plácido Romero - Twitter

13 comentarios :

  1. Paradójica organización de certamen. Afortunadamente era de Teología, si hubiese sido de brujería, no sé que hubiera pasado.
    Genial relato Plácido.
    Un abrazo.

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  2. Plácido, por lo que explicas en tu micro, los del certamen teológico no tienen un punto medio, o te encumbran o te queman.
    Bien contado.
    Besos

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  3. Creo que hubiese sido mejor no protagonizar la clausura, en este congreso no tienen término medio.
    Buen relato Placido.
    Un abrazo

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  4. En mi humilde opinión, este texto es mucho más profundo de lo que parece. En realidad en el concurso ficticio se premia a quien pregona y se somete al estado actual de las cosas. Por el contrario, la disidencia se castiga con la muerte.
    Muy bueno e interesante, Plácido.
    Saludos.

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  5. Siempre nos dicen que lo importante no es ganar o perder, sino participar. Puede que sea así muchas veces, aunque no en este caso, el de un juego al que se envuelve con la más solemne trascendencia y se toma demasiado en serio. Ahí está, creo, el meollo de este relato, en la radicalidad, una rigidez que ve amenaza en todo lo distinto, aunque sólo se trate de matices. Un relato felizmente heterodoxo.
    Un saludo, Plácido

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  6. Yo me voy a quedar callada no vaya a ser que haya un concurso de comentarios y quede "finalista".
    Me ha encantado, Plácido.
    Un saludo

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  7. ¡Ay qué poco se tolera a los heterodoxos! Por más dialogantes que nos proclamemos, admitimos mal que nos contradigan, que los otros sean diferentes, que rebatan nuestras más firmes creencias. Qué poco dados somos a la argumentación, al pensamiento, a escuchar a los otros.
    Y no digamos ya si el heterodoxo en cuestión tiene una inteligencia superior y se adelanta en siglos a su tiempo, ese tiene asegurada la hoguera, como le ocurre al protagonista del microcuento.
    Estoy recordando al respecto a Giordano Bruno, al que abrasaron en Roma. Galileo, en mi opinión, fue más inteligente, pues prefirió no convertirse en un mártir más de la verdad. Pensaría, con toda lógica, que la Historia le daría la razón.
    Muy sutil el microcuento y, aun en el siglo XXI, de plena actualidad. Enhorabuena, Plácido, y mis saludos.

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  8. Para algunos, el tener ideas diferentes no entra en sus cánones. Como para suspender un examen de Teología.
    Buen relato, Plácido, con su mensaje.
    Un abrazo.

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  9. A mi, por si acaso, que no me inviten. Jajaja. No sería tampoco la primera vez que queman a alguien en la hoguera por tener ideas propias. Lo que más me gusta es lo que leo entre lineas.
    Un beso, Plácido.

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  10. Excelente micro sobre los peligros del fanatismo ortodoxo de cualquier tipo. Me ha encantado, Plácido. Un abrazo.

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  11. Ya le ponen a uno las cosas difíciles cuando quiere permanecer fuera del redil, como para tener que someterse al sectario escrutinio ortodoxo para que te “distingan” como heterodoxo del año. Me gusta esa fina ironía con la que has tratado el tema, Plácido. Un saludo.

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  12. Es que hay que leer bien las bases de los concursos y, sobre todo, evitar en lo posible someterse al dictamen de mentes estrechas.
    Muy buen relato, Plácido.
    Enhorabuena y saludos.

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  13. ¡Ja! Ironía y Teología: una heterodoxa (y acertada) combinación.
    Saludos cordiales, Plácido.

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