Y líbranos del mal

Me había adormilado en el sofá. Al pasar por el pasillo vi luz en su habitación.

—Hugo, apaga la luz y duérmete ya. —Ni se inmutó—. ¿Cariño, me estás escuchando? Mírame cuando...

¡Tininín! Saqué el móvil: "Mamá, soy Hugo, estoy en el armario. Socorro. Hay un monstruo en mi cama".
Escrito por Raquel Tevas Cisneros

48 comentarios :

  1. Miedos nocturnos y madres salvadoras, como muy bien has titulado "Y líbranos del mal".
    Original relato Raquel, me ha gustado.
    Besos.

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    1. Me alegro que te haya gustado Javier.
      Un abrazo,

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  2. Los monstruos habitan la noche inquieta de los niños (y no tan niños). Buen relato, Raquel.
    Un abrazo.
    María José

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  3. Jopé, que yuyu da leer tu relato. Casi que no apetece meterse en la cama, por lo menos durante una temporadita. Suerte y saludos.

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    1. ¡Me encanta que de yuyu! Es ek mejor comentario que me podías hacer jiji:)

      Un abrazo Jesús,

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  4. Pues sí, da mucho miedito tu relato, Raquel.
    Qué bueno.

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    1. Gracias Patricia. A los que nos flipa el misterio y el miedo, nos gusta por esas sensación de desconcierto que te deja. Esa puerta a lo desconocido, y ese morbillo que da. Eso era lo que quería conseguir, no sé si lo he conseguido... pero que de miedito es buena señal. Me quedo contenta.
      Gracias por comentar. Deseando leerte este mes.

      Un beso,

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  5. Este giro de tuerca a la existencia de los monstruos nocturnos, lejos de ser retorcido, deja sobre la mesa un fresco matiz terrorífico con vibrante acento narrativo...me pone en aquel de "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí"...¡Genial!

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    1. Guau, gracias Bocanegra por la comparación. Me hace muy feliz tu comentario.
      Un abrazo,

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  6. Los miedos nocturnos, además de la imaginación infantil que produce monstruos, están muy bien hilados en este relato, con una madre que pasa de la sorpresa a la comprensión, pues seguro que también experimentó lo mismo de niña. Esos padres y madres con capacidad ilimitada para librar de todo mal a sus hijos, al menos hasta que llegan a la adolescencia, luego las percepciones cambian.
    Un abrazo, Raquel

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  7. Atrapa la historia y el modo de contarla, como una realidad capturada entre el adormilamiento de la madre y el mundo onírico del niño. O quizás no sea un sueño, y el miedo se hizo corpóreo en el templo del descanso y pasara de la clandestinidad del fondo de un armario a un descarado desafío a plena luz.
    Pues sí, sí da miedito.
    Muy buen relato, Raquel. Enhorabuena.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Antonio, si lo de estar adormilada era para que no sepas si es realidad o puede que un sueño. Has acertado con eso. Me encanta que de "miedito".

      Un abrazo

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  8. Al estilo de Stephen King, con frases cortas pero suficientes, nos pintas una escena cotidiana donde lo que menos se espera es el zarpazo final, Raquel.
    Me ha encantado desde el título. Me recuerda a las oraciones nocturnas que los padres enseñan a los niños y que suelen pronunciarse antes de ir a la cama.
    Un abrazo.
    Vicente

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    1. Gracias Vicente, valoro mucho tu opinión. El título es por la oración de antes de dormir, y para darle un toque de ente maligno al relato.

      Un abrazo muy fuerte,

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  9. El hijo sufre terrores nocturnos, pero la madre -y el lector- también se lleva un buen susto. Qué miedo.
    Un buen micro. Un abrazo, Raquel.

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  10. Raquel, nos presentas una escena muy cotidiana que de repente da un giro y nos hace dar un respingo.
    A mi me parece que hay alguien en esa cama... porque el niño está en el armario...
    Intrigante micro.
    Besos

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    1. Exacto Pilar, de hecho pensé poner hay un extraño en mi cama. Un extraño que es exactamente igual que su hijo ¿un demonio? ¿Un extraterrestre que usurpa la imagen del niño como en la famosa película de terror antigua? pero me decidí por un monstruo por el mundo infantil, y para enlazarlo con el armario.
      Gracias por tu comentario.
      Un beso,

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  11. ¡Es muy bueno!
    Placer de leerte Raquel, no te conocía
    Besicos

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    1. El placer en todo caso es mio.
      Besos para ti también.
      Un saludo.

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  12. ¡Qué inquietante! Un impostor ocupando la cama de tu hijo. Y después qué, ¿cómo sigue la historia? Nos dejas en ascuas, Raquel. Malvada.

    Besos.

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  13. ¡Ríete tú de la escena de la niña del Exorcista subiendo las escaleras! La imagen que nos dejas con tu micro es escalofriante. Los monstruos que siempre han habitado en los armarios, ahora se apoderan de las camas. Muy bueno, Raquel, enhorabuena, espero que tu micro llegue muy lejos este mes, lo has bordado. Un beso.

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  14. Muchas gracias Matrioska.
    Besos,

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  15. ¡Encantador el relato! Tierno y con ese puntito de nuevas-tecnologías-que-todo-lo-copan. M'ancantao, Raquel. Lo mismo entran ganas de abrazar a Hugo que quitarle el móvil y esconderlo debajo de la cama... Bueno, ahí no que pueden haber monstruos ;)

    Salut!

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  16. Gracias Dipandra por tu enfoque. Mi intención es que diera "yuyu". Pero la relación entre madre e hijo, si puede parecer tierna. Para mi próximo relato de suspense mi reto será "acojonarte" jajaja ¡que bruta soy! Bueno intentaré darte miedito a ti también Dipandra jajaja

    Un saludo guapa,

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  17. Me gustó mucho tu relato, Raquel. Me quedo con las ganas de acercarme a la cama, ver qué cara tiene el “bello durmiente” y sacudirlo para ver su reacción. Es que yo en la ficción soy muy valiente. Jaja.

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    1. Te comprendo, a mi me pasa lo mismo.

      Un saludo Georges,

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  18. Miedos, monstruos, camas y armarios, la combinación perfecta!!! Y el teléfono que moderniza la escena jeejje.Me ha encantado tu micro. Enhorabuena. Besitos

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  19. Perfectamente preparado ese golpe de encontrarse con una realidad inesperada y aterradora. Y ese monstruo, al que imaginamos vuelto de espaldas y ocultando su rostro...
    Terrorífico y simpático a partes iguales.
    Un abrazo, Raquel

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  20. Tiene mucho ritmo tu micro, Raquel. No aburre en absoluto.
    Mucha suerte con los votos.
    Besito virtual.

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    1. Gracias María Jesús.
      Besos virtuales a ti también.

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  21. Voy a tener que dejar de leer esta página a estas horas porque miedo me da irme a la cama.
    Solo una objeción, Raquel, con tu permiso y con todos los respetos: yo hubiera puesto el "socorro" al principio de la frase del niño para enfatizar más el susto, pero bueno, solo es una apreciación.
    Un abrazo

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  22. Pues tienes toda la razón, al principio queda más terrorífico.
    Buenas noches Margarita y que sueñes con los "angelitos" Jijiji

    Un abrazo

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  23. Imagino la situación y con lo miedica que soy me da un jamacuco. Muy logrado, Raquel. Un abrazo.

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  24. Muy bueno Raquel... un miedo clásico reinventado de forma magistral...
    Un abrazo y me voy asustado con Margarita.
    Saludos!!!

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  25. Gracias Jean :)

    Un abrazo,

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  26. Un relato que recuerda esos temores enjendrados en nuestra infancia a base de imaginación. Muy bien contado. Ojalá esa imaginación siga viva para que , cuando sea mayor, cuente historias como esta.
    Besos, Raquel.
    Pablo.

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  27. José Ramón SV18/9/16, 7:47

    ¿Y no tendrá ese móvil ninguna aplicación espanta-monstruos? ¡Qué bien le vendría! :) Saludos.

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  28. Si le vendría muy bien ahora. Se me ocurre que le puede hacer una foto y ahuyentarlo con el flash, o encerrarlo en el móvil en un gift terrorífico, que se haga viral e infecte por Internet a todo el mundo hasta que no quede un solo niño humano... JAJAJA XD

    Gracias por tu comentario José Ramón.
    Un abrazo,

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  29. ¡Amén! ¡Qué miedo Raquel!
    Pues a la madre no le queda otra que entrar y sacar al niño del armario y luego salir corriendo.
    Besos.
    Malu.

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