Home, sweet home

Cuando estaba encerrada en el castillo, decidió entrenar palomas para enviarle mensajes de buenas noches a su amado, pero nunca recibió respuesta. Logró escapar (sin ayuda de él), y lo encontró con otra princesa, cuatro hijos, ¡ah!, y un perro. Regresó al castillo donde el dragón la recibió muy felizmente.
Escrito por Geyna López - Twitter

29 comentarios :

  1. Geyna, a esta princesa la va a tocar cambiar el cartel de hogar dulce hogar de domicilio, está visto que su marido no la ha echado nada de menos.
    Geyna, una buena historia fantástica.
    Un abrazo.

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    1. Lo más probable es que lo haga...gracuas Javier. Un beso enorme

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  2. Acorde con los tiempos esta princesa actualiza prioridades y ejerce como dueña y señora de sí misma. Bien mirado, un dragón que demuestra empatía puede ser un lujo como amante y compañero.
    Una versión del clásico que rompe moldes, Geyna. Saludos.

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    1. No había visto por ese lado al dragón pero tienes razón. Salio ganando. Gracias Manuel. Encantada de tu respuesta.

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  3. El hogar se encuentra allá donde logremos un espacio propio y un acompañamiento afín, sea este último de la especie que sea. Los príncipes ya están un poco pasados de moda y a veces rozan lo cursi, tienen todas las de perder si se les compara con un buen dragón, así que tu protagonista ha salido ganando.
    Un saludo, Geyna

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    1. La verdad a mi los príncipes ni me gustan, prefiero cambiar yo un neumático a esperar ser rescatada. Pero esta historia siempre la quise cambiar, el dragón después de todo no es tan malo como lo pintan. Saludos Ángel. Gracias.

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  4. Ay, el mito del amor romántico, cuánto daños nos hace, ¿verdad, amiga? Reponte pronto, deja que tu dragón cambie lágrimas por sonrisas y ve a comerte el mundo, que no todas las princesas pueden presumir de contemplar a sus súbditos a lomos de un dragón.
    Me ha gustado mucho, Geyna.

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    1. ¡Ya me vi mi Patricia por los cielos, montada en mi dragón! Lo que si es que mi protagonista aprendió una lección muy grande y ahora seguro es mas feliz que esperando a aquél hombre. Innombrable por supuesto jaja...a la gran señorita Richmond le ha gustado, Oh my God! Dicen los gringos. Gracias mi Patricia. Saludos

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  5. Nadie tan fiel y agradecido como un dragón.¡Dónde va a parar!¡Ponga un dragón en su vida!
    Bella historia. Felicidades Geyna.
    Abrazos.

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    1. Si tan sólo existieran, tendría tres en mi cuarto aunque a mi madre le daría el ataque. Lo bueno que la imaginación vuela para encontrarlos. Muchas gracias mi Rafa. Besos y muchos abrazos.

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  6. Mucho más simpático el dragón que el príncipe; ya se sabe que las monarquías están en decadencia. Y, como amante, su fogosidad está asegurada.
    Me ha gustado mucho, Geyna. Besos.

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    1. Simpatiquísimo Carmen. Gracias pir leerme. Un saludo. Encantada que te guste. Besos de regreso

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  7. ¡Cuanta historia, tiene tu historia!(valga la redundancia).
    Estupendo el tono que has escogido para contarlo, y lo del dragón, a falta de pan...
    Te deseo suerte

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    1. Y aunque no faltara. Otro final y si feliz, quien quite y ella sea mas feliz que la esposa del príncipe. Con un dragón de mascota hasta yo. Muchas gracias María. Besos y más besos.

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  8. Siempre he mostrado simpatía por el dragón de los cuentos. No es tan malo y me encanta, Geyna, que coincidas conmigo (o yo, contigo...). Te felicito.
    Besos.

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    1. Pensamos sincronizadamente, hay que mirar bien desde antes del "Había una vez..." y claro que no es tan malo. Muchas gracias María José. Besos infinitos.

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  9. Estos no son tiempos para que las princesas asusten a los caballeros con fieros dragones.
    Un buen micro. Saludos, Geyna

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    1. ¿Verdad? Éstos tiempos de ahora, me pregunto si ahora habrá que rescatar al príncipe...en fin, te agradezco Plácido. Besos.

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  10. ¡Qué se quiten todos los príncipes del mundo, con perro incluido! Mucho mejor un dragón y un castillo para una princesa sola, que haga y deshaga a su antojo. Mucho más agradecidos los dragones, sin duda.
    Genial historia, Geyna.
    Un beso.
    Malu.

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    1. Jajajaja...me ha causado risa pero estás en lo cierto. No jah que tener miedo a la soledad, a veces acompañada de un dragón no hay comparacion de sensaciones. Te agradezco mucho Malú. Un beso grande grande.

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  11. Lo que nos muestra tu texto podríamos equipararlo, de aquella manera, a ese refrán que dice "más vale malo conocido que bueno por conocer". Sobre todo si lo bueno no parece estar por la labor con tanto hijo, princesa y perro. Suerte y saludos, Geyna.

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    1. No hay mejor refrán que caiga anillo al dedo. La que le espera al príncipe con las croquetas. Gracias Jesús. Muchos sludos de regreso

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  12. ¿Sabes qué tiene que decir tu princesa prisionera, Geyna? Pues que a ese príncipe, con princesa, principitos y perro principesco, ¡que les den! Probablemente va a ser mucho más feliz con su dragón que, según apuntas tiene cierta predilección por ella, porque ya se sabe que el roce hace el cariño y tras este, lo que buenamente venga...
    Me has recordado, aunque salvando distancias y sexo, a esa dragona enamorada de «Shrek» ('Shrek', Andrew Adamson y Vicky Jenson, 2001) (sí, aquella que termina junto a Asno). Pero ya te digo, salvando distancias.
    Enhorabuena por tu simpática historia que me ha gustado tanto como esas perdices que, a buen seguro, terminarán comiendo al final dragón y princesa, porque serán muy felices. De ello no tengo dudas. Y tú tampoco, por ese título muy bien elegido.
    Mucha suerte y un abrazo.

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    1. ¿Qué te puedo decir? Lo has dicho todo, sabes que siempre que pienso en un dragón me acuerdo tanto de esa dragona que dices. Mi mente leída y me asustas. Ni tantita duda me cabe que serán felices con todo y "barriga llena, corazón contento". Te agradezco mucho tus palabras. La suerte a ti y un beso y abrazo enorme. Gracias de nuevo José Antonio.

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  13. Poco puedo decir, pero tener un dragón es muy práctico.

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    1. Lo sabrá la princesa, ¿Verdad? Gracias por leerme Maite...besos

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    2. Sí, lo sabe, vaya si lo sabe, ja,ja,ja,. Un beso.

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  14. Todo indica que ese príncipe no merecía tanto esfuerzo ni desvelos, porque podía haberle contestado al menos. Espero que le vaya muy bien en el castillo, una vez desengañada, pero sobre todo que pueda entrar y salir cuando le apetezca, quizá volando feliz sobre ese dragón que parece haber pasado de guardián a fiel amigo. Muy simpático, original y bien contado, en mi opinión, Geyna.
    Enhorabuena y un abrazo.

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    1. "No merecía tanto esfuerzo ni desvelos", creo que has dado en el clavo. Y pues es verdad, mínimo que se dignara en regresarle una notita con las palomas que le mandaba, si tan sólo huboera existido el whatsap...lo qie si es que ahora de seguro bien lo dices sera feliz en el lomo del dragón zurcando los cielos. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo muy grande y gracias por leerme. Besos

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