La 87ª noche del emigrante (II)

Bajó con todos al antro de turno, previo pago al portero, y lo sacudió un fuerte olor a tabaco. Pese al house atronador y el acento local, entendió que tocaba otra.

Prost! —exclamó, jäggermeister en mano.

Las carcajadas lo acompañaron hasta el baño. Su móvil seguía vibrando en la chaqueta.
Escrito por Álex Garaizar
Parte I | Parte II | Parte III

8 comentarios :

  1. Este inmigrante parece ir poco a poco adaptándose al nuevo contexto en el que vive, sin embargo, esa vibración de última hora en su chaqueta inquieta un tanto.
    Saludos, Álex.

    ResponderEliminar
  2. Qué atmósfera... y qué intriga. ¿Yoda o Han Solo? Capitán, quiero la novela entera.
    Buenas vacaciones, Álex.

    ResponderEliminar
  3. Pienso que hay que distinguir dos mundos en tu micro: el que esta persona dejó atrás y el que le rodea ahora... Separados por la distancia física pero a tiro de piedra virtualmente... Siempre que se cojan las llamadas, claro. Maravilloso, Alex. Maravillosa segunda parte. Un abrazo. Feliz verano.

    ResponderEliminar
  4. Tu personaje, como bien ha apuntado Manuel, parece que se va adaptando poco a poco al entorno. El alcohol suele hermanar mucho. Esa llamada al final, aunque misteriosa, parece puesta ahí para recordarle quién es y de dónde viene, que quizá la integración total es una quimera.
    No sé dónde estarás en este momento, pero te encuentres donde te encuentras, no dejes de ser feliz, que te lo mereces.
    Un abrazo de verano Álex

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias, Manuel, Patricia, María José y Ángel.

    En realidad me di cuenta al poco de publicarlo de que quizá no transmito bien que intenta encajar pero no lo consigue. Son "él y todos", baja a un antro, tiene que pagar, le sacude un olor, la música no le deja oír bien, al acento no se acostumbra, y le "toca" beber. Pese a todo, intenta obviar el conflicto que tiene dentro y hacer como que no pasa nada, y brinda como los demás, pero el chupito le sienta fatal (les pasa a muchos con el jägger) y va a vomitar al baño corriendo mientras todos se ríen (esto es lo que creo que no se entiende tal y como lo he puesto, que se ríen de él). El teléfono está ahí para simbolizar que él ya ha decidido dar la espalda a su pasado pese a todo, que está construyendo un nuevo yo.

    En fin, procuro no desmenuzar mis propias historias, pero es que esta me ha quedado un poco regular, probablemente.¡Abrazos para todos!

    ResponderEliminar
  6. Peesonalmente,lo que mas me ha gustado es la atmosfera. El tema,tambien interesante.

    ResponderEliminar
  7. Supongo que habrá una tercera parte, que espero inquieto. Confío en que el emigrante no se naturalice alemán.
    Saludos, Álex

    ResponderEliminar
  8. Estés o no totalmente contento con esta historia, en ella están esas cosas que tanto me gustan de tu modo de hacer y que te obligan siempre a desmenuzar cada frase teniendo siempre en cuenta que poco o nada está ahí porque sí. Por no hablar del ser humano que, indefectiblemente, late dentro del personaje principal.
    Muy buen relato, en mi opinión.
    Un abrazo, Álex.

    ResponderEliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!