Egoísmo

Era la hora de comer, pero no le apetecía probar bocado. Era la hora de cenar, pero seguía sin tener hambre. Hora de ir al trabajo y prefería quedarse en cama. Nada le satisfacía. Se sentía desgraciado. Un accidente cuasi mortal le hizo recapacitar y ya comenzó a sentirse feliz.
Escrito por Iñaki Ferreras - Web

11 comentarios :

  1. Eduardo Martín Zurita7/1/18, 12:57

    Hola, Iñaki.
    No hay nada como haber tenido cerca la muerte para reflexionar y modificar parámetros y actitudes. Y ser feliz con cualquier cosa. Un ser insatisfecho, desgraciado, que seguramente echaba la culpa de sus problemas a los demás. Un ser que va a lo suyo. Un egoísta indirectamente. A mi me parece un pasota, un vago integral más que otra cosa. Igual es un existencialista. Un abrazo.

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  2. Es cierto, nada como ver lo que puede pasar para sentirse vivos. Qué raros somos. Qué certero el micro.

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  3. Carmelo Carrascal7/1/18, 20:22

    Iñaki, me parece muy sugerente tu micro.

    Es más, algún psicoterapeuta atento a lo que narras, podría caer en la cuenta de que, dependiendo del grado de resiliencia del paciente depresivo, un hecho desgraciado que le afecte directa y gravemente, bien trabajado por el/la psicólógo/a, por paradójico que esto se muestre, podría actuar a modo de espoleta que desencadene el proceso de recuperación e inicie el camino de la curación Ahí lo dejo caer.
    Saludos!

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  4. Si es cierto que el hecho de existir, aun con sus problemas constantes, es un regalo o un don, no aprovecharlo por no hacer un mínimo esfuerzo quizá no sea un delito tipificado como tal, pero debería serlo. Funcionamos a base de estímulos, necesitamos empujoncitos que nos estimulen y despierten del letargo en el que a veces se puede caer.
    Un relato vital y animoso, con el mérito de que al principio parecía lo contrario.
    un saludo, Iñaki

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  5. Una desgracia, la cercanía de la muerte, puede ser un revulsivo que devuelva las ganas de vivir a alguien sumido en la más absoluta apatía. El tedio del personaje puede deberse al egoísmo que citas en el título o a una dolencia de carácter mental. Lo que está claro es que ha sabido reaccionar a tiempo.
    Un micro terapéutico, Iñaki. Un fuerte abrazo.

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  6. Feliz desenlace para una depresión. Notar la presencia de La Parca, puede hacernos reaccionar en positivo.
    Con la forma de narrar que has escogido, nos has metido de lleno en la historia.
    Suerte, Iñaki.

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  7. Algunas veces en la vida, el antídoto está en el revulsivo; nace el coraje cuando nos aplasta la injusticia; el valor, cuando el miedo nos cerca; las ganas de vivir, cuando la muerte nos ronda.
    Bien visto y bien bcontado, Iñaki. Saludos.

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  8. Muchas veces despreciamos lo que tenemos por creer que siempre va a estar ahí. No hay nada como perder algo, o estar cerca de perderlo, para darte cuenta del valor que tiene, en el caso del protagonista de tu micro, las ganas de vivir. Buen micro, Iñaki, felicidades. Saludos.

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  9. Nada como probar el susurro de la muerte para espabilar. No reconocemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Un beso.

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  10. ¡Mil gracias a todos los que me habéis comentado! Es el empujoncito que un escritor siempre necesita.
    Bsss

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  11. Algunos sucesos importantes pueden suponer un punto de inflexión en nuestras vidas, haciéndonos ver la realidad a partir de ese momento con la perspectiva necesaria. Muy buen planteamiento, Iñaki.
    Saludos.

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