Mostrando entradas con la etiqueta Gabriel Ramos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gabriel Ramos. Mostrar todas las entradas

Lectura de mano

La gitana leyó la palma de su mano y descubrió que aquel sujeto sería su asesino en dos o tres días más. Así que lo invitó a su casa, lo instaló en su sofá más cómodo y con toda serenidad fue a la cocina por el mejor cuchillo que tenía.
Escrito por Gabriel Ramos

Que a ti te respete

—Mamá, mamá, hoy en la escuela Pablo me volvió a pegar.

—Ahora que lo veas nuevamente, enséñale que a ti te tiene que respetar. Dale con todo lo que tengas.

—Sí mamá, así lo haré —dijo Axel apretando el cuchillo que tenía en la mano y escondía detrás de él.
Escrito por Gabriel Ramos

Un día especial

Siempre esperó que su jefe fuera cesado y finalmente ese día llegó. Su espera fue paciente ya que él no podía hacer nada para que aquello ocurriera.

Para celebrarlo fue al bar más cercano, pidió unos tragos, chocó las copas y se dijo a sí mismo: "¡Felicidades, lo hemos logrado!".
Escrito por Gabriel Ramos

Ella

Inició muy al fondo de la casa, siguió por el pasillo y llegó hasta la recámara. Siempre estaba ahí presente, realmente era una monserga, nadie la quería, todos la despreciábamos. Decidimos atacarla y después de una reunión familiar se acordó que llamáramos al plomero para que acabara con esa humedad.
Escrito por Gabriel Ramos

Lotería

A tus 57 años nunca te habías sacado nada en ningún sorteo. Ahora mirabas el boleto ganador con profunda alegría, mientras pensabas en la vida de sacrificios que dejarías atrás y en las formas en que utilizarías el dinero ganado. Sin embargo, también llorabas, no podías olvidar que estabas solo.
Escrito por Gabriel Ramos

Separación

Se habían separado: pleitos, demandas, amenazas de no volverse a ver. Habían emprendido una nueva vida, cada quien sus gustos, diferentes actividades y entretenimientos. Un día él le escribió a ella y le preguntó:

 —¿Qué estás haciendo?

Ella le contestó:

—Estoy jugando a que ya te olvidé... y voy perdiendo.
Escrito por Gabriel Ramos

Memoria

Había perdido la memoria, anduvo desorientado por muchas calles. Trataba de reconocer la puerta de su casa, hasta que encontró una parecida. Dudó mucho en tocar, finalmente lo hizo. Abrió una mujer que, tras un momento de silencio y con expresión de enojo, dijo:

—¡Te dije que algún día regresarías!
Escrito por Gabriel Ramos

Liberado

Mientras acomodaba lentamente sus cosas en una caja, pensaba que por fin, después de tantos años en ese lugar, quedaría totalmente liberado. En unos minutos, saldría a la calle y sería dueño de su tiempo y acciones, por fin haría lo que realmente le interesaba. En unas horas estaría… jubilado.
Escrito por Gabriel Ramos