La antesala del destino huele a mar

Cónsul, canciller y jefe de visados me rodeaban. Al oír al cónsul, se repetía en mi mente un pensamiento: ¿a cuánta gente del país habría humillado por un visado? ¡Cuánto estarían disfrutando ahora separando a dos ridículos enamorados! Estaba decidido: cruzaríamos juntos.

El estrecho nos ahogaba. El estrecho... nos ahogó.
Escrito por Sandra Campos - Web

2 comentarios :

  1. Los papeles, ¡ay, los papeles!, que permiten cruzar fronteras invisibles entre la angustia y la felicidad. Los papeles nos convierten en simples números. Mas allá de los papeles, están las personas y sus historias. ¿Seguirás contándonos la tuya?
    Un beso y mi "me gusta".

    Lola Pacheco

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  2. Ojala se pudiera ser ciudadano del mundo,todos desde siempre y para siempre.

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