En partes

El asesino, todavía temblando, cortó el cuerpo en seis partes. Lavó los instrumentos de trabajo en la bañera: con un chorro de agua fría y detergente barato. Colocó el tronco y las extremidades —ceremonioso— sobre la cama. Tomó la cabeza del cadáver entre sus manos y ésta abrió los ojos.
Escrito por Sergio F. S. Sixtos - Web

8 comentarios :

  1. Estremecedor. Si algún día me pasa, no me gustaría verme troceada. Saludos

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  2. A eso se le llama aferrarse a la vida. Muy inquietante y curioso final abierto. Un saludo

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  3. uauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu qué bueno!

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  4. Me encantó, me gusta el género y los microcuentos/ relatos.
    Saludos.

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  5. algo macabro , igual me gusto

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  6. está muy bien abrir los ojos en ese momento jjaja

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  7. Ahmmm...estremecedor es. Ya sería peor que ella sacase una granada, que ahí ya habría que empezar a correr.

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