Sobresalto

Con la sombra a sus espaldas la figura lánguida del soñador buscaba una luz que iluminase su despertar. Unos pasos entre calles oscuras, huellas silenciosas. Al doblar la esquina alguien le pidió unas monedas y se hizo la luz; al abrir la cartera el filo de la navaja lo deslumbró.
Escrito por Leire Frex

2 comentarios :

  1. ¡Magnífico! La brusquedad de la navaja me ha despertado del suave y poético comienzo.
    Un abrazo.

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  2. Muchas gracias Patricia, me alegro te gustase.
    Un abrazo.

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