Memoria rota (dedicado a mi abuela)
Al ritmo de la música, bailando con cada estribillo, se pintó los labios de rojo, su color favorito. Los recuerdos se aglomeraron en su cabeza y al son de la canción volvieron a desaparecer.
Batas blancas y hospitales. Niebla en la memoria.
Y volvió a ser joven, niña... y durmió.
Batas blancas y hospitales. Niebla en la memoria.
Y volvió a ser joven, niña... y durmió.
Muy bello,breve y claro......y muy duro
ResponderEliminarUn relato conmovedor, escrito con elegancia...
ResponderEliminarSaludos
Impresionantemente precioso, a pesar de la dureza que encierra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un proceso triste, narrado con pinceladas poéticas y mucho estilo. Qué duro es siempre el final, no sólo para el que lo sufre, también para los que lo presencian.
ResponderEliminarGran homenaje a una (seguro) gran mujer, lleno de cariño y respeto.
Enhorabuena
Muchas gracias por vuestros comentarios..gran mujer, gran abuela y terrible enfermedad que me quito muchos años de alegria juntas..Escrito con todo mi corazon, me alegro mucho que lo hayais disfrutado. Un saludo
ResponderEliminar