Destino

La culpa seguramente fuera mía, era demasiado ácido, parecía condenado a terminar mis días solo. De todas formas, el final estaba cerca, me sentía estrujado, aplastado, exprimido. Después, una larga caída hacia el fondo de la basura y, cuando creía que todo estaba perdido, la encontré... Era mi media naranja.
Escrito por Arturo

3 comentarios :

  1. Muy simpática esta aventura en la cocina de quien se creía demasiado ácido.

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  2. No hay más que dejar de buscar para encontrar y cuando menos se espera. Me gustan las historias que acaban bien ;) Un saludo.
    Fina

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  3. Soledad García Garrido8/7/14, 23:00

    Una historia con mucha pulpa, jugosa. Me gusta.

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