Ocaso sombrío

Es invierno. Casi de noche. El hotel está vacío. Desde una ventana, un débil rayo de luna permite al anciano vislumbrar el final de la carretera. A lo largo de ella no hay nada, ni nadie. Aunque sí; pertinaz e incontrolable, inunda el espacio el acre olor de la soledad.
Escrito por María Ordóñez

10 comentarios :

  1. Un relato contado con preciosas y nítidas imágenes, tan bello como triste.
    Saludos, María.

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    1. Muchas gracias Enrique. Saludos! María Ordóñez

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  2. Me lo imagino con la mirada perdida preguntándose si realmente merece la pena continuar su camino. Emotivo y bellísimo relato.
    Saludos.
    Fina

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    1. Así es... gracias Fina, por leerlo! Un abrazo. María Ordóñez

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  3. No hay nada más triste que el desamparo en el declive de la vida. Un relato de gran belleza y sensibilidad. Suerte, María.
    Un saludo.
    Chusa.

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    1. Sí, la vejez no siempre es amable. Gracias Chusa. María Ordóñez

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  4. Un paisaje de invierno, oscuro y y solitario, identificado con la persona que lo mira, que se encuentra en el ocaso de su vida. Un buen paralelismo que tiene como broche la palabra final, a modo de conclusión fatal: "Soledad". Dicen que por mucho que nos hayamos relacionado al final siempre estamos solos.
    Un saludo

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  5. Así es Ángel. Espero que no nos toque nada semejante! Gracias por tu interesante comentario! María Ordóñez

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  6. Tan triste como real, después de leerlo deja el corazón encogido.
    Felicidades María y enhorabuena por este estreno..
    Besos.
    Malu.

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  7. Muchas gracias, María Luisa, por tu bienvenida. Besos para ti también. María Ordóñez

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