La última carrera

—Ya me gustaría que cogieras esa azada— solía decirle.

Ella se limitaba a sentarse cerca, a ser posible a la sombra. A mí esa compañía me bastaba.

Cuando la sacabas a pasear era la locura y cuando le llamabas acudía veloz, como en la última carrera al cruzar la carretera.
Escrito por Isan

5 comentarios :

  1. Rafael Domingo20/10/14, 10:13

    Dulce recuerdo del "amigo" que siempre está dispuesto a dar cercanía..No abandonéis a ningún animal, por favor. Es más humano no responsabilizarse.

    Buen relato Isan

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    1. Gracias Rafael. Efectivamente es el recuerdo y gratitud hacia el amigo.

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  2. Me ha gustado la simplicidad y la emoción que trasmite.

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  3. Este relato me trae recuerdos propios.

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