No los abras

—Los ojos. Transmiten tanto —esbocé una sonrisa—. Con ellos percibimos la línea luminosa del horizonte, aunque somos incapaces de ver el esplendor de la oscuridad. Deseamos capturar momentos con ellos pero, sin embargo, los cerramos en los más bellos. ¿Por eso los cierras ahora?

Miré más allá de mi pistola.
Escrito por Saioa Etxegia Eizagirre

3 comentarios :

  1. De impacto! Un relato con toda la fuerza. Enhorabuena y suerte

    ResponderEliminar
  2. En el primer párrafo destaca una marcada sensibilidad, que termina fulminada de manera certera y sorprendente con las seis últimas palabras.
    Un texto con buenos ingredientes, contrastados además.
    Un saludo

    ResponderEliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!