Una voz más

—Hay que estropearle el descanso, esta vez se ha excedido. ¿Voluntarios? —les preguntó escéptico.

—Yo lo haré —contestó con firmeza una voz de mujer.

—Tu acto salvará a los hombres —sentenció la voz de mando—, pero quizás acabes siendo la más vilipendiada por ello. ¡Mujer, ve y despierta a Dios!
Escrito por Larin

8 comentarios :

  1. Y al tropecientos día…, le despertaron. Un micro muy original, Larin, felicidades. Un beso.

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  2. Sí, primero, Eva y, después de los tiempos, otra mujer tendrá la culpa de todos los males. Gracias, Matrioska, un beso.

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  3. Buen relato, pero que quede claro que no fue Dios quien vilipendió a la mujer, sino esos hombres a los que salvó. ¡Injusticias del destino!
    Un abrazo y un me gusta.

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    1. Desde luego, Dios no es el culpable, son los hombres. Pero siempre hemos sido rechazadas por ser mujeres y todavía seguimos solicitando ser consideradas igual a los hombres, en cuanto a inteligencia, ser persona, trabajadora y tantas otras cosas, todavía se sigue pidiendo para la igualdad.
      Solamente quise dar un guiño a la valentía de la mujer.
      Gracias Isidro, por comentar y leer el relato. Un beso.

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  4. Es imperdonable, este hombre está mas dormido que un lirón... no sé ni cómo hay gente que sigue creyendo en él.
    Me pierde esa ironía, tan bien conseguida, tan sutil...
    Saludos

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    1. Gracias, Rosy, por leer y comentar. Un beso

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  5. El trabajo no sé si bien llamado "sucio", ese que no se ve y es tan importante, muchas veces lo acomete una mujer, además, sin pensar en las consecuencias, simplemente porque hay que hacerlo. ¿Por qué ocurre esto? Para tratar de contestar a esta cuestión podríamos estar hablando de psicología humana, historia y hasta prehistoria durante mucho tiempo sin llegar a ponernos de acuerdo. En todo caso, pienso que la realidad está ahí y que tú has sabido ponerla en evidencia con pocas palabras, concretamente cincuenta, y de forma accesible.
    Un saludo

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  6. ¿Un Dios durmiente? ¡Así nos va!
    Menos mal que hay mujeres que se ofrecen para despertarlo a riesgo de sufrir su cólera, cólera que no suele emplear con los hombres (y mira tú que hay donde elegir).
    Relato muy original donde los haya. Va mi "Me gusta" y mis mejores saludos.

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