Alguien tenía que contarla

Os agarrasteis uno al otro. No os conocíais de nada, pero a un gatillazo de la muerte vuestras miradas se cruzaron.

Yo no tenía prisa, pero después de la persecución solo me quedaban una bala y cinco minutos de gloria. La elección pasó a ser un motivo desesperado.

Pues disparé.
Escrito por Saioa Etxegia Eizagirre

No hay comentarios :

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!