Mirando al mar

La frágil embarcación iba cargada de sueños y promesas, pero un torpedo de realidades impidió que llegara a su destino. En el muelle seguía la rutina diaria mientras él, haciendo trazos ilegibles sobre la inhóspita superficie del mar, escuchaba en silencio las noticias que hablaban de inmigración, guerras y deportes.
Escrito por Crispín

2 comentarios :

  1. Muy triste, pero así es la vida, la nuestra, insensibles hasta para extender la mano hacia barcos que sólo necesitan un soplo de esperanza para llegar a puerto.
    Es precioso, Crispín.

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  2. Gracias por tu comentario. Siempre será posible que nuestros mayor enemigos, la rutina y la desesperanza, desaparezcan

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