Sobre la pista

Aparece en escena. Decenas de ojos le observan expectantes. Un foco de luz blanca se centra en él. Tropieza, provocando un aluvión de carcajadas. Dichoso, se levanta para volver a tropezar con sus enormes zapatones y su colorido traje, consiguiendo, una tarde más, que la ilusión irrumpa en la pista.
Escrito por Matrioska - Web

24 comentarios :

  1. ¡Bravoooooo! Me levanto a aplaudir a todos los payasos del mundo y la gran narradora que ha sido capaz de hacer tan bello homenaje con tan solo cincuenta palabra.
    Un besote.
    Pablo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y yo me levanto a aplaudirles contigo porque, regalar felicidad con tanta generosidad, no está a la altura de muchos. Muchas gracias, Pablo y un gran beso.

      Eliminar
  2. Antonio B.13/7/15, 17:35

    Y ahí estás tú, dibujándonos una sonrisa amplia como la pista central, desde un asiento sentados en medio del andamiaje de la grada, con muchas palomitas y bastantes años menos.

    No ha sido sólo un excelente relato, también un viaje en el tiempo.

    Gracias Matrioska.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mirándolo todo con los ojos abiertos como platos y con unos nervios que no nos permitían estar quietos ni un segundo pero, sobre todo, como dices, con un buen puñado de años menos. :) Muchas gracias a ti por todo, Antonio. Un beso.

      Eliminar
  3. ¡Qué elegancia y sensibilidad! Me ha encantado, Matrioska porque no hace falta ofrecer situaciones extremas para provocar ilusión y esperanza. Un tropezón, dos tropezones... eso es un arte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo contigo, Luis, para los niños una nimiedad como un tropezón puede ser motivo más que suficiente de alegría e ilusión. Muchas gracias por comentar y un saludo.

      Eliminar
  4. Esa torpeza ensayada de los payasos siempre logra sacar carcajadas, especialmente en los niños. Un bonito homenaje.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La felicidad muchas veces está en las cosas más sencillas. Muchas gracias, Beto. Un saludo.

      Eliminar
  5. Como ya ha dicho Antonio, nos has puesto sobre la pista de un fantástico viaje al pasado.
    Estoy segura de que a ti te han contratado como ilusionista del circo por la magia que has conseguido con tus cincuenta palabras.
    Un saludo, Matrioska.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué cosas más bonitas dices, Margarita! Muchas gracias, eres un encanto. Un beso.

      Eliminar
  6. Grande y denostada profesión la del payaso, que si bien solo es menospreciada por aquellos que no merecen aprecio.
    Buen relato narrado como la breve descripción de un cuadro. Suficiente y justo para hacer llegar toda la carga emotiva.
    Mi me gusta y mi abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Solo quien no ha sido feliz y ha perdido toda inocencia puede menospreciar a los magos de la ilusión. Muchas gracias por tus palabras, Isidro y un abrazo.

      Eliminar
  7. Tu protagonista consiguió que la ilusión irrumpa en la pista, y tú que la niñez irrumpa en mi corazón, recordando esa época tan hermosa en que no necesitábamos más que el tropezón de un payaso torpe y colorido para reír a carcajadas y sentirnos feliz.
    Hermoso relato, Matrioska.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Sandra, me alegra haber conseguido que viajes a la, muchas veces olvidada, etapa de la ilusión y de la inocencia. Un beso.

      Eliminar
  8. "Somos felices al conseguir a un niño hacer reír" decían los Payasos de la Tele en España, en esa infancia que nos has evocado a los que te hemos leído (a no ser que sean muy jóvenes).
    Nunca hay tiempos buenos del todo, siempre sucede algo que los perturba, tanto a nivel personal como colectivo, y la risa es un bálsamo que hace olvidar problemas, o sobrellevarlos de otra manera cuando se deja de pensar en ellos durante un rato. Provocar una sana dicha con dos tropezones, sin meterse con nadie, debe ser considerado arte.
    Un saludo, Matrioska

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y lo es, Ángel. Lo es para los que lo apreciamos como tal. Tuve la suerte de ir con el colegio a un programa de los Payasos de la Tele y todavía guardo fresco el recuerdo de ese mágico día. Hoy sigo cantando sus canciones con la misma ilusión que lo hacía antes. :) Muchas gracias y un saludo.

      Eliminar
  9. Qué sencillo y qué bonito lo has contado. Hacer reír es muy difícil, por lo menos a mí me lo parece, y los payasos siempre lo consiguen con gestos y movimientos sencillos y que aparecen en el día a día. Un aplauso y un beso a todos los payasos del mundo y otro a ti, Matrioska, por habernos traído estos recuerdos.
    Malu.

    ResponderEliminar
  10. Dicen que es más fácil hacer llorar que reír y eso que para hacer reír se necesitan recursos bien sencillos. Muchas gracias, Malu, recojo tu beso y te mando otro grande de vuelta.

    ResponderEliminar
  11. A veces lo que en apariencia parece fácil, como hacer reír a un niño, resulta ser lo más complicado. A veces detrás de una historia sencilla, como ésta, se encuentra una gran narradora. ¡Bravo!, Matrioska.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra verte por aquí, Fina. Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo.

      Eliminar
  12. Precioso homenaje a esa profesión tan difícil: hacer reír. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Salvador. Otro abrazo para ti.

      Eliminar
  13. Qué humor más blanco y entrañable el de los payasos, capaz de hacer reír a padres y niños, y qué bien dibujado con esa figura patosa y llamativa y, al mismo tiempo, tan llena de dignidad.
    Enhorabuena y un abrazo, Matrioska.
    Enrique.
    Enrique.

    ResponderEliminar
  14. Ese humor sencillo y sin dobleces nos gana a todos, niños y no tan niños. Gracias por pararte un ratico a comentar. Un abrazo, Enrique.

    ResponderEliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!