Ni Dolores ni Angustias

Soy una afortunada. Nací en una clínica privada de monjas. Esa tarde la monja mala tenía ginecólogo. Me libré de ser entregada a otra familia, gracias a Dios...

La que me ha tocado es rara. Pero al menos no me pusieron un nombre con el que sufres toda la vida.
Escrito por Maria Las Vegas

2 comentarios :

  1. Está muy bien tu micro y me ha encantado el título. Me ha recordado a una novela de Torrente Ballester que se llama "Filomeno a mí pesar". Hay nombres que te persiguen toda la vida.
    Un beso.
    Pablo

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  2. Desde luego que hay gente con suerte. Nada como una actitud positiva ante la vida, por muy puñetera que esta pueda llegar a ser.
    Un abrazo, María.

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