Tanto para qué

Fruto de su constante denuedo, de sus vigilias en recónditas bibliotecas, de sus prolijas conversaciones con doctos maestros... creyó haber resuelto el arcano de la sabiduría. Lo resumió en una única sentencia: "Solo sé que no sé nada".

Alguien le recordó que Sócrates, hacía siglos, había dicho exactamente lo mismo.
Escrito por José Antonio Barrionuevo

47 comentarios :

  1. Salvador Pérez Salas1/10/15, 18:30

    Todo... pensamientos, historia, ideologías, ismos... Todo es cíclico. Me gusta.

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    1. ¿Será esa la que llaman la rueda de la vida? Gracias, Salvador, por tu me gusta y tu comentario.

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  2. Querido José Antonio: la conclusión a la que ha llegado tu protagonista demuestra que, además de tenaz y trabajador, es una persona sabia y, lo más importante, humilde. También, como todos los genios, algo despistado. seguro que leyó a Sócrates pero olvidó la sentencia.
    Hay cada vez más maestros liendres, que de todo saben y de nada entienden, a los que la cita de Sócrates les trae al pairo. Tu protagonista, en cambio, es un hombre digno de admirar pues, a pesar de toda la sabiduría que tiene (esa que no ocupa lugar) ha comprendido a la perfección que cuánto más se sabe, más queda por aprender.
    Te dejo un "me gusta" bien grande, pues me ha encantado.
    Un abrazo.
    Pablo

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    1. Pues, Pablo, resumes perfectamente una de las posibles lecturas de mi historia en tu frase "cuánto más se sabe, más queda por aprender". Así, y aquí, estamos -al menos yo- para eso, para aprender, para seguir mejorando y perfeccionando lo poco, o nada, que sabemos.
      Gracias una vez más por tus siempre amables palabras.
      Un abrazo, amigo, ahora y para más adelante... Ya sabes.

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  3. ¡Caray, José Antonio! Ni que lo hubiéramos hecho adrede: uno llega a la conclusión de que no sabe nada y otra, que no ha aprendido. Ya es casualidad, ya… ¿O estaremos demasiado compenetrados? (je, je, je). Sea como fuere, lo que tengo claro es que tu micro me gusta ¡¡¡y mucho!!!, como no podría ser de otro modo.
    Un abrazo.

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    1. Pues sí, Fina, la conjunción de circunstancias ha hecho que en el mismo día tú, por un lado, y yo, por otro, hayamos cruzado en diferentes espacios unas cuestiones casi similares: tu nulo aprendizaje (que no me creo) y mi nula sabiduría (que esa sí que es patente). ¡Jajajaja!
      Gracias, un mes más, por tus amabilísima palabras y por tus siempre sabias enseñanzas.
      Un fuerte abrazo.

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  4. Tanto para llegar a la única verdad universal. Y fue su curiosidad la que llevó a ella, como un gran sabio verdadero. Igual que tus relatos, J.A., que son auténticos y saben inspirarnos de verdad, porque, nosotros, humildes cincuentistas, sólo sabemos que no sabemos nada.
    Besos verdaderos.

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    1. No exageres, P.R., que algo hemos aprendido en este rincón literario (yo por lo menos y, asimismo, por lo más). Ya sabes eso que dicen de que el roce hace aprendizaje. ¿O era cariño? Bueno, eso también... Y sobre la curiosidad, viene al pelo la frase de Saramago (o se la atribuían a él) que el otro día tuve ocasión de leer: "Dicen que la curiosidad mató al gato, pero no dicen si lo que descubrió valió la pena". A mi curioso, nada impertinente, le sirvió para averiguar que muchas veces, no siempre, el esfuerzo ímprobo quese hace no lleva a ninguna parte. Pero esa circunstancia es igualmente un aprendizaje.
      Un besazo, o muchos, para ti y gracias verdaderas por tu comentario, amiga cincuentista. ;)

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  5. Gran sabiduría la de este modesto personaje que trascienda los límites del tiempo, evocando la famosa y humilde frase que esconde una paradoja en sí misma; precisamente por ello se hizo célebre, como su autor.
    Excelente relato, José Antonio. ¡Y sigues a la cabeza!
    Un abrazo

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    1. Sí, ahí sigo y ello a pesar de que en septiembre he perdido algo el paso ( ;) ). Me satisface que te haya gustado, María Jesús, esta historia de búsqueda de sabiduría que no llega muy lejos porque, como se dice, hoy por hoy casi todo está inventado (o descubieto). Esa ha sido mi pretensión, pero no la única.
      Gracias por tu, amable como siempre, comentario y calificativo.
      Un abrazo de vuelta.

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  6. Inés Pérez Sanz1/10/15, 20:58

    La humildad la demuestran siempre los genios y los sabios. Esa es mi conclusión sobre el protagonista de tu relato, José Antonio. Y, como siempre, me ha encantado.

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    1. Inés Pérez Sanz1/10/15, 21:05

      ¡Enhorabuena por los 51 y un abrazo, amigo!.

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    2. Muchísimas gracias, Inés, por tu comentario y también por tu felicitación.
      Un abrazo para ti también.

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  7. Pues, es cierto que «Todos los caminos llevan a Roma» pero hay que andarlos.
    Yo sólo sé que tu relato es muy bueno, José Antonio.
    Abrazos.
    Vicente

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    1. Pues yo sé, Vicente, que tú eres muy amable y en exceso benevolente conmigo.
      Muchos saludos y muchas gracias.

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  8. Antonio B.1/10/15, 23:15

    Es muy interesante tu relato José Antonio, porque describe perfectamente al mismo tiempo lo más noble y estúpido del primate humano. Entre lo primero, la búsqueda del saber, el querer conocer como parte de nuestra esencia, y entre lo segundo el afán por reinventar la rueda, por esa tendencia tan arraigada de menospreciar el pasado.

    Imagino la cara que se le habrá quedado a ese filósofo de pacotilla.

    Un relato filosófico sobre filosofía, además de ácido, crítico y redondo. Me ha gustado mucho.

    Un abrazo

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    1. Antonio, das con una clave muy precisa para entender mi historia, aunque ya digo que puede haber otras interpretaciones -tampoco muchas más- también válidas. Efectivamente, cuando se busca reinventar algo que ya fue inventado, en realidad estamos despreciando (o menospreciando) el trabajo de otros que nos precedieron. Es entonces cuando nos tendríamos que preguntar: ¿Y tanto para qué? Y esto dicho con una cara de... circunstancias, sobre todo al descubrir -o cuando te descubren, que es mucho más humillante- que uno no está ni ha estado solo en el mundo, que hay otros que, incluso, nos sobrepasan o nos han sobrepasado con creces y con muchos más méritos que los nuestros.
      Muchas gracias por tus palabras y va un abrazo fuerte en pago de tu amabilidad.

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  9. Muchas veces pasamos toda una vida descubriendo verdades y hechos que otros ya lo hicieron. La belleza de la vida es la travesía.

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    1. En pocas palabras, Ricardo, podríamos decir que prácticamente todo, o casi todo, está ya descubierto o inventado. ¡Qué difícil es ser original a estas alturas de la existencia humana! Yo espero haberlo conseguido, aunque sea de lejos y con simplemente cincuenta palabras (y las tres del título aparte). Por lo menos lo he intentado, como tantas otras cosas en mi travesía vital (me gusta).
      Un saludo muy cordial y muchas gracias por tu comentario.

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  10. Lo importante es el camino que recorrió hasta llegar a esa conclusión. Que alguien ya lo haya dicho es solo un detalle.
    Me ha gustado mucho, José Antonio.
    Un beso.

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    1. Sí, Sandra, porque entretenido sí que estuvo (¡menudo periplo!). Pudo, al menos, aprender que hay otras personas que han hecho un ímprobo esfuerzo por aprender y por enseñar lo aprendido.
      Gracias por tu comentario y por tu beso. Otro para ti.

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  11. Socrates solo hubo uno, personas que saquen esa misma conclusión puede haber muchos, pero escritores o relatistas que sepan hacerlo así de bien, seguro que no hay tantos.

    saludos

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    1. José María, no te excedas. Porque si hay buenos escritores o relatistas -aquí entran, por supuesto, los cincuentistas-, muchos de ellos están por aquí, esparcidos día a día y mes a mes. Y ya hay, según el último censo, 446 autores... y subiendo.
      Gracias por tus amables palabras y un cordialísimo saludo para ti.

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  12. ¡Ay, qué gran frase, José Antonio!. si la repitiésemos de vez en cuando terminaríamos aprendiendo mucho más.
    Me ha gustado mucho, especialmente por la originalidad, sacarle petróleo a una frase tan manida, tantas veces repetida es toda una proeza.
    ¡Felicidades!
    Un abrazo.

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    1. No te falta razón, Rosy, en eso de que tendríamos que repetir mucho más esa frase. Y de camino ser más humildes, que hay por ahí quien se cree un sabelotodo y no llega ni a nivel de aprendiz.
      Gracias por tu comentario, tan amable.
      Un abrazo.

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  13. La vida y la filosofía enseñan dos grandes verdades, que parecen contradictorias, pero se complementan. Por un lado, que todo está dicho y, al mismo tiempo, que nunca llegaremos a conocer y aplicar todo lo que deberíamos, no hay vida bastante para ello, de ahí que seamos eternos aprendices, que la humildad sincera haya de formar parte del ADN. Tanto caminar para llegar a la conclusión de que todos los senderos conducen al mismo sitio, pero el esfuerzo merece la pena y no debe terminarse nunca, como meritorio es este relato que tanto hace reflexionar, que en su aparente sencillez encierra la esencia inquieta del ser humano, y que a mí me ha gustado mucho.
    Un abrazo, José Antonio

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    1. ¿Puedo decir algo sin estropear tan estupendo comentario? Mejor, no.

      Solamente, amigo Ángel, me vas a permitir que te diga que me han encantado tus sabias palabras y que me ha alegrado mucho tanto que te haya gustado mi relato, como el que te haya hecho reflexionar. Con eso ya me siento más que satisfecho.
      Un abrazo y muchísimas gracias.

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  14. Es una gran verdad que casi todo está inventado, que no puedes decir o escribir nada original porque ya está dicho o escrito, pero creo que la clave está en el camino. Hay una frase, no sé exactamente su autor, que resume perfectamente mi comentario: "no vale la pena llegar a la meta si no se disfruta del viaje". Me ha gustado mucho este relato que nos impulsa a reflexionar sobre el saber, el esfuerzo y el triunfo. Un abrazo, José Antonio.

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    1. Ese camino es el que viene realizando el ser humano desde que tiene conciencia de ello. E incluso yo diría que desde antes. A veces creo que como humanidad hemos disfrutado del viaje, pero también ese camino ha estado plagado de dificultades que nosotros mismos nos hemos ido poniendo durante la travesía.
      Me alegra enormemente, Salvador, el hecho de que te haya hecho pensar o reflexionar sobre temas tan cruciales en nuestro desarrollo intelectual como son el saber, el esfuerzo y el triunfo, como bien enumeras.
      Gracias por tu comentario tan sesudo y amable.
      Un fuerte abrazo.

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  15. Ya está todo dicho, Jose Antonio. He llegado tarde pero quería felicitarte por tu micro que hace reflexionar sobre la continua búsqueda de verdades del ser humano.
    Un abrazo.

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    1. Pues, Asun, con lo dicho me quedo más que pagado. Y a seguir buscando esas verdades que tanta falta nos hacen.
      Un abrazo para ti y muchas gracias por tu comentario.

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  16. Sócrates y tu personaje, como tantos otros, son hitos en el largo camino hacia el conocimiento, en los que, además destaca la humildad y la prudencia. Queda mucho por andar.
    Enhorabuena por tu historia.

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    1. Pues sí, el camino es largo y tortuoso, Crispín, pero si hiciéramos caso a los sabios que nos han precedido (Sócrates y tantos otros), seguramente sería mucho más plácido y mejor para todos.
      Gracias y un saludo muy cordial.

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  17. Si es que es tanto lo que desconocemos que, a su lado, lo que sabemos es poco menos que nada. Pero a mí me parece bien la actitud de tu protagonista. Aunque si en su afanada búsqueda de la sabiduría no tuvo en cuenta a los verdaderos clásicos, creo que no se preparó bien el examen. Me ha gustado mucho, José Antonio, y por lo que veo nos has hecho pensar a todos.
    Un abrazo.

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    1. Isaac Newton dejó dicho: "Lo que sabemos es una gota de agua. Lo que ignoramos es el océano". Y si lo dijo Newton, tendríamos que asentir a sus sabias palabras. Y, efectivamente, Enrique, mi sabio de pacotilla hizo un enorme esfuerzo en su búsqueda de la sabiduría plena, pero se le olvidó lo básico: leer o escuchar esa requetesabida frase de Sócrates. Seguramente, de haberla escuchado o leído, habría actuado de otra manera.
      Me alegra que a ti mi historia, igual que a los anteriores lectores y amigos, te haya hecho pensar. O mejor, reflexionar, que es una manera de pensar más quieta.
      Un abrazo y mil gracias por tus palabras.

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  18. Ando ahora en la lectura de un libro en el que un personaje quiere ser aprendiz y su maestro le impone como tarea que cada noche, antes de acostarse, le explique tres cosas que haya aprendido durante el día. Y esa idea, enlaza con el tema central de tu relato -magistralente escrito, por cierto, ahora que hablamos de maestros-. ¡Hay tanto por aprender! Sólo hay que tener la humildad de reconocerlo y no dejar nunca de ser curioso.
    En fin, José Antonio, saludos cordiales.

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    1. Amigo Notincgas, ¡cuánto nos queda por aprender! Yo, por ejemplo, en este rincón literario en el que nos reunimos tantos y tantos buenos escritores y escritoras no pasa un solo día en el que no aprenda algo nuevo. Y eso es maravilloso. Si luego soy capaz de trasladar algunas de mis ideas de manera modesta -lo de magistral me queda muy ancho-, más que satisfecho y orgulloso de ello. Pero, desde la humildad, te tengo que reconocer que yo aquí soy un simple aprendiz. Curioso, eso sí, pero aprendiz al fin y a la postre. Suelo decir, y ya lo he dicho alguna vez por aquí, que soy maestro de poco y pupilo, o aprendiz, de mucho.

      Saludos muy cordiales y mi agradecimiento sincero por tu comentario.

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  19. Soy de los que creen que todo está dicho o hecho. Sólo algunos despistados se creen innovadores, si darse cuenta que simplemente plagian a la naturaleza o al pensamiento; pero qué bueno que lo hacen, porque si no estaríamos en la oscuridad y en total ignorancia. José Antonio, este relato en apariencia es sencillo pero en realidad encierra mucha profundidad, sobra decir que me gusta.
    Saludos.

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    1. Gracias, Beto, por tu comentario. Efectivamente, he vestido mi microhistoria de sencillez porque precisamente lo que quería era resaltar el hecho de que muchas veces nos embarcamos en empresas complejas sin mirar los detalles más nimios pero no por eso menos significativos.
      Un saludo.

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  20. Debe de ser que yo soy muy simple, pero o hubo una conspiración universal que borró de todas las bibliotecas y doctas conversaciones a Sócrates o va a resultar que tu insigne alumno era más bien un aprendiz de brujo despistado que no llegó más allá de la página de Walt Disney enamorado como estaba de Pocahontas.
    En fin, esperemos que no tenga como mascota al Rey León.

    Ya lo siento, José Antonio, pero como yo sí que no sé nada, te he trasladado la primera imagen que me ha venido a la cabeza al leerte. Va a resultar que tu protagonista y yo somos primos hermanos.

    Un abrazo, maestro.

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    1. Pues esa imagen que tienes, Margarita, es tan válida como otra cualquiera. Es más, tú, como yo, sabes que la primera impresión es la que cuenta. Así que si tú has visto a mi sabio de pacotilla de esa manera, mezclado con personajes de Disney, pues no voy yo a ser ningún Scar, por decir uno, para censurar tu opinión, a mi parecer demasiado modesta porque tú sí que sabes y lo demuestras constantemente, como una buena maestra de contar historias que eres.
      Un fuerte abrazo, amiga, y gracias por tus palabras.

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  21. Muchas veces somos tan soberbios que pensamos que nuestros pensamientos y conocimientos son primordiales para que el mundo siga girando, sin contemplar que esto lleva en marcha desde hace mucho, mucho tiempo. Un micro fantástico, José Antonio. Un beso.

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    1. Pues sí que lleva girando tiempo, tanto que, como bien dices, Matrioska, obviamos lo sencillo para complicarnos, por lo general en exceso, nuestra existencia.
      Gracias por tus amables palabras y me alegro enormemente de que te haya gustado esta historia.
      Un beso, con conocimiento de causa. ;)

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  22. Si Sócrates levantara la cabeza no sé yo cómo reaccionaría. Igual, decepcionado, diría: "Aún seguís así, sabiendo que no sabéis nada... Pues no será porque no habéis tenido tiempo desde que me marché..."
    Realmente es preocupante que sigamos sabiendo tan poco sobre las grandes cuestiones. Un micro estupendo para la reflexión, José Antonio. Saludos

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    1. Si Sócrates, con todo lo sabio que fue, llegara a levantar la cabeza, estoy seguro de que la volvería a esconder... ¡por verguenza ajena, sobre todo!
      ¡Cuán poco hemos avanzado y cuando lo hemos hecho, para mal o para peor! ¡Qué verdad dices, Juana! Veo que has reflexionado, lo que era mi objetivo.
      Gracias por compartir tu reflexión y por tus amables palabras.
      Muchos saludos.

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  23. Dicen los grandes sabios que cuantos más conocimientos se tienen, menos parece que saben. Y como ya está yodo dicho, solo diré que yo no sé hasta qué punto es cierto, pero sí sé que si en este mundo se aplicara todo lo bueno que se sabe, mucho mejor nos iría a todos ...
    Te mando un beso bien fuerte, ¡oh gran sabio de las palabras!
    Malu.

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    1. Pues sí, Malu. Pero ahí radica nuestra ignorancia más supina: lo poco que sabemos no somos capaces de aplicarlo para mejorar nuestras vidas y la de los demás, sino para fastidiar. Aunque también hay que tener cierta esperanza en el ser humano. Digo yo...
      Un beso grande para ti y muchas gracias por tus exageradas (pero amables) palabras. ¡Mira que llamarme "gran sabio de las palabras"! Desde luego... ;)

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