La vampiresa

Él le dijo con voz suplicante:

—Te amo con toda mi alma. Déjame amarte.

Ella anotó en su gastada libreta: "El treinta y dos está perdidamente enamorado".

Dos días después, tras un examen rutinario, escribió el doctor en el certificado de defunción: "No podía vivir, imposible, le faltaba el corazón".
Escrito por Nicolás Puente

4 comentarios :

  1. Estupendo, Nicolás.
    Muchas vampiresas y vampiros hay por ahí, esperando a su próxima víctima. Tal vez prefieren los corazones de los enamorados para asegurarse de que el sacrificado no estaba ya muerto en vida.
    Saludos.

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  2. Un corazón desangrado con un colmillo de Cupido clavado en el centro, sin vida. Me ha gustado, Nicolás.
    Pablo

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  3. Me gusta el contraste que estableces entre las dos partes de tu relato: emociones que traban el ritmo en la primera parte para acabar con un rápido garabato del doctor que cruje sobre el papel.
    Saludos, Nicolás

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  4. Curioso relato, me ha gustado la idea, y no se si se ha escrito algo así antes (anda que son pocas las películas de terror de vampiresas), me gustaría una continuación con el frío pero seductor personaje.
    Saludos.

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