Amor fracasado
Alzó su mano y me saludó en la distancia. Le devolví el saludo y sequé con suavidad mis lágrimas. Supe en aquel instante que ya jamás volvería a sentir su figura.
Abordé mi camino, sin prisa, sabiendo que ya nadie me esperaba, pero saboreando ese último cielo de púrpura amarga.
Escrito por Clara Vidal Mestres
Abordé mi camino, sin prisa, sabiendo que ya nadie me esperaba, pero saboreando ese último cielo de púrpura amarga.
Las despedidas son tristes, más aún cuando se intuye que son definitivas. Una narración de un lirismo excepcional.
ResponderEliminarMuy bonito, anónim@.
Un saludo.
Esa última frase es pura poesía.
ResponderEliminarUn saludo.
Pablo.
Esos amores sirven para elaborar este tipo de narraciones, donde la emoción es palpable en cada una de las palabras.
ResponderEliminarMuy bonito y retórico. Se siente en el alma esa despedida.
ResponderEliminarUn beso.
Uf!! un amor que se marcha, cuanto duele, y sobre todo si permanecen en el corazón.
ResponderEliminarBuen relato.
Saludos.
A veces cuando sufrimos una ruptura dolorosa tardamos en reaccionar y nos refugiamos en el dolor que nos produce. Una vez transcurrido un tiempo para asimilar la situación, seguimos adelante.
ResponderEliminarGran lirismo en las últimas palabras.
Me ha gustado mucho.
Besos
Muchísima emoción en muy pocas palabras, en muy pocos gestos. El final es soberbio.
ResponderEliminar¿Dos amantes como Ilsa y Rick, en Casablanca, despidiéndose para siempre? ¿O es sólo el personaje que habla en el microrrelato quien ama? Caben ambas posibilidades, porque de uno de los dos personajes sólo sabemos que agita la mano para despedirse; aunque la historia parece más redonda si intuimos que son dos amantes que se separan, y para siempre, según induce el narrador. En cualquiera de los dos casos, el instante queda impregnado de poesía elegíaca, y los futuros de uno o de ambos, se adivinan llenos de melancólicos recuerdos, de horas de abatimiento y grisura. Pero la vida sigue, el tiempo pasa y el amor puede retornar. Muy bueno y poético el microrrelato.
ResponderEliminarCreo que ese último cielo de púrpura amarga, en alguna ocasión lo hemos visto todos, por un motivo u otro, pero nunca se me habrían ocurrido esas palabras tan perfectas, tan expresivas, para describirlo.
ResponderEliminarAy ... No puedo evitar suspirar después de leer este micro. Muy bonito, letra a letra se siente esa tristeza y se saborea ese último cielo de púrpura amarga.
ResponderEliminarEnhorabuena, me ha encantado.
Besos.
Malu.
Despedir cuando se ama de verdad es un acto de generosidad y eso es lo que me ha transmitido este magnífico micro. Un saludo.
ResponderEliminarSeguramente haya algo dulce que saborear siempre hasta en los momentos más amargos.
ResponderEliminarMuy sensible relato.
Suerte y saludos.