Nostalgia
La sirena, lejos del mar por amor, cada noche de luna llena se acurruca inquieta a su lado, aferrándose a su cuerpo, hundiendo la cabeza en su pecho para no dejar de oír la llamada de ese mar que, perseverante, aún la reclama llegando en olas batientes hasta su corazón.
Poética forma de contar desde una nueva perspectiva, el cuento de la Sirenita, Flor.
ResponderEliminarTe ha quedado muy hermoso el relato.
Un beso.
Pablo.
Todas las personas que están lejos de sus raíces u orígenes sienten nostalgia por aquello que dejaron lejos.
ResponderEliminarBienvenida Flor, un estreno muy poético y con una buena historia de añoranzas y amor. Me quedo con esas olas batientes directas al corazón.
Besos.
Malu.
Flor bienvenida a 50 palabras.
ResponderEliminarTe has estrenado con un relato muy poético y lleno de sentimientos.
Me ha gustado Flor.
Besos.
Flor, bienvenida a la familia cincuentista.
ResponderEliminarMuy buen estreno con un relato lleno de poesía, que nos habla de la nostalgia por volver al mar la sirena enamorada.
Cuando uno tiene que alejarse de su lugar de origen, le invade la nostalgia por regresar. Si encima hablamos del mar, con su magnetísmo, todavía más.
Muy buen relato.
Besos.
El amor nos da alas, ¿será por eso que a veces nos lleva tan lejos de nuestras raíces?
ResponderEliminarPerdona esta reflexión tan tonta, Flor. Me ha gustado tu relato, pero sobre todo que hayas decidido unirte a nosotros. ¡Bienvenida!
Bienvenida a 50 palabras, Flor. Has debutado con un bello relato de amor y, sobre todo, de nostalgia por los orígenes. Es muy poética esta versión de la Sirenita. Un abrazo.
ResponderEliminarAlejarnos de nuestras raíces por amor es un acto de generosidad, añorarlas no es malo, al contrario. Te estrenas con un bonito y melancólico micro, Flor. Un saludo y bienvenida a Cincuenta.
ResponderEliminarEn primer lugar, darte la bienvenida a la familia cincuentista. Y en segundo, reconocer en tu micro un halo de tristeza, muy poética y muy bien expresada, esa misma aflicción que siempre nos deja señales imborrables cuando echamos de menos aquello que nos recuerda de dónde venimos.
ResponderEliminarVa mi me gusta, Flor.
Un beso y te animo a seguir entre nosotros.