Olvido

Llevaba siglos sumergida en el vacío. Había olvidado hasta mi nombre. Lo había perdido todo. Un día alguien puso sobre mis rodillas una cosa blanda, caliente y rosada, que no dejaba de moverse y hacer ruido. Olía... Lo olí y recordé todo de pronto. Olía como mis hijos recién bañados.
Escrito por Lavanda

18 comentarios :

  1. Carmen Hinojal11/6/16, 10:35

    Lavanda, triste relato el tuyo que me hace presumir la locura de la madre. Olvidar es un balsamo que alivia esa herida. Puede que fuera ella la que eliminara a sus hijos, o quizas un alguien difuso. La enfermedad, una tragedia. Eso lo dejas con muy buen tino a la eleccion del lector. Abrazos.

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    1. Gracias por tu visión, Carmen. Opino que cuando una historia se materializa en relato, ya no le pertenece a quien la inventa, sino que pasa a ser la historia de quien la lee. En ese sentido, tu interpretación es tan válida como cualquier otra, y muy estimulante. Un beso.

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  2. Tu protagonista sumida en un olvido total, bellas palabras para hacernos ver como retornan esos recuerdos.
    Buen relato Lavanda.
    Besos.

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    1. Muchas gracias, Javier. Dicen que la memoria que guardamos de los olores es mucho más grande que la de cualquier otro sentido. Por eso quise dedicarle mi relato al olfato. Un beso.

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  3. ¡Qué olor a nenuco y lavanda me ha llegado! ¡Maldito Alzeimer! Buen relato. Conmovedor.
    Después de los puntos suspensivos, salvo contadas excepciones, debería utilizarse la minúscula (con perdón). No desmerece para nada al relato. Suerte, Lavanda.

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    1. Tus olores son los míos y los de tantas personas. Olores de infancia y amor, de protección. Gracias por tu corrección, Luis. No sé si lo puse adrede, lo de la mayúscula, o fue el ordenador quien decidió por mí, porque normalmente suelo poner minúscula después de los puntos suspensivos. Ahora que releo, puede que en su momento considerara que se trata de una de esas excepciones que mencionas, porque la palabra seguida de suspensivos constituye una frase por sí sola, y todo lo que viene después es ya otra oración independiente. De cualquier forma, agradezco tu crítica constructiva. Un beso.

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  4. Como otras tantas veces pasa.
    Original relato de expropiacion neuronal.
    Saludos.

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    1. Y original tu comentario, Jose Juan. Gracias y un beso.

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  5. Una sensación tan sentida y profunda queda grabada de forma duradera, seguramente será de los últimos registros en desaparecer cuando todo se borra, de ahí que todavía se conserve, que, incluso, su evocación ayude a que el puzzle de la memoria pueda recomponerse, al menos en parte.
    Un saludo

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    1. Imagino que el recuerdo de un aroma y de las sensaciones que procuran los hijos, es el cóctel más duradero. Gracias por tu comentario, Angel. Un beso.

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  6. ¡Qué poderoso es el olfato! Es capaz de traernos a la memoria recuerdos olvidados. Como parece que le ha pasado a la protagonista. ¡Qué tristeza ir perdiendo la vida que desde dentro nos recuerda quién hemos sido!
    Saludos!

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    1. Los sentidos son la forma en que nos relacionamos con nuestro entorno. Y cuando todos los demás van fallando, siempre es esperanzador pensar que nos queda algún nexo de unión con la realidad. Gracias por tus palabras, M.Carmen. Un beso.

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  7. Lavanda, precioso relato. Me ha recordado a mi madre y me has emocionado. Los enfermos de Alzheimer cuando olvidan hay momentos, música u olores que de repente les hace aflorar un recuerdo. El amor a un hijo núnca se olvida. Me madre, jamás lo ha olvidado aunque no sepa ni mi nombre.
    Gracias por tu micro.
    Besos

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    1. Hace poco ví un vídeo en youtube en el que enfermos de Alzheimer eran estimulados con música y canciones. No recordaban ni su nombre, no tenían conciencia de su identidad, pero al tercer o cuarto compás, empezaban a tararear las letras de las canciones mientras sus rostros se iluminaban con una sonrisa. Tu madre tiene suerte de tenerte. Puede que haya olvidado tu nombre, pero lo que está claro es que tú no has olvidado el suyo. Un beso, Pilar.

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  8. Cómo un pequeño estímulo, como de un gps se tratara, puede ubicar de nuevo en algún lugar de la propia existencia de aquellos enfermos que permanecen vacíos en el vacío. Precioso micro, Lavanda. Muchos besos.

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    1. Gracias, Matrioska. A veces olvidamos cosas. Unas más importantes y otras menos, pero siempre hay algo, estímulos repentinos, que nos traen momentos y sensaciones que nos recuerdan quién somos. Un beso, mi querida amiga.

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  9. Bonito relato María, ciertamente la memoria de los sentidos es mucho más fuerte que la de la cabeza, muchos ya lo han comprobado y tu relato es una bella muestra de ello.
    Saludos.

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    1. Gracias, Jean. Tu comentario está lleno de sensibilidad. Un beso.

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