De la vida de un esclavo

El jefe, por puro placer, le despidió. Solo entonces K. tuvo su único momento de dignidad: negarse a estrechar la mano que el jefe le tendía. No obstante, unos días después el jefe recibió las manos de K. por correo certificado —mutiladas con saña, decían—. No les acompañaba ninguna nota.
Escrito por Pau Miquel

13 comentarios :

  1. Lo primero darte la bienvenida a 50palabras.
    Sospecho que quien ha mandado cortar las manos a K ha sido el propio jefe en venganza por negarle el saludo el día de au despido.
    Buen relato Pau.
    Un abrazo.

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  2. La nota no es necesaria; la saña lo dice todo.
    Saludos, Pau, y bienvenido.

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  3. Buen relato, Pau. Supongo que serían las manos de otro.
    Lo dejamos ahí, y que cada lector saque sus conclusiones.

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  4. Sólo una cosa me intriga, «mutiladas con saña, decían». Si no hay nota, ¿quién se lo dijo al jefe? ¿Acaso su enviado?
    Buen relato, Pau.
    Bienvenido.

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  5. Pau, bienvenido a la familia.
    Al protagonista le arrebatan el único gesto de dignidad que le quedaba, sus manos.
    Bien contado.
    Enhorabuena
    Besos

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  6. Un macabro modo de salirse con la suya (el jefe), de resarcirse de la humillación de no haber sido correspondido en el saludo.
    Tanto la situación como en nombre del protagonista nos remiten a Kafka; excelentes credenciales, Pau.
    Bienvenido a 50.
    Saludos.

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  7. Le pondrán cortar las manos, pero nadie le quitará su dignidad, eso es imposible de sustraer, y quien ha ejecuado y ordenado esa atrocidad lo sabe
    Un saludo y bienvenido

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  8. La dignidad le salió muy cara. Aunque se le hubiera estrechado, lo mismo, la había perdido también las manos.
    Un poco macabro pero de fácil lectura. Me ha gustado. Un beso.

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  9. Un esclavo con dignidad hasta el último momento, bienvenido Pau.
    Un beso.
    Malu.

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  10. Cuando un esclavo pierde la dignidad es que ya lo ha perdido todo y eso quienes esclavizan no son capaces de asimilarlo. Buen micro, Pau. Un saludo y bienvenido.

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  11. Bienvenido Pau. Magnífico y estremecedor estreno. Tal vez habría que anteponer la inteligencia a la dignidad ante jefes como este; a menos, que uno tenga la habilidad de anticiparte primero. Saludos

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  12. Bienvenido, Pau. Tu macabro micro pone a la vista el sentimiento de venganza, de humillación suma. Me ha gustado mucho.
    Un fuerte abrazo.
    María José

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  13. ¡Ah, pobre K.! Su único gesto de rebeldía, castigado sin miramientos, como el pobre Josef K. de El Proceso o como el no menos desdichado Winston Smith de 1984.
    Bien contado, Pau.
    Saludos cordiales.

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