Ludópatas

Cada vez que vuelve del bar, taciturno, su mujer pone un barreño con agua para sus pies y prepara la cena.

Mientras comen le acaricia la cara y mira, sonriendo, a sus ojos. Ambos se saben perdedores; él en las tragaperras, y ella por apostarlo todo al as de corazones.
Escrito por Miguel Ibáñez

14 comentarios :

  1. Una pareja de jugadores, pero creo que será más fácil que ella logre con su as de corazones algún triunfo ya que el amor lo puede todo, e incluso por ese amor lograr que él abandone el juego.
    Me encanta esa ludopatía del amor.
    Miguel un relato con mucho juego.
    Un abrazo

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  2. Encuentro mucha poesía en tu "micro". Lo del "as de corazones", me ha llegado al idem.
    Saludos, Miguel

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  3. Los dos atrapados, pero es ella la que más me enternece.

    Enhorabuena y abrazos

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  4. Me duele esa resignación de ambos a una realidad tan ingrata. Tanto ella como él deberían quererse más a sí mismos; estoy seguro de que de ese modo todo en sus vidas cambiaría a mejor incluso sin dejar de compartirlas. También me pellizca ese final, en el que el amor logra brillar solo con su presencia a pesar de las circunstancias.
    Estupendo este nuevo relato tuyo, Miguel, en el que la ternura y la derrota logran convivir gracias a ese sentimiento tan poderoso.
    Un abrazo.

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  5. En principio resulta muy romántica y enternecedora la imagen de ella, pero al igual que él está enferma. Ese buenismo no hace más que agrandar el problema y que se hundan los dos juntos. Muy acertado el título, ya que son los dos los que están atrapados. Muy interesante y bien contado, Miguel. Saludos.

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  6. Me ha encantado tu relato, Miguel, porque me gustan las historias de derrotas cotidianas, como la que cuentas. Es terrible y muy común, demasiado... ¡Enhorabuena!
    Un fuerte abrazo.
    María José

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  7. Una historia de perdedores, por los que, en general, tengo una cierta debilidad, enganchados a una pasión enfermiza, hasta eso tiene en común esta pareja, de ahí que se comprendan. Su problema es doble y doble puede y debe ser también el camino compartido para salir de él.
    Tan posible como tierno y terrible. Tus historias son cada día mejores y, como siempre, muy bien contadas.
    Un abrazo fuerte, Miguel

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  8. Sobre la existencia de Dios, Blaise Pascal decía lo siguiente: «si gana, lo gana todo; si pierde, no pierde nada. Apueste a que existe sin dudar».
    En el caso del amor parece ser que debemos ser más cuidadosos al apostar. La anodina existencia de estos dos personajes nos lo deja bien claro. Buen relato.
    Un saludo afectuoso.

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  9. El titulo es magistral y el relato que va desgranando una amarga historia de amor, es una pasada, Miguel.
    Poético, sensible, impactante, triste, melancólico... Es una obra de arte. Y en esta obra de arte hay una última frase que me parece sublime: apostarlo todo al as de corazones. Tremenda ludopatía la del amor definida en esa frase que, para mí, quedará en lo mejor que he leído en cincuenta.
    ¡Bravo!
    Pablo.

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  10. Un relato triste contado de manera poética.
    Muy hermoso, Miguel. Un abrazo.

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  11. Cada uno perdedor en su vida,ambos juntos se hunden. Muy bien contando, algo que por desgracia no es ficción.
    Un abrazo, Miguel

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  12. ¡Qué bonito Miguel! Y cuanta ternura encierra esta triste historia.
    La última frase ,preciosa.
    Un abrazo .
    Carme.

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  13. Copio y pego el comentario de Pablo.
    ¡Qué bueno, Miguel!
    Un saludo

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  14. Muy buen micro, Miguel, una vez más imprimes una gran sensibilidad con tu historia de perdedores que, bajo mi punto de vista, a la vez son ganadores. Un beso.

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