Ciudades silenciosas

Hileras de figuras con túnicas y tocados blancos asoman a los balcones de muchos edificios. Hombres y mujeres prisioneros en sus casas, inmóviles, de pie, sufren su condena. Hasta los niños cruzan las calles cabizbajos, mudos.

La voz en off de la pantalla anuncia con atonía la sentencia de muerte.
Escrito por Carmen Cano - Twitter

54 comentarios :

  1. Supongo, Carmen, que esas ciudades silenciosos se sitúan en un futuro que ojalá nunca llegue a darse. En cincuenta palabras, y con unas pinceladas precisas, has descrito una distopía que podría darse y sobre las que tanto nos advierten la literatura y las películas de ciencia ficción.
    Hay ecos del Gran Hermano de la novela de George Orwell, 1984, en esa voz en off que anuncia la sentencia de muerte, ¿para algunos? ¿para muchos?
    También, ese enclaustramiento de la gente en sus casas, me ha recordado la novela de Albert Camus, La peste, así que uno podría preguntarse cómo se ha llegado a esa situación, y una de las causas quizá sea una pandemia que ha azotado esas ciudades.
    Por otra parte, ¿quiénes las han impuesto, y por qué las han impuesto esas túnicas y esos tocados blancos? Uno de los símbolos de la opresión suele ser la uniformidad de los habitantes de las sociedades que la sufren.
    Sabidos son la variedad de delirios en los que podemos caer los seres humanos, algunos por iniciativa propia y otros inducidos por grandes desgracias, los cuales, antes o después, suelen acabar en enormes catástrofes y horrorosas carnicerías.
    La imagen de los niños yendo por las calles cabizbajos y mudos es definitiva para saber que esa sociedad ha caído muy bajo y se ha deshumanizado hasta niveles amenazantes para todos sus pobladores, así que me urge escaparme de esa Metrópolis desasosegante y respirar un poco de aire fresco, que es lo que voy a hacer en nada. Ojalá existan rebeldes contra ese orden de cosas en esas ciudades que has esbozado y estén ya luchando por devolver a sus habitantes la dignidad perdida.
    Enhorabuena, Carmen, por este nuevo microrrelato de alta calidad e inquietantes enseñanzas. Feliz fin de semana y un abrazo.

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    1. Gracias, Enrique, por desmenuzar tan concienzudamente el relato. En efecto, yo también lo veo como una distopía, un sistema totalitario y vigilante que no admite la disidencia ciudadana. La indumentaria de los condenados es el nuevo sambenito, visible en la distancia. Espero que no lleguemos a vivir bajo la ley del temor que sienten estos habitantes. No deberíamos aceptar la indignidad con mansedumbre.
      He de decirte que el micro es producto de una pesadilla estival. Si en él has encontrado ecos de Orwell o de Camus, te voy a tener que contratar como psicoanalista.
      Un gran abrazo.

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  2. Espectacular, Carmen. A mí me ha recordado a las estatuas del Dr. Who, que si dejas de mirarlas, cobran vida e invaden las ciudades. Igualico de inquietante.
    Abrazo tembloroso.

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  3. Muchas gracias, Patricia. No hay mejor cumplido que haber inquietado a la mismísima Patricia Richmond, que tan terroríficos momentos nos hace pasar.
    Muchos besos.

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  4. Carmen inquietante relato, esas ciudades silenciosas producen temor. Esos uniformes blancos, ese estar encerrado....
    Lo que más me ha impactado son esos niños cabizbajos.
    Y sobre todo esa sensación de silencio que da al leerte, un silencio clamoroso.
    Carmen muy buen relato, y que me ha hecho pensar, me ha gustado, felicidades.
    Besos.

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  5. Gracias, Javier. Me alegro de que te haya gustado. Si el relato invita a la reflexión, algo he conseguido, porque no se puede vivir con miedo y sin libertad. Y los niños, a su modo, lo captan e interiorizan. Son siempre los más débiles y maleables.
    Besos.

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  6. En los tristemente célebres campos de concentración, el corte de pelo severo y el uniforme no sólo se aplicaba por una cuestión práctica o de higiene, sino que también tenía la función de anular la personalidad individual, que es lo que parece haber ocurrido en tu relato. Dios nos libre de quienes reprimen e imponen, de lo que no convencen, sólo obligan.
    Un abrazo, Carmen

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  7. Así es, Ángel. Estos prisioneros confinados en sus casas están uniformados, es decir, deshumanizados, y sirven como escarnio público. Su contemplación propaga el temor.
    Me uno a ti en los mejores deseos para nuestra sociedad y la que heredarán otros.
    Un abrazo.

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  8. Siempre admiraré a los que sois capaces de decir tanto con tan poco. Se me vienen tantas reminiscencias de lo que he leido, he visto en el cine o he imaginado. Vamos, que la máxima esa de que, más vale una imagen que mil palabras (cincuenta en este caso)no se cumple.Un abrazo.

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  9. Todo texto literario es una propuesta. Es el lector, con sus vivencias reales o imaginarias quien lo enriquece.
    Muchas gracias por tus palabras, Santiago. Un abrazo.

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  10. Es cierto que el ambiente desolador de este relato nos refiere a distopías tan célebres como «1984» de Orwell o «Metrópolis» de Fritz Lang; pone el dedo en la llaga y nos cuenta la historia de unos pobres condenados al anonimato. Otra posibilidad es que, tal como exploró Borges en su cuento «El inmortal», la deshumanización y falta de identidad provengan de otro sitio: la inmortalidad.
    «Nadie es alguien, un solo hombre inmortal es todos los hombres».
    «La muerte (o su alusión) hace preciosos y patéticos a los hombres. Éstos se conmueven por su condición de fantasmas; cada acto que ejecutan puede ser el último; no hay rostro que no esté por desdibujarse como el rostro de un sueño. Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso. Entre los Inmortales, en cambio, cada acto (y cada pensamiento) es el eco de otros que en el pasado lo antecedieron, sin principio visible, o el fiel presagio de otros que en el futuro lo repetirán hasta el vértigo. No hay cosa que no esté como perdida entre infatigables espejos. Nada puede ocurrir una sola vez, nada es preciosamente precario. Lo elegíaco, lo grave, lo ceremonial, no rigen para los Inmortales».
    Así, quizás los habitantes de estas Ciudades Silenciosas sean almas inmortales esperando la sentencia de muerte.
    Genial, Carmen. Perdón si me extendí demasiado.
    Un fuerte abrazo.

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  11. Muchas gracias, Vicente, por las hermosas referencias de tu comentario. Lo mejor de esta página, amén de los relatos, son sus excelentes comentaristas, entre los que tú te cuentas.
    Preciosa la cita de Borges.
    Otro gran abrazo para ti.

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  12. He leído que el relato está inspirado en una pesadilla que sufriste en verano,¡pues te ha quedado un sueño de relato! Esas figuras vestidas con túnicas y tocados blancos asomándose a los balcones tienen tanta fuerza que las ciudades silenciosas en las que viven se me antojan de pronto atronadoras. Muy inquietante esta visión futurista que nos traes y que esperamos no conocer. Me ha gustado mucho, Carmen. Un beso.

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    1. Muchas gracias por tus palabras, Juana. Por fortuna, no conocemos sociedades tan crudas como la del relato, pero sí realidades que nos avergüenzan y contra las que, a veces, nos sentimos impotentes.
      Como bien dices, que nunca lo veamos.
      Un beso.

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  13. Un silencio lúgubre y luctuoso y una ciudad llena de fantasmas que ya están muertos sin esperar a la sentencia. Y tu inconfundible voz en la pantalla del ordenador que lo llena todo de vida.
    Un beso, Carmen.
    P.D. ¡Menos mal que despertaste!

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    1. Ay Margarita, y que lo digas. Entre el despertar agitado y el calor, lo único que ha valido la pena es poder leer comentarios como los que me regaláis. Tu voz sí es única y la reconocemos en cada relato.
      Besos sonoros.

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  14. Muy bueno Carmen. Yo también me he imaginado una sociedad futurible al mas puro estilo 1984. He intercambiado la palabra silenciosa por almenada. Una dictadura mundial e imperialista dónde nos controlan los pensamientos. También me ha recordado a un término muy interesante de la psicología social " indefension aprendida"
    Un placer leerte Carmen.
    Un abrazo,

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    1. ¡Alienada! No almenada jajaja Perdón por mis deslices y mis faltas, es que escribo siempre desde el móvil, y a veces el corrector se pasa de listillo.

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    2. Gracias por la alusión a Orwell y la alienación que presenta su famosa novela. Ya quisiera asemejarse en algo a un escritor de su tamaño. Esto se queda en una pesadilla de andar por casa, pero te lo agradezco igual.
      Un beso, Raquel.

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  15. Tal como se merece tu relato, se han desplegado unos comentarios de lujo. Estoy contigo en que no solo nos nutrimos de relatos, sino también de comentarios. La cuestión es fagocitar palabras.

    El ambiente y la atmósfera de pesadilla, de tiempo ajeno, muerto en vida, se siente pesar a lo largo del relato. Consigues trasladarnos a una realidad fuera del tiempo ordinario donde el individuo ha dejado de ser sujeto y es conducido por fuerzas superiores a su aniquilación. Pesimismo inquietante sobre un posible futuro de la humnaidad en la fuerza de tus palabras.

    Saludos, Carmen.

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    1. Un pesimismo sobre el futuro que todos deseamos evitar. A veces necesitamos un revulsivo para reaccionar.
      Muchas gracias por tu comentario, Manuel. Un abrazo.

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  16. Tu relato es impresionante, Carmen. Me parece una genialidad y aunque, como dices, está basado en una pesadilla que tuviste, no por eso pierde calidad. Has sabido plasmar y trasmitir la angustia de una sociedad que espero no llegue nunca a existir.
    Enhorabuena, un beso.

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    1. Muchas gracias por tu comentario, Asun. Celebro que te haya gustado.
      Un beso.

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  17. Gran relato. Se me he venido a la cabeza las cruces amarillas que señalaban al portador como judío en las ciudades colonizadas por los nazis.
    Muy bueno, Carmen.
    Un beso.
    Pablo.

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  18. Gracias, Pablo. El totalitarismo se caracteriza, entre otros rasgos humillantes, por estigmatizar y señalar al diferente, al disidente.Los nazis marcaron a judíos, homosexuales... Que nunca se repita.
    Un beso.

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  19. Hola, Carmen, Enhorabuena. Con pocas palabras has logrado un relato con clima de pesadilla. No sabemos por qué están ahí, pero vemos su desesperanza y resignación. Y la frase final no deja dudas.

    Me recuerda a “los que aquí entráis, abandonad toda esperanza”

    Lo has hecho genial.

    Un abrazo.

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  20. Muchas gracias, Georges. Espero que nunca vivamos tal desolación. Muy amables tus palabras.
    Un abrazo.

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  21. José Ramón SV18/9/16, 7:40

    Huele a distopia por aquí. :)
    Abrazos.

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    1. Lo siento, José Ramón. Abriré las ventanas para purificar el ambiente.
      Un abrazo.

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  22. ¡Vaya! Algunas veces a mí me dan ganas de tirarme por la ventana cuando veo lo que están echando por la tele… En serio, un microrrelato inquietante, muy bueno. No sé si has leído El fugitivo, de Stephen King: es también una distopía en la que se controla a la sociedad con la tele. Tú has ido un poco más allá. Enhorabuena, Carmen.

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  23. No he leído El fugitivo, pero me lo apunto.
    No te eches por la ventana. Apaga la tele y sigue escribiendo tus magníficos microrrelatos.
    Muchas gracias, Plácido. Un abrazo.

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  24. Solo niños en las calles. Mudos. Voces enlatadas, con desgana, profanando ¿vidas?. No se puede llamar vida a lo que sufren esas ¿personas? Terrible y muy bueno. Saludos.

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  25. No es vida cuando no hay esperanza y solo existe la humillación y el miedo.
    Gracias por tu comentario, Jesús. Un abrazo.

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  26. Carmen, despertar y encontrar tu relato, me ha recordado que nunca hemos de dejar que apaguen nuestra voz ni dejar de luchar por la libertad!
    Esta ciudad silenciosa está pidiendo a gritos una revolución. Estamos tiempo de evitar que esta pesadilla sea realidad.
    Excelente relato amiga.
    Besos apretados.

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  27. Estoy de acuerdo contigo, Pilar. No debemos acostumbrarnos a perder libertades ni dignidad. No sabemos hasta qué extremo nos puede inmovilizar el poder.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Besos.

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  28. Imágenes de sumisión y de pensamiento cautivo, manipulado por una voz en off. EL consumo con el que nacemos impuesto es alentado hasta nuestra muerte por esa voz en off del televisor, de las vallas publicitarias, de los subliminales mensajes de que la felicidad se esconde, siempre inaccesible, detrás de lo que se puede comprar.
    A eso me ha sabido tu genial relato, Carmen.
    Me ha parecido soberbio. Enhorabuena.
    Un abrazo.

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  29. Interesante tu interpretación del relato como una alegoría de la sociedad de consumo y del poder de los medios de comunicación.
    Te agradezco mucho tus palabras, Antonio.
    Un abrazo.

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  30. Lo que se aprende a partir de cincuenta palabras. Tu micro es de los buenos amiga!!! Tanto que da lugar a comentarios magníficos y enriquecedores. Enhorabuena por trasladarnos a otros mundos, tal vez, no tan distantes ni distintos. Besos mil.

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    1. Tenemos unos comentaristas de lujo en 50 palabras, Carmen, que nos ilustran y nos animan a seguir escribiendo.
      Hemos coincidido en hablar de silencios que asustan; los tuyos tan reales y cotidianos, los míos más alejados.
      Muchas gracias por tus palabras. Y muchos besos.

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  31. Por cierto, las dos este mes hablamos de silencios... Jeje

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  32. Verdaderas almas en pena, nos muestras, Carmen. Me produce escalofríos. Enhorabuena.
    Un abrazo.
    María José

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  33. Muchas gracias, María José. Que nunca se hagan realidad.
    Un abrazo.

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  34. Creas potentes imágenes de sumisión y negación de la identidad que se van acumulando en nuestra retina haciendo que en nuestros oídos acabe por hacerse el vacío con ese sepulcral silencio. Has sabido meternos en la escena con maestría, Carmen. Enhorabuena y muchos besos.

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  35. Creo ver una representación de la vida en tu relato, Carmen., y la inminente condena de muerte, que sufrirán/emos.
    Besito virtual

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    1. Una vida que no es tal si estamos sometidos. La condena nos irá llegando a todos.
      Muchas gracias, María Jesús. Besos.

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  36. Qué bien lo has explicado, Matrioska, enlazando las imágenes con el silencio.
    Muchas gracias por tus generosas palabras. Y muchos besos.

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  37. Buen relato, Carmen. Poco añadiré a lo que ya han dicho los compañeros, pero no me resisto a comentar un detalle: ¿¿Qué futuro es ese en el que no le dejan a uno ni sentarse??
    Besos.

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  38. ¡Jajaja! Tremenda pregunta, Carles. Hemos roto la seriedad reinante en los comentarios.
    Bien, yo creo que a los condenados los torturan de este modo. Y, además, ahorran en cárceles.
    Gracias por tus palabras. Besos.

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  39. Dejas una imagen escalofriante, terrorífica y hasta miedo tengo solo de pensar que puede ser real en un futuro.
    Brutal, querida Carmen, recibe mi enhorabuena.
    Beso grande.
    Malu.

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    1. Muchas gracias, Raquel. Yo también espero que nunca se cumpla en sentido literal. La ficción puede ser tan solo una llamada de atención para mejorar el presente.
      Un beso enorme.

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  40. Esto parece una representación bastante original del juicio final, Carmen. Aunque pienso que podría ser una alegoría del nefasto funcionamiento actual de la justicia.
    Me ha gustado bastante, tanto por su fondo como por las inquietantes imágenes que nos deja.
    Un abrazo.

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    1. Como alegoría del mundo deshumanizado y alienado en el que vivimos podría servir. Gracias por tu interpretación y tus palabras.
      Un abrazo, Enrique.

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  41. Carmen, desgraciadamente la voz en off podría estar hablando de la guerra en algunos países como Siria, y la descripción no distaría mucho de la que nos pintas en el micro. Los que no puede huir de las ciudades atacadas es como si estuvieran a los balcones a efectos prácticos, y los niños son los que más lo sufren, pues pierden su presente y su futuro.
    Creo que tu idea era distinta, pero la desesperación que transmite el micro es donde me ha llevado.
    Un beso.

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  42. Me gusta mucho tu interpretación, Carme. Asistimos diariamente a las atrocidades que se cometen en Siria y en otros países a través de la pantalla del televisor. Y observamos impotentes, sobrecogido o apáticos tanto sufrimiento humano.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Un beso.

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