Fin del camino

Recorrió la ciudad con una pequeña caja de cartón entre sus manos, llegó al puente, la abrió y la arrojó al río, dejando que sus sueños, esperanzas y pensamientos más íntimos volaran arrastrados por el viento, se subió a la baranda y esperó tranquila a una ráfaga de aire favorable.
Escrito por Crispín

27 comentarios :

  1. Fin del camino y vuelo hacía la libertad.
    A lo mejor soy un poco raro pero pienso que hay que tener mucho valor para hacer lo que hace tu protagonista, pueden haber circunstancias que la areastren a ello, pero hay que ser muy valiente.
    Buen relato Crispin, me ha gustado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Javier.
      El camino es difícil cuando el final se presume trágico. En esta historia hay valentía, desesperación, dolor, necesidad de trascender...

      Eliminar
  2. Qué bonito nos presentas algo tan trágico y qué serenidad la de tu protagonista al ser capaz de escoger, transportar y luego enchar a volar los rescoldos de su ser. Muy bueno. Suerte y saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Jesús.
      Supongo que al echar a volar los rescoldos, como bien dices, es porque tiene la esperanza de que alguien los recoja.

      Eliminar
  3. La espera de ese viento que ponga el punto y final, deja abierto un relato que nos lleva a través del desprendimiento ante la encrucijada vital de una persona. Yo quiero creer que la esperanza tiene alas y acudirá antes que el viento al puente del adiós. Todo es posible dentro de un relato contado con tanta delicadeza y sensibilidad.
    Saludos, Crispín.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, un final que puede ser dramático, pero que eja abierta una puerta a la esperanza.
      Gracias por tu comentario.

      Eliminar
  4. El cuerpo desaparece inevitablemente, sólo es cuestión de tiempo, sería necio dejar de asimilar esta realidad innegable, pero nadie puede sostener que no sea posible que sueños, esperanzas y pensamientos queden en el aire, que a alguien aprovechen, que en otros, de alguna forma, se reencarnen. Una buena combinación de resignación y esperanza, aunque pienso que esta última gana por puntos.
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todos dejamos secuelas, recuerdos, que nos hacen perdurar.
      Gracias por tu comentario, Ángel.

      Eliminar
  5. Crispín, delicado micro. La protagonista cuando ya no puede más lanza sus sueños y esperanzas convertidos en cenizas que el viento se lleva. Espera un viento favorable que cambie su vida o acabe con ella...
    Muy bello. Me ha gustado.
    Enhorabuena!
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    2. Gracias, Pilar.
      Hasta en los momentos más desesperados pueden cambiar las circunstancias y arrastrarnos (o no).

      Eliminar
  6. Un final del camino triste y muy bien contado.
    Un abrazo, Crispín.
    Pablo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenos días, Pablo.
      Una historia que emana tristeza, pero algo deja a la esperanza.

      Eliminar
  7. Ohhhh. Bueno, como dijo Heráclito, siempre cambia pero es el mismo. A ver su asoma por la rivera un atisbo dorado de esperanza.
    Gracias por compartirlo, es muy tierno.
    Salut.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Dipandra.
      Habiendo llegado a una decisión fatal, aún espera que llegue una ráfaga de viento... o no.

      Eliminar
  8. La frase tópica y típica de "la esperanza es lo último que se pierde" es muy aplicable a tu sensible relato, Crispín. Me ha gustado mucho cómo lo has escrito y te felicito por ello.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es curioso, la lectura del relato a tenido respuestas que van desde la esperanza hasta la absoluta desesperanza. Acudo a otra frase tópicia y típica: Todo es según el color del crital con que se mira.

      Eliminar
  9. ¿Pandora tirando al río su propia caja?

    Tu cuento va creciendo a medida que avanza y deslumbra al final.

    ResponderEliminar
  10. La de Pandora es la famosa, pero hay tantas cajas como personas.
    Gracias por comentar.

    ResponderEliminar
  11. Los sueños y la intimidad de tu protagonista serán recogidos por otros, quienes les darán continuidad. En cuanto a ella, ha llegado al extremo de dejar que el viento de la vida elija su destino.
    Un relato muy bello, Crispín. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario, Carmen.
      A veces la persona, incapaz de decidir, opta por dejar que el tiempo decida por ella.

      Eliminar
  12. Nos presentas una escena cargada de tristeza y dramatismo con un lirismo que cautiva. Muy bello micro, Crispín, felicidades. Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Matrioska, por tu comentario. Muchas veces el lirismo va de la mano del dramatismo y lo suaviza.

      Eliminar
  13. Como canta Fito Páez, todo es un volver a empezar y volver a empezar y volver a empezar...
    Precioso micro, Crispín.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Queda pendiente si ella estaba dispuesta a empezar o no. Depende del aire que está por llegar, que espero que sea positivo (es fácil que en un futuro reaparezca en otro cuento mío, o en cualquier otra fantasía). Gracias Carles.

      Eliminar
  14. Siempre hay un fin en el camino, pero si es tal como lo cuentas, con tanta belleza, no hemos de tener miedo hasta llegar a él.
    Precioso Crispín, un beso.
    Malu.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todos llevamos nuestra caja ee cartón que vamos vaciando para dejar al viento su contenido y rellenando con las vivencias de los demás.

      Eliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!