Esperanza

Cada día, desde hacía algún tiempo, cruzaba los dedos al salir a la calle. "Buenos días, Dios, ¡protégenos!".

Camina triste, sin ánimo, dirige sus pasos al ascensor que la llevará a la planta de oncología del materno infantil para visitar a su amiga, en tanto espera que ocurra el milagro...
Escrito por MariE

5 comentarios :

  1. MariE ya sabes que la esperanza es lo último que se pierde, y en ocasiones ocurre el milagro. Aunque también te digo que en estos asuntos del cáncer soy la persona menos indicada para hablar de esperanza y milagros, dicen que hay pero yo no los he visto.
    Un relato creo que escrito con mucho sentimiento y vivencia, y que hace pensar o en mi caso recordar.
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Esperanza, preciosa palabra, que nunca hay que olvidar. Yo la llevo en mi corazón y con cada latido abro una puerta que nunca voy a cerrar.
    ¡Feliz Navidad!

    ResponderEliminar
  3. Hay que aferrarse a la esperanza, a veces, a los enfermos sólo les queda eso, además de la compañía de los suyos, que no han de olvidar que algún día serán ellos los enfermos.
    Un saludo y felices fiestas

    ResponderEliminar
  4. MariE, si la enfermedad es cruel, lo es más cuando la sufre un niño. Estamos en Navidad y siempre hemos de mantener la esperanza viva y desear que ocurra el milagro...
    Precioso y triste pero esperanzador relato, escrito desde el dolor y con el alma al aire.
    Mis mejores deseos para esta Navidad.
    Besos muy apretados, amiga.

    ResponderEliminar
  5. Desde luego, esperanza es lo que necesitan. La palabra 'oncología' da miedo.
    Saludos, MariE

    ResponderEliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!