Tal como somos

"Quiero que olvides esta dirección para siempre", le dice Alicia a Jorge, su amigo de infancia y amor de instituto; cómplice de travesuras y otras faltas menores, motor de ilusiones, buzón de secretos, camarada de lucha, confesor de sueños...; observándolo desnudo sobre la cama, vistiéndose esa tarde por cuarta vez.
Escrito por Enrique Mochón Romera - Twitter

53 comentarios :

  1. No, parece que esta vez tampoco va a lograr eso que afirma con la boca tan pequeña. No, no lo veo; pero que lo siga intentando, jejeje

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que llevas razón, Luisa. Esta relación, aunque agredida por las circunstancias, se resiste a ser destruida. Confiemos en que con el tiempo la vida misma acabe preparándola.
      Muchas gracias por tu visita.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Agridulce sensación la que guarda el final del relato. La relación entre los dos la dejas descrita con una intensidad reflejada en la comparaciones, que destella con todo el esplendor de un amor único y singular. Ese listado que adornó un tiempo pasado de complicidad es imposible de olvidar. Alicia no va conseguir su objetivo a menos que acabe doblegada o rendida a la persistente insistencia de Jorge, enamorado aún, preso de un antes que ya no es.
    El final del texto me sugiere dos interpretaciones: una, que Alicia ha acabado dedicándose al oficio más antiguo del mundo y Jorge la visita enganchado a su pasada relación (con lo cual se acentúa un giro melodramático) y, dos, otra que me provoca una pícara sonrisa, y es que Jorge se vuelve una y otra vez donde ella como amante y la tiene ya hasta el gorro de tanto evocar el pasado en tiempo físico presente.
    Como fuere, le das un toque muy especial a esta relación de amistad vistiendo la desnudez de los protagonista con una impecable narración que desvela lo justo para que el texto siga manteniendo su interés después de leído.
    Plato fuerte. Un fuerte abrazo, Enrique.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tras recibir comentarios tan brillantes y exhaustivos como los tuyos, uno se queda como en deuda, con la sensación de que se tenía que haber esmerado más para poder merecerlos. En efecto, he intentado plasmar una relación intensa y prolongada en el tiempo cuyos efectos siguen marcando el presente de la pareja, a pesar de que ahora cada uno va por su lado.
      En cuanto a las posibles interpretaciones, mi intención se corresponde con la primera opción que apuntas, aunque en vista de tu lectura y la de otros compañeros es obvio que no he dejado la historia tan acotada como pensaba. Si en cambio quería dejar un futuro por construir para ambos, y me alegra que hayas hecho tu pronóstico. Me gustaría seguir hablando al hilo de eso, pero me temo que supondría extenderme demasiado. Solo te diré que, siendo aún jóvenes, como se puede suponer, prefiero ser optimista con ellos.
      Muchas gracias por tu generosidad, Manuel.
      Un abrazo

      Eliminar
  3. Enrique, un relato marcado para mí, por la frase inicial y final. Yo quiero ver una relación a lo largo del tiempo, que ha unido a Elisa y Jorge siempre, pero bajo dos conceptos distintos, ella ve a Jorge como un gran amigo con el que ha compartido todo, como muy bien narras, pero para ella solo en un momento fue amor, en la adolescencia. Sin embargo para Jorge ha sido y es el gran amor de su vida y no la puede olvidar. Creo que, como dice Manuel, ella se dedica a la prostitución, ello lo veo en tu primera frase en la que le pide que olvide la dirección y en esa última de vestirse por cuarta vez. Pero creo que para Jorge va a ser muy difícil olvidar, que su amor es muy grande por ella.
    Enrique has escrito en 50 palabras una verdadera novela, has hecho que nuestra imaginación busque y encuentre todo lo que tan bien has expresado en tan poco.
    Y ese título con el que creo que nos indicas que cada uno de ellos siente de distinta forma al otro.
    Un relato muy bueno que me ha gustado mucho.
    Un abrazo enorme, Enrique.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es perfectamente válida tu interpretación del tipo de relación que han tenido, aunque mi idea era que la vida, a menudo caprichosa, se había encargado de ir mudando con el tiempo el concepto que los unía, hasta que, esta vez en su versión cruel, los había separado. Lo que queda en estos casos entre las dos personas imagino que debe de ser bastante confuso, tanto para ellos como para los demás. En el suyo particular, aunque he querido jugar con el título de aquella película, he imaginado esas palabras en boca de ella como argumento (no podemos obviar nuestra realidad) para alejarlo. Ya ves que quizá haya dejado demasiado abierto el planteamiento.
      Muchas gracias por todo, Javier.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Muy buen relato, en donde un antiguo amor se convierte en cliente de una prostituta, y ella lo acepta pero le pide que la olvide.....Lo que no dice es si le cobro o no...Seria un buen dato

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Extraordinaria síntesis, Enkarna, como también lo es tu observación. Sinceramente, no sé qué sería lo más acertado en este caso.
      Muchas gracias por tu lectura.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. La vida da muchas vueltas y nunca se sabe con quien y donde nos reencontraremos.
    Lo has expresado de una forma directa, con los dos personajes.
    Suerte Enrique, y mis saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, María Jesús.
      Así es, por lo que espero que cualquier cambio que les ocurra en lo sucesivo sea para mejor.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  6. Mi interpretación de este espléndido cincuenta, marca don Enrique Mochón Romera (a quien hay que tratar de usted), se encamina por un reencuentro (¿inesperado?) entre dos amigos en una situación muy diferente a como lo hicieron en tiempos. Alicia, como ya se apunta en comentarios precedentes, se dedica a la prostitución (Jorge es el cuarto cliente del día), y su deseo es que nunca más vuelvan a verse porque el dolor de ese encuentro, seguramente después de muchos años (y no sé si casual o no), terminará por hacerles mucho daño. El título, sabiamente elegido, nos indica cómo, tras esos años de distancia, en los que no han coincidido, los dos protagonistas son personas diferentes, con vidas distintas (me recuerda la película de Sydney Pollack, 'Tal como éramos', de 1973, con Robert Redford y Barbra Streisand, pero con una acertada modificación de tiempo, de pasado a presente, del «éramos» al «somos»).

    ¡Enhorabuena, amigo Enrique! Nos seguimos leyendo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se me ha venido a la mente, Enrique, un conocido verso de Pablo Neruda, de su poema número 20 (de 'Veinte poemas de amor y una canción desesperada'), que se identifica perfectamente con tu historia:

      «Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.».

      Saludos de nuevo.

      Eliminar
    2. Jajajajaja; digo, de usted; y cómo entonces a vos.
      Debo decirte que tu comentario, además de generoso, no habría sido más acertado si lo hubiese escrito yo. Esa era exactamente mi intención, y creo que no has dejado nada de lo que quería decir, incluida mi alusión a la película de Pollack, uno de mis directores favoritos. Por lo demás, supongo que el encuentro no es casual, aunque, como es natural, para ella debe de ser más incómodo que para él. Me encanta esa frase de Neruda, que no recordaba pero que ciertamente encaja a la perfección en el sentido de la historia. Al leerla me ha venido a la cabeza otra de Aute, de “Queda la música”, en la que dice: esos rostros ya no llevan nuestros nombres, son dos máscaras perdidas en la noche", aunque aquí refiriéndose a una foto de adolescencia. Bueno, seguro que la conoces. A mí me parece una canción muy emotiva.
      Muchas gracias por todo, amigo José Antonio. Por supuesto que seguimos leyéndonos, y hablándonos; faltaría más.
      Un abrazo.

      Eliminar
  7. ¿Cuatro veces en una tarde? Yo no tengo dudas: se les acabó el amor de tanto usarlo.
    Perdón, Enrique, pero es que no la veo a ella como la mala.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto que no es la mala (tampoco él, supongo), Patricia; y espero que nadie lo vea de ese modo. Particularmente me cuesta mucho juzgar las vidas ajenas, pero cuando se trata de cosas así más todavía. En cualquier caso lo que siento es pena por una realidad tan desagradable.
      Muchas gracias por tu sinceridad y enhorabuena por ese gran homenaje, merecidísimo, que te ha hecho el bueno de Jean.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  8. Vaya, Enrique, ¿qué decir? Pues poca cosa: el mejor relato de todos los que llevo leídos. Magnífico.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo sí que no sé qué decir después de eso, con tantos buenos relatos como hay publicados, uno de ellos ese tuyo, excelente, sobre una perspectiva muy particular del mundo y sus fronteras. Qué me alegra mucho tu opinión, también es verdad, jajajaja.
      Muchas gracias por tu generosidad, Fernando.
      Un abrazo.

      Eliminar
  9. Tal como son, ya que antes eran de otra manera. Me llama la atención lo de "camaradas de lucha".
    Coincido plenamente con el análisis de José Antonio, incluido el apunte sobre la película.
    El micro tiene mucha miga, Mr. Mochón, mucha, mucha. Esto es un Cincuenta multiplicado por cada una de las descripciones, pinceladas muy sustanciosas, que has hecho sobre su vida pasada y presente.
    Enrique, tú nunca defraudas, siempre contando historias potentes e interesantes. Mi enhorabuena.
    Un beso, grande, por supuesto.
    Malu.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Malu.
      Sí, esa era mi intención con el título, tomando prestada esa idea de "Yo soy yo y mis circunstancias", porque por lo demás, de algún modo uno siempre es el mismo. Con eso de "camaradas de lucha" solo he querido añadir a sus vidas el ingrediente del compromiso social, quizá influenciado por la película, aunque en ella creo recordar que es la chica solamente la que tiene esas inquietudes desde el principio. Me alegro mucho de que le hayas visto tanta miga y que además te haya gustado. A veces no es bueno colocar tanto en tan poco espacio.
      Tú sí que no defraudas nunca, dear Mrs. Gómez ;-).
      Otro beso grande para ti.

      Eliminar
  10. Jorge no puede renunciar a Alicia, aunque haya pasado el tiempo y sus vidas hayan tomado distintos derroteros. Les han unido tantas cosas, que acepta a esta nueva Alicia, de la que es cliente en el prostíbulo.
    Un relato que abarca la estrecha relación de los personajes durante toda una vida y que ha llegado a un punto difícil de continuar.
    Un gran micro, Enrique. Enhorabuena y besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En efecto, Carmen, él no puede denunciar a ella ni por supuesto deja de aceptarla a pesar de su actual ocupación. Para ella en cambio la situación es más difícil, por lo que la relación, de seguir así las cosas, tiene poco futuro.
      Me gusta mucho tu análisis, desde dentro de los personajes.
      Muchas gracias por todo, incluida tu valoración.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  11. Enrique, enhorabuena, el tuyo es un micro perfecto. Por lo que dices y sobre todo por lo que das a entender sin decirlo. Vas narrando la relación de Alicia y Jorge a través del tiempo desde la infancia con pocas pinceladas. Y por último, y sin nombrarlo en ningún momento nos haces ver que Alicia es prostituta y que no quiere que su amigo y antiguo amor de instituto se convierta en su cliente. No sé por qué ella aceptó este primer encuentro, quizá como recuerdo a su pasado juntos. Pero ya no quiere verle más, y esto da pie a muchas interpretaciones posibles.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Da mucha satisfacción leer comentarios así. Ahora el problema está en que, después de un análisis tan completo, no sé qué decirte, jajajaja. El caso es que tu observación de por qué ella ha aceptado el encuentro me ha hecho pensar, pues yo había casi dado por hecho que la chica, aún siendo para ella una situación dolorosa, iba a aceptar, quizá porque en cierto modo a ninguno de los dos nada del otro le era ajeno. Pero que con una vez (o las que fueran) ya había bastante.
      Muchas gracias por tus palabras, Asun.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  12. Leído y disfrutado el relato, repasado después los siempre jugosos comentarios que tanto aportan, me voy a tirar a la piscina yo solito con una interpretación personal y diferente:
    Alicia y Jorge están casados, o al menos ella. Han pasado una tarde intensa en el domicilio de la primera, en ausencia de su marido. Tienen muy presente que ese encuentro es clandestino. El cuarto intento de vestirse y marcharse es uno más en la frontera entre lo prohibido, lo lícito y lo que alma y cuerpo les piden.
    Aparte, la sucesión de descripciones con todo lo que supone uno para el otro son pinceladas de tres palabras de una gran belleza, merecedoras todas ellas de convertirse en el título de una obra, tan buena como este relato.
    Un abrazo grande, Enrique

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sorprendente tu comentario, amigo. Por un lado porque no esperaba una interpretación así, pero sobre todo porque encaja perfectamente con la historia que cuento. A menudo me pasa que, cuando quiero esconder algo para el final, tengo la sensación de que con la primera frase ya me lo han pillado. Con este relato también, y luego resulta que lo había dejado abierto hasta el punto de una lectura tan distinta. Cuánto te agradezco que te hayas tomado el interés de buscarla, y cómo me alegro de que te haya gustado de ese modo también, aparte de esos rasgos que apuntas y que son comunes en las dos posibilidades.
      Muchas gracias por todo, Ángel.
      Otro abrazo igual de fuerte.

      Eliminar
  13. Enrique, maravilloso micro en el narras toda una vida juntos de los protagonistas. Parece que Alicia ejerce como prostituta y que tras tener un encuentro con Jorge, decide que no quiere volver a verlo, para mantenerlo alejado de esa parte de su vida.
    Precioso, enhorabuena.
    Besos muy apretados.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, Pilar. El porqué de la situación de ella y el cómo de la actual de él no está expresado y tal vez sea secundario, aunque apuesto por que la chica se ha visto en un callejón sin salida o, mejor dicho, con una sola. La vida, que a veces nos arroja a un lado como aluvión.
      Muchas gracias por tu comentario y generosa valoración.
      Besos muy apretados también para ti.

      Eliminar
  14. Tu micro, Enrique, me encanta, principalmente, porque es la historia completa de una pareja, en unas pocas palabras, exactamente, en cincuenta bien escritas y dirigidas hacia el final. Esa es la gran maestría que veo en tus textos, Enrique, que son siempre "redondos".
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu opinión, generosa por supuesto, María José. Y me alegro mucho de ella, principalmente porque nunca estás seguro de ciertas cosas. Lo de la maestría ya es otro tema, aunque agradezco el detalle, jajaja.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  15. Parece que hay dos interpretaciones de la historia -lo cual no está nada mal en un micro-, la mía coincide con la de Ángel. Creo que se trata de un reencuentro muy deseado por ambos, que la razón dice que no debe repetirse pero que hace imposible la despedida.
    Enhorabuena, Enrique, muy bueno.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Rafa. Como ya le he comentado a Ángel, aunque mi idea era la otra, ha sido una sorpresa agradable ver esa otra lectura tan compatible con lo escrito. Y me alegro de que lo veas como una virtud del relato. El caso es que yo tengo la manía de querer que se entienda siempre mi intención, y no se me va, jaja.
      Un abrazo.

      Eliminar
  16. Una complicidad sellada a fuego que el destino, las circunstancias y la vida quieren separar, pero el pasado común quiere resucitar. Muy bueno, Enrique. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bonito y completo lo has descrito con tan poco, Salvador.
      Es muy difícil llevar las riendas de la propia vida, sobre todo cuando las circunstancias son demasiado adversas.
      Muchas gracias.
      Un abrazo.

      Eliminar
  17. La narración de la vida, entendida como una evolución y tamizada con tu personal e intransferible sello Mochón, hacen de este relato una delicia, de lectura tan placentera como la de las reacciones que provoca en los compañeros.
    Yo también abogo por la tesis de la chica prostituta que se reencuentra -a su pesar- con su antiguo amigo/compañero/amante, pero me encanta la interpretación de Ángel.
    Un abrazo, amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya te he comentado alguna vez lo mucho que admiro tu capacidad para condensar en unas pocas líneas conceptos muy amplios. Por ejemplo, pienso que mi relato entero podría resumirse con estas palabras tuyas: La chica prostituta que se reencuentra -a su pesar- con su antiguo amigo/compañero/amante. Genial sin duda. En cuanto al resto, te agradezco mucho tus generosos elogios, y estoy contigo en que la interpretación de Ángel (y de Rafa) es muy buena.
      Un abrazo, Carles.

      Eliminar
  18. Si la vida da muchas vueltas, aún trae más sorpresas, debieron de pensar Alicia y Jorge en ese reencuentro. Yo también me inclino por la interpretación de la chica prostituta y, al igual que el resto de comentarios, alabo tu buen hacer.
    Un abrazo, Enrique.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Agradezco mucho tus palabras, Fina.
      Esperemos que la vida siga dando vueltas para ellos, barajando sus cartas, y que les traiga muy buenas jugadas.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  19. Las relaciones intensas suelen desencadenar situaciones convulsas. Alguien que conduce tu ilusión, recoge tus temores, comparte tus ideales y acoge tus deseos, forma parte del tejido de tu alma. Pero también es alguien que puede reflejar lo que no quieres ver, que deja una huella tan marcada que puede impedirle a las tuyas surcar su propio camino.
    ¿Cómo creerme cuando te pido que me olvides después de una tarde sin medida? ¿Cómo aprenderé a vivir cuando consiga morirme de ti?
    Magistral forma de poner letra a los sentimientos. Una lección de cómo la complejidad de la naturaleza del carácter humano puede fluir sobre pocas palabras pero bajo una perspectiva inmensa.
    A sus pies, maestro.
    Un fuerte abrazo, compañero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por favor, Antonio; después de un derroche inmenso de poesía y sensibilidad, de capacidad de meditación sobre el texto, de traducción de conceptos a una dimensión mayor, de literatura con mayúsculas..., ¿me dices a mí maestro? No me da vergüenza decir que me has puesto la piel de gallina con tu comentario, tu maravilloso comentario. Me sorprende por otro lado el que después de las palabras tan acertadas y bonitas con las que otros compañeros han descrito el relato, aún quedará por ahí está otra forma, tan distinta a todas ellas y al mismo tiempo tan fiel a mí intención. No sabría con cual de tus frases quedarme. Todas son fabulosas. El que te hayas tomado el tiempo y el interés necesario para crearlas me llena de gratitud.
      Otro fuerte abrazo para ti, maestro y amigo.

      Eliminar
  20. Enrique, opino como la mayoría que ella lo ha atendido como a cualquier otro cliente, me inclino a pensar sin saber previamente que era él con quien concertaba la cita. Me pregunto porqué "realizó el servicio" cuando vio quien era... Quizá está realmente muy necesitada del dinero y no podía dejar vacío ese tiempo sin cliente (o le aprieta algún chulo para que no lo haga).
    Para la interpretación de Ángel me gustaría encontrar más pistas en el texto.
    Pero creo que nos dejarás a cada uno con su historia en la cabeza, ¿verdad?
    Un beso.
    Carme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué va, Carme, no me gusta hacerme el interesante, jajaja. Mi idea era la que de forma mayoritaria se ha interpretado, lo que pasa es que la que se ha sacado Ángel es tan posible y tan interesante (guarda dentro tanta literatura el tío...) que ha hecho dudar sobre ella. Pero para lo que no tengo mucha respuesta es para tus dudas, y creo que es porque yo me he centrado más en el qué que en el porqué. Así que en ese aspecto estamos los dos igual, :-).
      Muchas gracias y un fuerte abrazo.

      Eliminar
  21. Parece que Jorge era todo para Alicia, pero él no la eligió a ella para sus planes de futuro. Ella cae en desgracia y tiene que vivir de su cuerpo. Jorge no es plenamente feliz con lo que tiene y, cada cierto tiempo, busca consuelo en Alicia. Pero ella sigue muy enamorada y cada encuentro significa tenerlo y volver a perderlo, cosa que le resulta muy dolorosa; por eso quiere dejar de verlo, pero si él vuelve será incapaz de rechazarlo. Han entrado en una inercia que son incapaces de romper. Muy interesante, Enrique, y el título también muy acertado. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué Interesante tu visión de la situación, además de bellamente expresada, y diría que con ella ofreces una de las posibles respuestas a las preguntas que hace Mari Carme en su comentario de arriba. Aunque como le digo a ella yo me he centrado en la situación de los personajes y no en lo que los ha llevado hasta ella, veo que en con tu aportación concilias ambas cosas, pues razonas minuciosamente los motivos de ambos. Me parece una muy buena construcción de los personajes, aunque yo había imaginado una sola visita, o muy pocas en cualquier caso.
      Muchas gracias.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  22. No sé si el título Tal como somos es un guiño a la película Tal como éramos –como ha dicho también alguno de los compañeros-, y a la preciosa canción homónima de Barbra Streisand, una de esas canciones que uno no se cansa de escuchar.
    Lo que parece es que esa historia de amor entre tus protagonistas está marcada por la fatalidad de la copla: “Ni contigo ni sin ti / tienen mis males remedio; / contigo, porque me matas / y sin ti, porque me muero”. A la que puso música, que recuerde, el cantante Emilio José.
    Lo que sí es cierto es que en cincuenta palabras has condensado las vidas de los dos protagonistas, que cada uno recreará según los caprichos de su imaginación. También dejas algunas hilos sueltos, algunas bifurcaciones que pueden dar lugar a diversas hipótesis. ¿Hasta dónde llega esa relación entre Alicia y Jorge? ¿Qué ha pasado con la vida de ambos? ¿Están casados? ¿Están separados? ¿Uno está casado y el otro separado, o viceversa? ¿Qué le llevo a Alicia a la prostitución como parece que es a lo que se dedica? Aunque también caben otras interpretaciones, como las que han aventurado Manuel y Ángel. Y eso enriquece mucho más tu microcuento.
    Lo que es indudable es que la suya es una de esas relaciones amorosas que definen toda una vida, como la de Tristán e Isolda. Y esa frase, “quiero que olvides esta dirección para siempre”, te sobresalta y, a la vez, te hace sentir una gran incertidumbre, pues puede que sea tan sólo una frase retórica, y tanto ella como él saben que su relación va a continuar con sus altibajos, con sus alegrías y sus desilusiones, lo que deja un océano de suposiciones de cara al tiempo venidero.
    En definitiva, un gran microcuento con muchos recovecos sentimentales, con mucha chicha que masticar y que deja un regusto de placer y desasosiego.
    Mis felicitaciones por ello, tocayo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son tantas las circunstancias que podrían haber guiado las vidas de los protagonistas hasta ese punto de la historia que ni me las he planteado, aunque sí he tenido en mente mientras escribía esa idea de cómo la existencia a veces nos pasa por encima de manera inexorable o simplemente nos empuja a un lado. Y así, estos dos personajes bien pudieran ser dos cantos rodados de aquellos que en esa misma época sirvieron para simbolizar a una significativa parte de la sociedad.
      Me alegro mucho de haber provocado en ti todo ese tipo de sensaciones. El desasosiego que mencionas creo que expresa bastante bien el sentimiento que quería transmitir con esa imagen.
      Muchas gracias por todo, Enrique.
      Un abrazo.

      Eliminar
  23. Tras leer los sabrosos comentarios precedentes yo me aventuro a decir (sin saber tener claro si ella, o él, se prostituye) que Alicia dice una cosa pero parece desear la contraria, o no. Da para mucho lo tuyo. Suerte, Enrique. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, Jesús, seguramente ella prefiere seguir viéndolo aparecer, y teniendo en cuenta la profunda hermandad que existe entre ellos no descarto que sus realidades den un giro que les permita reanudar la relación, si bien con la madurez que pueda conferir tan ajetreada vida.
      Muchas gracias por tu comentario.
      Un abrazo.

      Eliminar
  24. Tu forma de "micromochonear" es algo necesario para esta página. Cada mes veo que has conseguido impregnar de tu estilo personal cada relato que planteas, algo que solo consiguen unos pocos, y que tú hace tiempo que lo hiciste. La historia es de quitarse el sombrero, pero me gusta más aún, como la has escrito.
    ¡Larga vida a los Micromochones!
    Un abrazo, padrino.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues ahora que lo dices, Pablo, no imagino esta página sin el señor Núñez. Por lo que a mi respecta, creo que soy yo el que se ha hecho dependiente del blog y sus habitantes. En cualquier caso me alegro mucho de que te guste lo que escribo, como también es un honor para mí que tú lo hayas bautizado.
      Muchas gracias por todo lo que aportas, que me parece impagable, y larga vida a todos para que podamos compartir la experiencia muchos años.
      Un abrazo, maestro.

      Eliminar
  25. Los amigos de infancia entienden cómo somos porque estaban allí cuando empezamos a desarrollarnos como personas. Saben de nuestras debilidades. Pero cuando la vida lleva a alguno por un camino truculento, se avergüenza de su situación y echa al amigo de su lado. Aunque para éste parece que ha sido el momento oportuno para hacerse con el cuerpo que lleva deseando toda la vida.
    Me ha gustado mucho tu relato, Enrique. Nos cuentas una gran historia en pocas palabras. Muchos besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, Olga. Precisamente algunos de esos amigos de infancia siempre están presentes en mi cabeza, casi diría que en mi conciencia, en numerosas situaciones diarias, y eso que a algunos de ellos llevo siglos sin verlos.
      Muchas gracias por tu detallada lectura.
      Muchos besos también para ti.

      Eliminar
  26. ¿Tal como somos o tal como eramos??
    ...

    Un abrazo Enrique.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No esperaba menos de ti, Raquel, cinéfila como eres. Sí que he querido aludir al título de esa película, aunque, al centrar la situación en el presente...
      Muchas gracias. Abrazos!!

      Eliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!