Entre Pedros anda el ¿juego?

El móvil vibró en el bolso. Alargó la mano sobre el asiento del copiloto. Un whatsapp de Pedro: "¿Vienes a mi fiesta?". Contestó: carita sonriente, pulgar arriba.

Pero no asistirá. En su lugar tendrá una cita con Pedro Botero porque la niña del coche embestido estará saludando a San Pedro.
Escrito por M. Carme Marí - Web

15 comentarios :

  1. Carme, tu relato podríamos decir que es de plena actualidad, ese mal uso del móvil cuando se va conduciendo, las consecuencias pueden ser nefastas, como en el caso que planteas.
    Envuelves tu relato con el juego de los diversos Pedros que aparecen en el mismo, cada uno con su característica, y que muy bien has titulado. Ese "contestó: carita sonriente, pulgar arriba" tiñe de negro el relato.
    Buen relato, Carme, me ha gustado.
    Besos.

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  2. Las manos en el volante, la vista en la carretera. Parece una advertencia obvia, innecesaria de sabida; sin embargo, ahí están las estadísticas. Quien no las crea, que se de por avisado con tu relato, que saca jugo narrativo a lo efímero del juego, del instante que es la vida.
    Saludos, Carme.

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  3. ¡Uff, tocaya me ha sobrecogido!
    Aviso a navegantes, bien contado.
    Besicos Carme

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  4. El volante no es un juego, requiere toda la atención. La atracción que ejerce el uso del móvil puede llevar a la fatalidad. A la protagonista le cuesta la vida pulsar dos simples emoticonos y, en lugar de un Pedro, se encontrará con el otro, el de las llaves.
    Muy bien contado este juego, Carme. Un beso.

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  5. Por contestar a un Pedro cuando no debía, va a encontrarse con otro a quien nadie quiere, y ha provocado que otra persona se encuentre con otro más, éste más deseable, pero antes de tiempo.
    Algunas actividades requieren toda la atención. Y esto no es un juego.
    Un mismo instante erróneo para desembocar en tres nombres comunes, muy bien contado en cincuenta palabras.
    Un abrazo, Carme

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  6. Lo que se vive a diario por desgracia. Que tristeza pero nada como la realidad. Tu relarelatose aleja de la vida real. Muy bien contado. Saludos Carme

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  7. La vida no es un juego y el mal uso que hacemos de las tecnologías (el móvil), mezclándolas con las máquinas (el coche, que requiere toda nuestra máxima atención), puede terminar en una tragedia. Si quien muere es la persona negligente, es un drama, pero en cierta forma buscado. Si quien muere es alguien que, por circunstancias de la vida, pasaba por allí, fruto del destino, ese drama es aún mayor. Si para más inri el accidente se lleva a una niña (como sucede en tu cincuenta), el drama ya se desborda hasta lo indecible.
    Para contarnos esta historia dramática, M. Carme, más habitual de lo que pudiéramos pensar, echas mano de tres Pedros muy diferentes: el humano, el maligno y el santo. Y lo haces con buen tacto.
    Enhorabuena por tu propuesta y nos seguimos leyendo.
    Abrazos.

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  8. ¡Qué bien lo has contado Carme! Y dejas una muy buena enseñanza, que aunque todos sabemos, no respetamos al cien por cien.
    Al volante, nada de teléfono y ninguna otra distracción.
    Enhorabuena, un beso grande.
    Malu.

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  9. Tu microcuento muy bien podría servir para concienciar a la gente acerca de lo que es conducir un vehículo, aunque creo que en eso como en tantas otras cosas somos casos perdidos.
    ¿No es chocante que tengan que multarnos para que comprendamos que hacer una de esas tonterías puede costarnos la vida? Y ni aun así, pues cientos mueren cada año en las carretera por el móvil, por no llevar cinturón, por abusar de alcohol y/o de las drogas, etcétera.
    Me gusta el juego que has hecho con esos tres Pedros, sobre todo ese Pedro Botero, que lo he tenido que desempolvar porque lo tenía arrumbado en algún rincón de mi memoria. No sé si, como dice mi madre, ese boss de la calderas, le dará buenos tizonazos a la protagonista cuya imprudencia no sólo le ha costado la vida a ella, si no que, además, se ha llevado por delante también la vida de una niña, que eso suele ser lo más terrible de las barbaridades que la gente hace en las carreteras: cobrarse otras vidas. Todos recordamos al respecto ejemplos de personajes muy conocidos.
    En fin, aparte de la ingeniosidad de tu microcuento, la sensación que se le queda a uno es de malestar, de irritación por esa impotencia a la hora de impedir que hechos como el que cuentas ocurran; es como si algunas personas no le diesen importancia alguna ni a su vida ni a las ajenas, o quizá son tan necios que se creen inmortales.
    Un gran microcuento, Carme, un abrazo.

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  10. Carme, tu relato ocurre con demasiada frecuencia, produciendo graves accidentes. La gente debe ser consciente de que al volante no debe existir nada más importante que la carretera.
    Muy bien contado.
    Besos apretados.

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  11. Cuando dicen que hay gente que guasapea mientras conduce, no puedo creérmelo. Sin embargo, ocurre, como bien muestras en tu micro, M.Carmen. Enhorabuena por él. Saludos

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  12. Muchas gracias por vuestros comentarios, Javier, Manuel, Ángel, Nala, José Antonio, Malu, Enrique, Pilar, Plácido y mis tocayas.
    Disculpad que no os conteste a cada uno, no tengo mucho tiempo estos días, pero os agradezco mucho que hayáis dejado aquí vuestro cariño añadido a una sabias reflexiones.
    Ojalá que lo que narro no lo veamos en demasiadas ocasiones.
    Besos para todos.
    Carme.

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  13. El título lo dice todo. Es un día de "Pedros". El Pedro del móvil que la lleva a la perdición, el del infierno (Pedro Botero) y el del cielo (San Pedro).
    Buen relato, Carme. Besos.

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  14. Relato con aspecto desenfadado, pero que conmociona con su significado. Coherente con su intención, la de mostrar que el peligro que entrañan ciertas actitudes lúdicas las aparta mucho de ser un juego.
    Enhorabuena, Carme.
    Un abrazo.

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