Olvidadas

El miedo clama asomando en sus ojos, les arrebataron su inocencia y su libertad. El olvido colectivo ha sustituido a la esperanza, llevan demasiado tiempo soportando el dolor infligido en sus cuerpos de ébano.

Bajo el negro burka ocultan sus lágrimas, en su boca el sabor amargo de lacerantes recuerdos.
Escrito por Pilar Alejos Martínez - Web

44 comentarios :

  1. Bravo Pilar. Un relato para reflexionar. Muy bueno. Un abrazo enorme

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    1. M. José, muchísimas gracias por tus palabras y por tu valoración. Besos apretados.

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  2. Un relato necesario, Pilar. Aunque yo creo que su problema no es el olvido, sino los pútridos intereses políticos. Tu relato nos recuerda que no debemos olvidar a las niñas de Nigeria.
    Qué asquico de mundo, no obstante.
    Un abrazo fuerte, Pilar.

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    1. Patricia, a veces los medios de comunicación y las redes sociales hacen que una noticia sea mundialmente conocida y apoyada por todos. El problema es que pronto se olvidan y pasan a otra. Las chicas de Nigeria merecen que les devuelvan la libertad.
      Yo no puedo mirar hacia otro lado. Tal vez, mis relatos no reciban el aplauso de quien lo lee, pero espero que al menos sirvan para recordar a los olvidados.
      Muchas gracias, por pasar a leerme y dejarme tu comentario.
      Besos apretados.

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  3. Un mal sabor de boca como otros tantos cercanos. Ellas lo sufren y sus ojos ocultos no nos dejan saber cuál es su pensamiento, su sufrimiento pasa desapercibido, para la inmensa mayoría de las mujeres de otro mundo. Sólo sabemos de ellas y poco.
    Un relato magnifico,Pilar
    Besicos

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    1. Carmen, espero que mi relato sirva para recordar que siguen secuestradas y que esperan que alguien las libere de ese infierno.
      Muchas gracias por dejarme tu gran valoración y tu comentario.
      Besicos apretados.

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  4. Pilar, estás niñas secuestradas y explotadas están viviendo todos los horrores. Solo asoman sus ojos tristes a los medios en contadas ocasiones. Ya no son noticia, no interesa mostrar su sufrimiento. Olvidadas o apartadas de las cámaras, tú has sabido rescatarlas con este relato tan bello y necesario.
    Enhorabuena, amiga. Sabes poner el acento en las injusticias con firmeza y sensibilidad. Muchos besos.

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    1. Carmen, las noticias son devoradas y casi al momento olvidadas. Lo has explicado muy bien. Espero haber refrescado la memoria y las conciencias de los que lean mi relato.
      Mil gracias, amiga, por tu buena valoración para mi micro y por arroparme siempre con tus comentarios.
      Besos muy apretados.

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  5. Un relato para avivar el olvido.

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    1. Maite, muchas gracias por pasar a leerme y dejarme tu comentario.
      Besos apretados.

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  6. Una cárcel en vida es el sometimiento que apresa a estas niñas-mujeres. Si no fuera por relatos como el tuyo que vuelven a traerlas a nuestra memoria, pasarían los días y nada nos lo volvería a recordar. El olvido parece legitimar la injusticia a los ojos del opresor. El horror y la violación de derechos construye la costumbre de los días oscuros. Nadie acude a su infierno, excepto tus palabras, una llama que pide luz para su oscuridad.
    No solo es un placer leerte, Pilar, sino que se hace necesario para no perder de vista las causas nobles que son de justicia. Un beso.

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    1. Manuel, amigo, qué bien lo has explicado. Esa cárcel en vida ya dura demasiado tiempo. Les prometimos ayuda y luego las olvidamos.
      Mil gracias por tus palabras para mi relato y por no mirar hacia otro lado.
      Besos muy apretados.

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  7. ¡Qué duro! Y lo peor es que se trata de un drama real y actual, que a personas que pueden solucionarlo no les interesa nada de nada y prefieren dedicarse a otros asuntos.
    Como dice Manuel, una cárcel en vida para esas pobres niñas.
    Es necesario remover conciencias y tocar todas las puertas y corazones que tienen poder para solucionar esta situación.
    Ojalá no hubiera existido la causa que te ha llevado a escribir este duro relato que tan magistralmente has expuesto.
    Un beso grande, Pilar.
    Malu.

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    1. Malu, hay causas tan duras y crueles que me resulta imposible mirar hacia otro lado. Una vez más, intento despertar conciencias y dar visibilidad a los olvidados. Lo triste es que 50 palabras no salvarán sus vidas pero al menos lo habrá intentado.
      Muchísimas gracias por pasar a leerme y valorar tan bien mi relato.
      Besos muy apretados.

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  8. Pilar, al leer tu relato me ha venido a la memoria la cantidad de carteles y letreros que aparecieron en todas las redes sociales para decirnos que no debíamos olvidar, pero como siempre el tiempo va enterrando poco a poco hasta producir tu magistral título "olvidadas", hoy ya nadie se acuerda de ellas, pero relatos como el tuyo nos traen a la memoria esas niñas, para que por lo menos sirva de un grito que apriete las conciencias de las personas que tengan la suerte y el placer de leer este relato.
    Pero ademas de lo que nos dices en este relato, Pilar, está, el como lo dices, utilizando las palabras precisas, ese "miedo clamando en los ojos", "el olvido colectivo sustituyendo a la esperanza", y ese "sabor amargo de lacerantes recuerdos", un lenguaje y unas palabras que nos llevan a sentir y a lograr que tu relato será difícil de olvidar.
    Como ha dicho Malu, un relato expuesto magistralmente, muy bueno.
    Muchos besos, Pilar.

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    1. Javier, como tú bien dices, esas imágenes inundaron las noticias y las redes sociales. Ahora, ya nadie recuerda su esclavitud ni su dolor, ya no son noticia.
      Mil gracias por valorar además de lo que digo, cómo lo digo, para mi es muy importante.
      Gracias por arropar mis letras con tan buenos comentarios.
      Besos muy muy apretados.

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  9. Una sola palabra, la del título, cae como un lastre sobre nuestra conciencia. Andamos en otras cosas, cada uno presa de su propia isla de egoísmo, sin querer hacer caso de un drama al que nadie quiere molestarse en poner coto. Mujeres que son víctimas indefensas, con la vida condicionada por haber nacido con un color de piel y en un lugar concreto, en una época en la que ya no deberían ocurrir estas cosas, pero suceden y miramos para otro lado. Mientras, ellas, lloran sin que nadie pueda ni quiera verlas.
    Miedo, dolor y amargura sin concesiones en un mundo de oscuridad impuesta, descrita de forma impecable en un relato que golpea, que, como tantas veces, hace que nos avergoncemos de ser humanos y nos preguntemos qué podríamos hacer.
    Un abrazo fuerte, Pilar

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    1. Ángel, por tu profesión sabes muy bien de lo que hablo. Desde nuestro confort no vemos que existe el sufrimiento, el dolor y la esclavitud, en unas niñas, que todos hemos olvidado.
      Con mi relato he intentado transmitir todos esos sentimientos y remover conciencias, para que sean liberadas.
      Mil gracias, amigo, por tu humanidad y por dejarme tan buen comentario para mi relato.
      Besos muy apretados.

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  10. La memoria colectiva la redireccionan los medios. Es noticia lo que se quiere que sea noticia. Y siempre hay un interés detrás.
    Lo de esas niñas es monstruoso y hay que recordarlas.
    Gracias por tu contribución con este micro. Abrazos.

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    1. Galilea, totalmente de acuerdo. Los medios de comunicación no son independientes y siempre hay detrás intereses de los que los poseen.
      Muchísimas gracias por pasar a leerme y dejarme tu buen comentario.
      Besos.

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  11. Esperanza, y que nunca muera. Relato muy triste pero habla de la realidad. Muy buena historia. Felicidades Pilar.

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    1. Nala, nunca hay que perder la esperanza y además seguir luchando por cambiar la fea realidad.
      Muchas gracias por dejarme tan buen comentario.
      Besos.

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  12. Un relato estremecedor, pero no por ello menos real. Ellas son las olvidadas de la sociedad; no queremos verlas. Menos mal que queda gente como tú, Pilar, para recordarnos y denunciar estos casos.
    Muy buen micro.
    Un beso.

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    1. Alma. te agradezco enormemente tus palabras. Injusticias, como esta, deben acabar y en lugar de eso permanecen en la invisibilidad.
      Muchas gracias por tu buen comentario para mi micro.
      Besos apretados.

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  13. Gracias, Pilar, por traernos este recuerdo necesario de chicas que viven en el infierno. Es una vergüenza el mundo en que vivimos. Si las niñas estuvieran en Venezuela, de seguro estarían en primera plana a diario.
    Besos.

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    1. Georges, no lo dudes, que si fuesen útiles para los intereses de los poderosos que están tras los medios de comunicación, estarían presentes en todas las portadas y en las redes sociales. Sin embargo, han sido olvidadas por todos. Sirva mi 50palabras para la reflexión y aporte un granito de arena para su liberación.
      Muchas gracias, por pasarte a leerme y dejarme tu comentario.
      Besos apretados.

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  14. Otro tema candente nos traes hoy, Pilar.
    De tan viejo resulta de rabiosa actualidad y tremendo.
    Suerte y un besito virtual.

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    1. M. Jesús, muchas gracias por pasar a leerme. Espero que al menos sirva para que nadie olvide que siguen esperando...
      Besos apretados.

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  15. Con tu certero título, Pilar, que sirve para remover conciencias, contribuyes al menos a hacer visibles a todas esas mujeres (sean niñas secuestradas o no) que, de una manera u otra, sufren en sus carnes y en su vidas el abuso de quienes les han arrebatado todo para hacerles ver que ya no son libres. Mientras tanto, la sociedad, el mundo, se sobrecoge durante un breve tiempo y aplica, luego, el olvido, que para eso están lejos de la comodidad de nuestras tierras.
    Relato reivindicativo el tuyo, muy bien hilvanado. Enhorabuena por tu historia y nos seguimos leyendo.
    Un abrazo.

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    1. Jose Antonio, espero haber contribuido, aunque solo sea un poquito, a que se recuerde su caso y a salir por un momento del olvido.
      Muchas gracias por leerme y dejarme tu comentario.
      Besos apretados.

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  16. En los olvidados Luis Buñuel retrataba un mundo de marginación y pobreza -uno de tantos de los que ha habido, hay y habrá en este desdichado mundo-, pero lo de estas olvidadas de tu microcuento es mucho peor, es de esos horrores que te hacen desesperar del ser humano, de esos que te hacen pensar en si esos bestias no son demonios teledirigidos, además, para colmo, no se quitan a Dios de la boca y se escudan en la religión; y las supuestas o reales injusticias que las democracias del llamado Primer Mundo hemos cometido en esos países, les sirven para justificar toda clase de espantos, les dan barra libre para castigar a las más inocentes con unos discursos que dan náuseas a la vez que te encorajinan hasta hacerte hervir la sangre.
    Este mundo nuestro es como un universo en el que hubiese muchos agujeros negros, los cuales, como te acerques demasiado a ellos te absorben por completo. Por desgracia, nadie tenemos la capacidad suficiente ni los medios para afrontar el horror universal, es lo que dicen que hizo Jesucristo, que según el catolicismo es el Hijo de Dios y, aun así, sudó sangre en Getsemaní.
    Pero sí podemos hacer mucho más de lo que hacemos, cada uno dentro de nuestro ámbito, de nuestras posibilidades. Podemos apoyar a oenegés, podemos presionar a los gobiernos, podemos no votar a los que sabemos que son corruptos, podemos no adquirir productos de empresas que sabemos que explotan a personas del Tercer Mundo, y del Segundo y del Primero, habría que añadir...
    En fin, tenemos un campo casi infinito de acción por delante, y eso queda ya para la conciencia de cada cual. Lo que sí es cierto es que lo de esas niñas es lacerante y muy triste, y los grandes países del mundo -a cuyos políticos se les llena la boca con la democracia, la libertad, los derechos humanos y tantas palabras que son papel mojado-, es casi seguro que podrían solucionar el problema si quisieran, pero con los intereses políticos hemos topado.
    Desgarrador microcuento, un abrazo, Pilar.

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    1. Enrique, no puedo añadir nada a todo lo dicho, solo puedo desear que este olvido termine y sean liberadas. Sé que es una utopía, pero al menos no he mirado hacia otro lado.
      Mil gracias, por todo lo que aprendo contigo y por todo ese cariño que siempre me das.
      Besos muy apretados, amigo.

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  17. La verdad es que desde la comodidad occidental no hacemos lo suficiente, ni remotamente, por los que están en situaciones obviamente de pérdida de derechos humanos. Es un leve sentimiento de culpa, que se va amortiguando con el ruido de fondo de nuestros "problemas" del día a día. Un mini reproche del que nos es muy fácil desquitarnos. Y tu microrrelato nos invita a esa reflexión.
    Un saludo Pilar

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    1. Raquel, así es. Muchas gracias por tu valiente comentario.
      Besos apretados.

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  18. Hola Pilar,un relato estremecedor. Creo yo, acá en un rincón del mundo, que el problema en esencia esta en todas partes, solo cambia la victima. Un abrazo grande y la mejor de las suertes.

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    1. Jean, el relato es igual de duro aunque cambien las víctimas. La esencia es que se nos olvida que siguen sufriendo y nadie hace nada.
      Espero que al menos os haya gustado lo que digo y cómo lo digo.
      Besos apretados, amigo. Siempre un placer recibir tu visita.

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  19. He leído algunos reportajes en los que se decía que, escondida dentro de un burka, estaba la alegría. Me parece, Pilar, que la realidad se acerca más a lo que describes en tu micro. Terrible la situación de las mujeres que, incluso cuando van por la calle, están encerradas.
    Saludos

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    1. Plácido, efectivamente, viven presas doblemente. Tras el burka dudo que nadie pueda sentir felicidad, sobre todo cuando has sido secuestrada.
      Muchas gracias, por dejarme tu comentario.
      Besos apretados.

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  20. Una cárcel de tela oscura de milímetros de espesor, pero más densa e infranqueable que el más grueso de los muros. Cuerpos de ébano atrapados por mentes ennegrecidas por el fanatismo desbocado alimentado de ignorancia y pobreza.
    Bravo por ti Pilar. No están olvidadas si gente como tú grita por ellas. Enhorabuena.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Antonio, espero que mis letras hayan logrado atravesar el muro del olvido colectivo y más voces reclamen su liberación.
      Mil gracias por pasar y dejarme tu bello comentario.
      Besos muy apretados.

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  21. Vivimos en un mundo tan trepidante, tan lleno de injusticias y sobre todo tan manejado por los medios de comunicación, que en cuanto algo deja de salir en televisión parece que ya no existe. Unas noticias van tapando otras y las últimas nos hacen olvidar las anteriores. El tema de estas niñas que tan acertadamente nos recuerdas es uno de los casos injustamente olvidados. Gracias, Pilar. Sería bueno, como comentas que tu toque de atención saliera de esta página y llegara hasta los que manejan los hilos. Enhorabuena y un abrazo.

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    1. Juana, muchas gracias por tus buenos deseos y por tu comentario.
      Besos apretados.

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  22. Con tu testimonio das voz al sufrimiento y aviso a las conciencias recordándonos uno de los peores episodios de la barbarie, aún sin resolver y en peligro de caer en el olvido.
    Compromiso y buen hacer siempre en tus letras, Pilar. Gran belleza en cada frase a pesar de la tragedia que con ellas retratas.
    Enhorabuena y un abrazo.

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    1. Enrique, muchas gracias por tus palabras y por tu valoración de mis letras.
      Besos apretados.

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